Almanzor, la cumbre soñada de Gredos. Zorro Corredero.

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Museo de Montaña Zorro Corredero

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domingo, 4 de diciembre de 2016

En recuerdo de Miguel Pérez Santillán "Carvajales"


Carvajales, simplemente.


"Siempre he “estao” con la Guardia Civil detrás, antiguamente no te podías comer ni un higo, enseguida de daban de hostias y “pa” casa sin rechistar, a mi siempre me cogían por coger higos, por las piñas y también me han cogido muchas veces por la caza, iba con el “bicho” a coger conejos para luego venderlos, de algo tenía que vivir y dar de comer a mis hijos" 

Yo, como casi todos los que hemos nacido en Cadalso, conocemos a Carvajales y su pequeña gran historia de vida cadalseña. Sus idas y venidas, sus palabras y esos actos cargados de ironía y gracia de sus momentos menos lúcidos, pero siempre bondadosos, son parte de la vida de Cadalso de los últimos años, y seguramente lo serán para siempre.

Hoy cuando Miguel "Carvajales" ya no está con nosotros, me viene a la memoria aquel 24 de enero de 2010 cuando le visité en su casa de Las Sillas para que formara parte de mis Soplones. Fue una tarde fría de invierno, la lluvia estaba siendo escasa y cuando llegué a Las Sillas, Miguel no estaba, me senté en su puerta y esperé a que regresara del campo, a donde había ido para intentar coger unos "míscalos".
Durante unos minutos estuve merodeando, miraba aquí y allá, pero no llegaba, y al pasar del tiempo note que mi espera conllevaba un extraño sentimiento de intromisión en su vida, en su casa y en la de su familia, que parecía estuvieran sufriendo por mi espera. No recuerdo el tiempo que esperé, pero si su llegada por el matadero con un "míscalo" en la mano, sólo uno. Me miró, bajo la cabeza y esperó a que yo comenzará la conversación, luego entramos en su casa, nos sentamos a la mesa y comenzó una de esas conversaciones donde notas que a medida que pasan los minutos te sientes mejor. Fue ese día cuando realmente conocí a Miguel, más cuando él me fue relatando entrecortado y sin ninguna confianza en sus palabras, los pormenores de su vida, una vida dura, muy dura, que le había hecho a lo largo de los años casi perder la conciencia de lo prohibido.

En el interior de aquella casa, donde siempre se habían mezclado los temores y los sueños, sus palabras sonaban como murmullos de historias de aquel Cadalso cargado de suspiros y represiones, donde la necesidad y el miedo se disolvían hasta convencerse de que la decisiones tomadas eran las únicas, aunque prohibidas, para poder seguir adelante, y así un día tras otro, siempre con el miedo de ser visto, sorprendido y molido a palos no pocas veces. 
La historia de nuestro pueblo esconde amores y sentimientos, la mayoría frustrados que formaron el comportamiento huidizo de muchos cadalseños, son rutina de años que se esconden en el interior de personas que a veces descubrimos cuando les escuchamos, esto es más o menos una explicación de cómo yo fui comprendiendo y conociendo aquel día a "Carvajales" y como a partir de entonces llegué a entender mucho más su postura, su situación en la vida.
Desde entonces cada vez que le veía notaba que sus ojos se iluminaban, pareciera que se diera cuenta que yo ya no era un extraño, ya era parte de su pasado y de su actual vida, y así los saludos y algunas palabras más en la puerta del hogar, lugar al que acudía a diario en los últimos años, se fueron convirtiendo en susurros de intimidad, sólo rotos por el final del cigarro que cada cierto tiempo se echaba en la puerta, final para el cigarro y la escueta conversación, que a menudo terminaba con un "me voy pa dentro".
Muchos cadalseños-as te echaremos de menos, pero quién más notará tu ausencia serán las calles frías y silenciosas de Cadalso, esas que se llenaban con tus momentos y que a partir de ahora se han quedado huérfanas de tu presencia, y sólo el paso inevitable de los años y la llegada de nuevas generaciones serán motivo para que Cadalso te olvide, aunque siempre hay personas y frases que permanecen, como aquella de "No hay una España como la de Cadalso" frase que decía tu padre y que ha quedado para siempre.

