Que cada cual piense lo que quiera.......
viernes, 30 de septiembre de 2022
De lo bello a lo horrible. Peña Muñana. Cadalso de los Vidrios.
jueves, 29 de septiembre de 2022
MELANCOLÍA EN SEPTIEMBRE (CRÓNICA SOCIO-FESTIVA Y TAURINA CADALSO-22). Por Miguel Moreno.
MELANCOLÍA EN SEPTIEMBRE (CRÓNICA SOCIO-FESTIVA Y TAURINA CADALSO-22)
La noche de Mises (por
cierto, las tres muy bellas y elegantes) me encontré con Angelines -y sus hijos-,
prima hermana de mi madre. Desde niño no la había vuelto a ver. Vive en Valladolid
y recordaba con inmenso cariño nuestras vivencias en la calle San Antón. Sus
padres, Macaria y Salva “el tío Cano”,
eran tan sumamente buenos que uno jamás los olvidará. Angelines estaba al
corriente de nuestra trayectoria y la refería delante de sus hijos y de los
primos Salva, que es noble y Guillermo, afectivo e hijo de Pedro “Bigardo”. Pedro “Bigardo” es la memoria viva de un tiempo pasado que nos llena de
nostalgia, Paco “Pirata”, amante del
campo cadalseño, lo definió como “Caballero
de Caballerías”. Es ya el único que surca los caminos de Cadalso acompañado
de su mula, mientras fuma parsimonioso sobre su borrico tocado con su gorrilla:
“¡¡¡Arreeee!!!” Y mira hacia adelante,
como siempre hizo y hará. Iniciándose septiembre montan la verbena. Paso con el
niño Moisés y Tamara le saluda cariñosa derrochando ternura. Atenta le regala
una tira de cadenetas y aprovecho para adornar el patio de la casa de su
bisabuela Asun, ella le enseña a regar las plantas con una regadera que le
compró llena de amor.
El Día de la Pólvora diluvió
durante prácticamente todo el tiempo. Los actos programados fueron suspendidos,
salvo la Pirotecnia y el Pregón –muy sentido éste- que corrió a cargo del
futbolista cadalseño Felipe Sáez “Pipe”.
Paloma y servidor cumplimos con la tradición festiva y cadalseña del aperitivo,
pero al no escampar retornamos a casa, no sin antes haber conversado con el
artista Carlos “Socorrista”, siempre
es un placer intercambiar pareceres en su grata compañía. Sobre las 21:00h
quedo con Vicente en el restaurante La
Escalera. Pocas “pólvoras” he
reído tanto como ésta a su vera. Hicimos un repaso pormenorizado y divertido a
nuestra adolescencia y juventud con su ocurrente gracejo. Antes de que
comenzaran los fuegos (el agua dio
una pequeña tregua) nos despedimos en el bar La Corderita después de compartir confidencias con Nacho Villarín y
luego… luego Vicente nos dio qué pensar. Atisbé desde la plaza los fuegos
artificiales y en el Bar Mariano me reuní con mi encantadora y divertida prima
Nieves acompañada de su preciosa hija Julia y de Los Demás. Departí también un rato con Chelo Villarín y su hermano,
fue un grato y enriquecedor encuentro.
El Día del Cristo
amaneció con nubes y claros. Nos dejó callejear y sentarnos en las terrazas a
departir satisfechos con familiares paternos y maternos (Luisa, Feli, Francis
(que me mira y se emociona), Álvaro, Jesu, Mª Luisa, Raquel, mi primo Miguel
(cumplió años el 13 y se llama y apellida como yo), Paqui, Luisi… eché en falta
a mi hermano Jose). Me tropiezo con un buen amigo de la infancia Juan Magdaleno,
“Juanín, me dejaba sus juguetes en la
calle Nueva y Las Casetas, siendo
testigos nuestras abuelas. Y si hablo de amigos, José L. Martín es el más fiel.
Antonio “Maca”me saluda con afecto en
la calle del Cuerno. En La Corredera bebimos
cervezas junto a los abuelos paternos del niño Moisés y sus tías. Él no paraba
de corretear feliz con ellas y su tío Miguel. Saludó -es un decir- a su quinto,
Jorge, éste le miraba y sonreía; aquél se quedaba serio sin decir nada. ¡Cosas
de cadalseños! Antonio “Pope” hace
gala de su simpatía arrancando sonrisas por doquier. Rememoró una tarde que fue
a verme al Ministerio y se lo enseñé por encima. Me dijo que quedó gratamente
impresionado por su arquitectura y magnificencia. “En breve voy a preparar las banderillas de esta tarde.” Antonio es
el genuino “Chulo de Banderillas” de
Cadalso desde años ha… Subimos a casa a cambiarnos y tomar algo sólido. De regreso
las peñas estaban en plenitud, pero nunca pierden el conmovedor detalle de
silenciar sus charangas para aplaudir, vitorear, lanzar piropos a las Mises y
abrir un respetuoso pasillo al Cortejo Municipal compuesto por la Banda de
Música, Mises, Autoridades de la Corrida y Alguaciles a caballo. Luego retornan
a lo suyo, al desenfrenado periplo propio de la alegría.
