MUSEO ETNOLÓGICO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS
Picos, palas y azadones
sin ser del Gran Capitán,
cestas, sogas y hasta arcones
garrafas y garrafones
tiene Pedro en su desván.
Alcuzas para el aceite
y las tablas de lavar,
en invierno sin deleite
cuando el cierzo era el afeite
en las charcas al frotar.
Los botijos y porrones
era su deambular,
entre cinchas y serones
colleras y en ocasiones
el dormir en el pajar.
Las trebédes y morillos
y pucheros del hogar,
conviven con covanillos
oyendo el gri-gri de grillos
del alba al alborear.
Las hoces y las tijeras
y navajas de injertar,
se ennovian con vertederas
y desposan con manceras
que brillaban al arar.
Ataharres y tarimas
y las piedras de amolar,
cuando el segador las cimas
del centeno eran las simas
del permanente sudar.
Colgadas están las trillas
de la siembra secular,
cuando el sembrador semillas
las transformaba en gavillas
y en hacinas al trillar.
Cuchillos del matarife
de la matanza ancestral,
descansan en el esquife
que ya no es mar de arrecife.
de aquel tiempo patriarcal.
Los calderos y barreños
reposan junto al destral,
y el podón se sume en sueños
con los aperos pequeños
de hornacina en un altar.
Todo esto en su museo
todo esto y un más y más,
Pedro tiene y su deseo,
que incluyáis en un paseo
que no olvidaréis jamás.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
7 comentarios:
Muy buena. Difícil se me antoja rimar con tantos nombres de utensilios de aquella época que algunos conocimos. Y usted lo ha conseguido, vaya mi felicitación sin más...
Este poeta corucho es un artista. Mi más sincera enhorabuena.
Mariano
Muchas gracias Saturnino, poeta de Cenicientos y de toda la Sierra Oeste. Un abrazo
Uff el covanillo de la rropa yla tabla de lavar!!!
Carmen Frontelo Morales
LA HUEBRA
A mi padre
La fuerte mano vertedera empuña,
oliendo a tierra la ardorosa viña,
y el surco abierto todo lo destiña,
tras de la mula y su negra pezuña.
La reja breve introducida en cuña
sortea cepas, las urge y apiña,
silencio adensa la muda campiña
en tanto el arador su impronta acuña.
Por una sabia guía la mancera,
apura al tronco de higueras y olivos,
aparta cantos y a su paso allana
dificultades, y hace llevadera
el cumplimiento de los objetivos
que abriendo surcos busca la besana.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA SIEMBRA DEL BARBECHO
La mano vuela y lanza la semilla
que cae blanda en fértil ya el barbecho,
y la tierra núbil sirve de lecho
hasta tornarse seca y amarilla.
Ya sobre la tierra espejea y brilla
cercada por los pájaros de acecho,
que picando anulan el aprovecho
del grano reservado hacía la trilla.
Uncida y en collera va la yunta
que abre besana de una a otra punta
con la reja motora del arado.
En un campo brumoso del otoño,
donde la mies invernal ya es retoño
del trigo que ha nacido en el cercado.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
VUELA EL TAMO DE LA PARVA
Vuela el tamo de la parva;
la tarde cayendo está
y el sol se aleja y se va
barbeándose la barba.
La mula impaciente escarba,
y desprovista de arreos
comienza a dar cabeceos,
y a la cuadra se encamina
al pesebre que culmina
el ansia de sus deseos.
SATURNINO Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
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