Descansa en paz.


  25.03.1936

+01.12.2016

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
 

lunes, 14 de noviembre de 2016

En recuerdo de Cirilo Moreno Domínguez "Zenón"


En recuerdo de Zenón





"Un día con tan solo 11 años, estando en el Valle con mi abuelo, me encontré algo que parecía un bote, lo cogí y empecé a machacarlo con un canto, y al rato de darle con el canto explotó, era una bomba de la guerra, la explosión me cogió todo el cuerpo, no perdí el conocimiento y me vine para el pueblo yo solo, mi abuelo se quedó con las cabras, recuerdo que subí todo el Valle arriba hasta salir a los pinos donde hoy está la piscina y cuando llegué a los lavaderos las mujeres que estaban lavando me vieron lleno de sangre y se asustaron, pero yo seguí corriendo y me vine a casa, cuando llegué a mi casa ya iba perdiendo el conocimiento y precisamente ese día no estaban en el pueblo ni Don Antonio ni Don Alejandro"......

Hace unos años, Zenón me contó esta historia y algunas más, aquel día junto a él en la calle del Coso, donde estaba su casa, conocí a un hombre bueno y sencillo, un hombre que emanaba bondad y buenas sensaciones. Desde aquella tarde de enero de 2010 cada vez que mi paseo por Cadalso discurría por la calle del Coso, llamaba a su puerta, bueno, no llamaba, porque la puerta de Zenón era como aquellas puertas del pasado cadalseño, aquellas que como muchos recordaréis siempre estaban abiertas. Y así con la puerta abierta yo me colaba en su casa y en su vida, me sentaba y siempre era agasajado con alguna pasta y un trago de buen vino añejo. Pasaba el tiempo y yo no me daba cuenta, porque Zenón era un personaje que hablaba con sabiduría y una pausada tranquilidad que me llevaba a un estado de entrega total. Pasaron unos años y su estado, aunque regularmente bueno, se fue empeorando, siempre tenía el oxigeno al lado, siempre necesitaba que la máquina le ayudara, pero en general él seguía queriendo vivir y sintiendo el pasado, su pasado cadalseño y viviendo como podía el presente.
El jueves, el bueno de Zenón dejó de necesitar ese oxigeno artificial que le ayudaba a vivir, dejó que su vida se apagara y nos dejó, no para siempre, porque las personas que hemos querido y apreciado nunca mueren, sólo se van a un lugar donde ya residen otros muchos cadalseños y cadalseñas, para seguir viviendo en esa otra vida y en ese lugar que siempre he llamado Cadalso de Arriba.

Cuando pase por la calle del Coso, tu calle, ya no podré traspasar el umbral de tu puerta, seguramente se habrá cerrado para siempre, pero puedes tener la seguridad que siempre habrá en mí un recuerdo de los buenos momentos pasados junto a ti y tu esposa Lucia, en la mesa camilla que nos acogía en el portal, ya no podré comerme la pasta ni beber tu vino, tampoco oiré tu voz, pero la alegría de tu recuerdo me hará sentir feliz.

Un abrazo y descansa en paz.



Cirilo Moreno Domínguez "Zenón"

    9.07.1930
+10.11.2016


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 4 de noviembre de 2016

En memoria de Manuel Moreno


"En el frente de Somosierra yo tiraba tiros a Buitrago y a Paredes de Buitrago que era donde estaban los rojos, y me dieron tres cruces, la del merito militar, la cruz de campaña y la cruz de guerra, conmigo había cuatro de Cadalso, Doroteo Tran, Blas "El Monaguillo", Eugenio que era hijo del tío "Pláticas" y un hijo del tío "Indo".....un día me dispararon con una ametralladora rusa mas de mil tiros y no me dieron, y me decían los rojos: "Hijo cura ponte al habla" y yo les contestaba. "Hijos de la Pasionaria por qué me tiráis?" yo era igual que ellos pero me había tocado estar con Franco. Todos lo que estuvieron conmigo ya han muerto."

Cadalso, 27 de julio de 2009




    Manolo en la Corredera el 15 de febrero de 2016 durante el Carnaval



Manolo, amigo Manolo, te has ido en otoño como las hojas que adornan los árboles de nuestros campos, como los atardeceres rojos que cada día inundan Cadalso y sucumben ante las nubes otoñales que auguran la llegada del frío y la lluvia. La vida natural regresará de nuevo en primavera y todo volverá a tornarse de colores, pero tu silueta y tu voz ya no estará entre nosotros, has partido para no regresar, pero aquí en Cadalso siempre quedará el recuerdo de una buena persona, un personaje diría yo de esos tiempos de guerra y paz que te tocó vivir y sufrir. Yo, que me he criado junto a ti, que he compartido tantas cosas de pequeño, voy a quedarme con aquellos recuerdos del Ayuntamiento, con las charlas de la piedra de Balta, con los fríos de las madrugadas de pájaros, con el canto de tu jilguero y con el entrañable recuerdo de un hombre bueno que supo vivir y sentir la vida con sencillez y sentimientos.
Dicen que la posguerra detuvo el tiempo, que todo fue terrible, más aquella guerra fratricida que llenó de derrota a varias generaciones, años que llenaron de desconfianza y envenenaron la esperanza, consiguiendo que el tiempo no se moviera, paralizando la amistad, y en muchos casos hasta las familias. Pero yo que sentí tu voz y pude entrar en tus recuerdos, no olvidaré jamás como tratabas a los que la guerra llevó a estar frente a ti, dedicándoles momentos y frases exentas de odio, cargadas compasión y de sueños no vividos. Con tu partida se nos va una parte de la historia del siglo XX de Cadalso, una manera de ser maravillosa y un estado de sabiduría lleno de lucidez hasta el final. Ahora solo tengo buenos recuerdos, y en mi mente ese suspiro  que cada noche cadalseña nos regalabas sin darte cuenta, consiguiendo con ello ser parte de nuestra infancia y de tu cercanía. 

Hasta siempre Manolo. Aaaaay que coña….


    8.12.1918
+28.10.2016

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

miércoles, 11 de mayo de 2016

En memoria de Guillermo Concejal


El primer jornal que gané con 12 años fue 1,50 ptas por ir a vendimiar, luego hice de todo, sarmentar, desñetar, injertar, a “to”, la vendimia duraba un mes y se traía todo a cargas con las banastas, éramos cuatro, tres vendimiando y uno acarreando, lo metíamos en la bodega de Don Rafael, entrábamos por la Plaza y allí había dos pisadores, Isaac y mi “cuñao” Adrián que estaba casado con la Diosda

Cadalso, 14 de agosto de 2009



La lluvia no ha dejado de caer durante gran parte de la tarde en Cadalso, también en la Castellana, la Isilla y Tórtolas el agua ha regado esos campos que trabajó durante tantos años, esas viñas familiares que tanto arraigo han tenido en estos hombres como Guille, pero hoy su pueblo y sus viñas están muy tristes, como también lo estamos las personas que le hemos conocido, todo ha terminado aquí en este Cadalso, ahora le espera el otro, el Cadalso de Arriba, más frió y silencioso, pero a veces  mucho más querido y reconciliador.
Guille, fue un hombre trabajador, entregado a su familia, callado, obediente y bueno, muy bueno, donde la sencillez resaltaba por encima de todo, yo que le conozco de siempre y he tenido la oportunidad de hablar con él en no pocas ocasiones, notaba en él esa acentuada sencillez de los hombres cadalseños curtidos por años de trabajo en el campo, porque como tantos otros Guille fue un niño, un joven y adulto de campo, de los que nunca han hecho otra cosa que trabajar con la inocencia y la sabiduría que siempre alimentó a los hombres cadalseños. Acostumbrado a la lluvia, al frío, la nieve y el viento, nada le detenía cuando trazaba con su vertedera las líneas rectas de las viñas perfectamente aradas, tampoco nada le detuvo en aquellos acarreos hasta lo cooperativa, ni las podas invernales blancas de nieve, en él todo era aceptado con cariño, y ni el sueño y el frío jamás fueron capaces de desorientar sus pasos de gran persona, excelente trabajador y buen cadalseño.
Hoy en su casa de la calle Federico Mayo nº7 ya no queda nadie, se nos ha ido el hombre sencillo y bueno que acariciaba las cepas, que tiraba las rectas líneas de la vertedera con tal delicadeza que hasta la caballería sentía un remanso de paz en medio de la viña, el hombre que en los últimos años frecuentaba la Plazoleta y la Corredera con los de su edad, para vivir y soñar un pasado que irremediablemente se le iba de las manos, el hombre que un 14 de agosto de 2009 me enseñó a amar el campo y me descubrió a un cadalseño lleno de sentimientos y bondades mientras hablábamos, y probablemente uno de los últimos aradores y acarreadores de las vendimias con banastas.
Por todo esto y porque te apreciaba, te deseo lo mejor en tu nueva vida en el Cadalso de Arriba, y ten presente que siempre te echaré de menos.

Un abrazo Guille, soplón nacido en el Palacio de Cadalso.

Pedro,


  24.02.1924
+11.05.2016


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Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 1 de abril de 2016

En memoria de Vítor



La voz de Vítor sigue sonando en el Calvario y la historia de su vida se alarga en el sueño de muchos cadalseños





El pasado 16 de marzo fallecía Victoriano Martín Rodríguez, Vítor “Fortunilla” o “Chaparrón” como se le conocía en Cadalso. La muerte le  sobrevino en la residencia donde se encontraba desde hacía un tiempo. Yo tenía una promesa sin cumplir con Vítor, era publicar en el Zorro Corredero la entrevista que tuve con él en su casa del Calvario. Aquel 16 de octubre de 2011 Vítor me contó muchas cosas, me enseño algunas fotos y juntos nos tomamos un par de botellines, todo fue sencillo y lleno de emociones y recuerdos, suficiente para pasar una agradable mañana y sentir de cerca el calor y la amistad que Vítor siempre tuvo con mi padre y con toda aquella panda a los que se les conocía en los últimos años como Peña de los Buitres.
Pero ocurrió que las hojas donde tenía escrita la vida de Vítor contada por él mismo, se perdió y no volví a ver aquellas hojas hasta hace unos meses, cuando aparecieron como por arte de magia entre muchos papeles. Fue entonces cuando retomé el tema para realizar un post en los Soplones del Zorro Corredero, ya entonces me habían contado que estaba en una residencia, pero que su salud era muy parecida a cuando estaba en Cadalso. Los días y los meses pasaron y el post no vio la luz, pensaba ponerlo pero lo fui dejando y dejando hasta que me comunicaron  su muerte, cosa que me animó a realizar el post y en estas estoy.
Recuerdo a Vítor como un hombre sencillo y amante de su familia y su pueblo, hombre sincero y poco hablador, pero lleno de amabilidad y entregado a su casa, ya sin hijos, y con la falta de su mujer desde hacía muchos años. Mis últimos encuentros eran en la puerta del Hogar del Jubilado, primero con su coche llevando a su suegro Casimiro y más tarde cuando cada tarde se acercaba andando para pasar un rato junto a sus paisanos. Siempre que me le encontraba tenía unas palabras para mí y para mi familia, eran encuentros cortos pero cargados de amistad y cariño, cosa que notaba en sus palabras y en su mirada, a veces cansada y sin ganas de manifestar sentimientos, decía que se encontraba muy cansado y que le costaba mucho llegar hasta allí.
Yo sé que hoy Vitor está con su mujer y con su panda de la Peña de los Buitres y que desde Cadalso de Arriba nos está mirando y hablando, puede que no oigamos su voz con nuestros oídos pero si nos paramos un poco le sentiremos con el corazón, porque las personas queridas nunca se van del todo, siempre quedan sus recuerdos y sus caricias.
Ahora mismo me pongo con el post de tu vida, te lo debo y siempre te estaré agradecido por la amistad y por aquellas entrañables horas que me dedicaste en tu casa del Calvario.

   22 Junio  1935
+16 Marzo 2016


Un abrazo y hasta siempre
Pedro “Zorro Corredero”

domingo, 13 de marzo de 2016

Salus, toda una vida de campo cadalseño



A Salus que siempre estará en el campo de Cadalso




No existe en él ninguna señal, ni tan siquiera una leve huella que le identifique como hombre de campo, es como si el tiempo y la edad hubiesen borrado de su semblante los días secretos que Salus lleva dentro. Sólo él recuerda su destino desde la niñez, sólo él sabe lo que ha luchado y soñado, sólo él es dueño de su interior, ese que los demás sólo intuimos. Los años fueron abriendo caminos y viñas, huertos y arados, uno tras otro fueron pasando por la vida de este cadalseño sencillo y amable, abierto y cariñoso, trabajador y amante, un sello que hoy luce Salus, pero que también han lucido cientos de hombres cadalseños entregados a la dura lucha con el campo y las cepas. Desvelar el significado de esta placa es muy difícil para mí, es sentir que todos los que amamos este pueblo que nos vio nacer, notamos que en Salus están representados todos esos hombres de campo que juntaron sus fuerzas y sus sueños para darnos con lo poco que tenían la mejor vida, lo mejor de ellos. 

 
    Con sus nietos.

Hoy no puedo contener el temblor y los recuerdos de días de vertedera y poda, de vendimias y acarreos, de pagos de la cooperativa que me inundan como si fuera ayer, y ahora mismo sólo me viene a la mente la precariedad con la que siempre han tenido que luchar para sacar a sus familias, a su campo, a su propia vida adelante. Aquellos años ya pasaron, ya no se ven filas de caballerías subiendo la cuesta de Tórtolas, ya no hay hombres cubiertos con mantas bajo la lluvia, ya no salen humaredas de las lumbres calentando el puchero, ya no hay talegas que envuelven con delicado amor la merenderas y el chusco, ya no hay colas en la cooperativa, tampoco se ven pasamontañas hechos por mujeres enamoradas de sus caballeros andantes, ni siquiera vemos las boinas en las cabezas, ya nada nos queda, pero he aquí que aparece un personaje cargado de cadalseñismo para recordarnos a todo el pueblo lo que sucedía en aquellos lejanos años.

 

Querido Salus, esta placa es sólo un reconocimiento más por tu trabajo, ya era hora que alguien sin fama y sin tele fuera premiado, es el agradecimiento de todo Cadalso por la gran obra de la que has sido autor, es algo que tú y todos los demás cadalseños de campo os habéis merecido siempre, y con esta sencilla placa te estamos diciendo y también a ellos, que vuestro trabajo no ha sido algo anodino sino la fuerza y el amor que hemos recibido para hoy ser lo que somos, y por eso todos os estaremos siempre agradecidos.

No quiero dejar de mencionar a todas esas  mujeres que siempre han luchado desde la casa por un Cadalso mejor, a tu mujer Pili y a todas ellas que son también parte importante de la vida del campo, del día a día conviviendo con sus hombres, sus hijos, su casa, tomando conciencia de su labor nunca reconocida.


    Junto a su mujer Pili

 Muchas gracias Salus por hacerme sentir mucho más cadalseño y por haber conseguido hacer brotar de lo más profundo de mi ser los mejores sentimientos y el amor a todos los hombres y mujeres que han ido formando este pueblo, aquel que muchos conocimos y al que un personaje cadalseño le denominaba como "No hay una España como la de Cadalso"


    Con sus hijas

ENHORABUENA Y UN FUERTE ABRAZO

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

lunes, 14 de diciembre de 2015

En memoria de Santia


Nadie se va, sólo se mudan a Cadalso de Arriba.


Cada vez que pasaba por la pequeña y entrañable zapatería, los recuerdos volvían a mi mente, los momentos allí pasados habían sido tantos que era difícil de olvidar. Algunas veces subía hasta San Antón y charlaba durante rato con él, eran probablemente siempre las mismas historias, los mismos personajes, pero yo me sentía bien y nunca encontraba el momento de irme. Los inviernos pasan cada vez más rápidos en Cadalso, las primaveras llegan casi sin sentir, es el planeta tierra que dicen que está cambiando, pero lo que ya nunca va a regresar a San Antón son los sueños de mi amigo Santia. Nunca he podido rehusar su conversación, antes en la zapatería junto a los parroquianos que casi a diario visitaban esos apenas 10 metros cuadrados en los que las conciencias se dejaban atrapar por sueños reales de otras épocas y otros cadalseños, más tarde en su casa de San Antón donde la vida continuaba para este gran hombre, hábil zapatero y ameno cadalseño.
Hoy muchos sueños se han difuminado, como también lo harán las luces que adornan Cadalso o las nieves que pronto una vez más cubrirán las montañas, hoy me encuentro extraviado en mis pensamientos y no me gustaría por nada del mundo que el viento se llevara las huellas de Santia, quiero que siempre persista su imagen y su palabra, y que la inquietud por esta separación no desoriente el destino de otras vidas, sólo es un viaje más al Cadalso de Arriba, allí seguirás sintiendo a tu pueblo, sus gentes y sus historias, porque esto es una separación momentánea y todos lo sabemos.
Amigo Santia, no te preocupes, aquí ya has dejado tu semilla, tu trabajo y tu amistad, ahora sólo nos queda incrementar tu presencia y los momentos que nos unen, y aunque la separación va a desorientarnos, siempre surgirán los instantes más grandes para volver a retomar el camino.
Hoy San Antón está muy triste, todo Cadalso lo está, tu zapatería está más vacía que nunca, y los corazones de todos lo que te apreciábamos están heridos y de nuestros ojos brotan lágrimas, pero cuando el invierno nos abandone y el calor vuelva, veremos brotar las hojas de los sauces junto a tu huerto de la Laguna, nacerán los frutos que tú has plantado y la vida regresará a este lugar y otros muchos con tu recuerdo y tu presencia.
Ahora, tu mujer, tus hijos, tus nietos y tu familia han quedado vacios de ti, pero ellos saben que tú ya te has entregado a ellos en el amor, el trabajo y la felicidad, todo lo que se necesita para ser dichoso  y esto es algo que siempre te agradecerán. Yo también te agradezco la amistad que siempre me has dado, y como no, los buenos momentos pasados junto a ti.


Un abrazo y hasta siempre
Pedro Zorro Corredero

Santiago Moreno García.

  10.03.1941
+14.12.2015



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viernes, 3 de julio de 2015

En memoria de Gerardo


La amistad surge en cada palabra, en cada historia, momento y en la convivencia del día a día.


    Gerardo en la puerta del hogar_______02.05.2015
   



Una tarde de abulia, de esas que anegan el ánimo con la misma inclemencia con que las luces hacen desaparecer el día, alentado por unas voces acudí a su lado, era el tío Gerardo que me llamaba desde uno de los bancos que ofrecen el descanso a esos soplones de mayor edad que cada día acuden a su casa institucional, el hogar del jubilado.

Allí junto a él pasé unos cortos minutos, los justos para una vez más dejarme llevar por sus palabras y su gracia, por sus historias, sus recuerdos y el huerto de El Boquerón, su pasión y su vida. Yo no decía nada, sólo él rescataba su pasado mientras yo lo compartía en el mutismo cómplice y aceptado de una de esas tardes cadalseñas cargadas de primavera que la vida nos regala.

"Aquella tarde dormía silenciosa en nuestro Valle del Tórtolas, apenas quedaban unos minutos de sol, yo cargaba con la cesta, y Gerardo como era habitual en él, abría la cadena del somier que cerraba su huerto, dejaba que sus pies le llevaran a través de la sombra del nogal camino de los membrillos, que arrebujados entre las hojas brillaban más que nunca bajo los tenues rayos del sol decadente."

"El Alto brillaba con luz propia, en la lejanía la Peña Muñana nos indicaba como una señal que a sus pies palpitaba Cadalso, aquel día buscábamos la fuente de la Marquesa, y Gerardo se prestó a indicarnos el lugar donde el agua manaba desde los tiempos. Llegamos al arroyo entre pajitos y grama, tanta que apenas podíamos andar, un bastón le servía para mantener el equilibrio, de sus sueños brotaban escenas de otros tiempos, sigilos de madrugadas cadalseñas de campo y duro trabajo, aquel día Gerardo caminaba silencioso, con los pies puestos en el suelo que tan bien conocía, con la cabeza cargada de imágenes que nada tenían que ver ya con este mismo lugar que él había conocido, y arrebujado entre árboles, arbustos y anécdotas nos llevó hasta el lugar que buscábamos."

Esta y otras historias que guardo en mi memoria y siempre junto a mi corazón, son la despensa de recuerdos que Gerardo me ha ido ofreciendo al pasar de los años, regalos impagables de alguien que amaba Cadalso y su campo.

Hoy cuando Gerardo ha dejado de estar junto a nosotros, cuando su libro de historias se ha cerrado para siempre, cuando estas palabras intentan desvelar el sentido de la amistad y el significado del amor, sólo puedo decir una cosa, gracias por todo amigo Gerardo.

Gerardo García Vicente
* 03.10.1923
+ 03.07.2015

Un abrazo y hasta siempre.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 22 de mayo de 2015

En memoria de Antonio Lozano



 


El pasado martes cuando el sol de primavera acallaba los últimos colores de nuestros campos cadalseños, la Corredera sintió un inmenso dolor, un desgarro en la vida de sus vecinos, en el sentimiento de todo un pueblo, Antonio Lozano había muerto.
Los vecinos de antes son como los atardeceres, siempre cercanos y amados, son la fuente de vida de un pasado que no volverá, pero que siempre estará en nuestras mentes y corazones. Hoy recordar la Corredera de hace treinta o cuarenta años se hace mucho más difícil, es un sentimiento triste el que embarga nuestros sueños de aquel otro Cadalso que un día conocimos con otras gentes y que los años nos han ido robando, es intentar mirar hacia un pasado que se nos fue, que  nos sumió en la alegría y la desbordada amistad que emanaba de aquellos vecinos que formaban la vida y el latir de la Corredera.
Cerrar los ojos para recibir esa mirada del momento lejano que todos hemos vivido nos proporciona una sombra casi imaginaria de nuestra pasada vida cadalseña, es querer retener  aquel pasado vecinal, íntimo y solidario que por aquellos años se vivía, es notar la presencia, las voces, las siluetas y las sonrisas de las personas que formaban nuestro día a día, nuestras razones y también nuestra propia existencia.
Él era el más mayor de la Corredera, la voz sabia que enlazaba el pasado y el presente, la imagen de la sabiduría popular y parte de las páginas de ese libro que llamamos Cadalso. Con su muerte se pasa una página y comienzan otras, así es la vida y la muerte, pero todos lo que hemos convivido con Lozano en la Corredera y en cualquier otro rincón de Cadalso, te echaremos de menos.

Descansa en paz.

      25.10.1927
19.05.2015

Conoce la vida de Antonio Lozano, sus sueños y su pasado contado por él mismo.

Zorro Corredero

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