Todas las mañanas es
obligado asistir al apartado de las reses y al magnífico coloquio taurino, (Pepe “Vigi”,
me avisa: “Llegas tarde…”) Después
cambio de impresiones con aperitivos riquísimos regados con generosidad por el
clásico vinillo cadalseño, y variadas cervezas repartidas por las expendedurías
de licores y confidencias del pueblo. Departimos con los paisanos Juan Ramón y
Mª. Luisa que, junto a sus hijos, dirigen una de las mejores y más antiguas
bodegas de la zona: “Fuentegalana”.
Antes de jubilarnos fuimos compañeros en el Ministerio y ahora, simplemente,
somos amigos fraternales. Mariano Vicente es el Petronio cadalseño con las
camisas más elegantes del Cristo, Luis Miguel González y sus respectivas esposas,
asienten convencidos y risueños. Cuando el pasado San Isidro fuimos juntos a
los toros acompañados de Ignacio, ya intuía yo que volvería a superarse en
elegancia y amistad durante estas fechas. Una de esas mañana estábamos Paloma,
servidor, Justo y Aurora en La Alegría de
La Huerta; en esto llama mi atención Paloma sobre un bebé recién nacido
vestido de muñanero. El padre le sostiene en brazos y rezuma una felicidad
indisimulada: “Acabamos de llegar del
hospital, ha estado unos días en la incubadora ingresado por Covid, pero está
muy bien, lo pasó sin darse cuenta...” El bebé abrió los ojitos para
cerrarlos inmediatamente, su barbilla acariciaba su camisita muñanera, estiró
las piernecitas y el padre no sabía si reír o llorar. En realidad, a nosotros
nos pasó igual. El bebé nos inundó de felicidad...
Llovía a rachas durante
la matinal del día 15 (por la tarde, en los toros, los chubascos fueron más
abundantes y la verbena habitual de cada noche en La Corredera fue suspendida).
Chaparrones acariciantes caían sobre esta mañana festiva en que La Muñana nos obsequió con una exquisita
paella confeccionada por el compañero Tomás Rodríguez. ¡Enhorabuena!, gracias a
él vivimos uno de esos instantes muñaneros únicos e impagables. La calle se
inunda de transeúntes que se incorporan al Día del Toro y la Función, tenemos
la necesidad acuciante de saludarnos. Bernardo y Conchi nos dicen que van a
reponer fuerzas para aguantar el resto de la jornada, Joaquín “Piquillo” me llama “Arcángel” a cuenta de una propuesta que le hice, al referírsela a
Antonio Muro se “descojona”, literal.
Mª Antonia Hernández -y toda su familia- siempre tienen unas palabras cordiales
para nosotros y algún chiste. José “Peque”
es amigo leal y entrañable desde siempre. Andrés “Rivilla” recuerda nuestra humilde infancia en “Las Sillas” con gran ternura y verbo seductor. Pablo “Cascarillas” posee mirada limpia, como
la de los niños; junto a “Porras”,
Piñas, Santiago y Rufino componen una de las mejores delanteras muñaneras. Ricardo
y “Guti” me avisan que mi sombrero
está en las últimas. Converso con Alfredo Escudero, presidente de la Asociación Taurina Cultural “Cadalso”,
me enseña un video de su nieto de dos añitos toreando con desparpajo. Su
satisfacción y orgullo es indisimulable. Pablo “Palomilla”, ex entrenador del
A.D. Cadalso y Guillermo, compañero de escuela, observan pasar gentes y
recuerdos.
El sábado comemos algo en “La Escalera” Justo, Miguel, Paloma, el que suscribe y Aurora que aparece deslumbrada por este pueblo incomparable. Cordialmente nos preparan algo (gracias “Peluso” y equipo), eran las 17:00h. como estamos en la plaza del pueblo y desde allí sale la Comitiva Municipal hacia la plaza de toros, asistimos eufóricos a todos los preparativos.
Llegan Moisés y Berta con el niño Moisés. Nos ve y viene a abrazarnos. Me señala los caballos de los alguaciles: “Abelo: ¡Los cabalos, los cabalos!”, le acerco a ellos pero declina el ofrecimiento que le hace un alguacil de montarle con él. Se da la vuelta, dice que no y me agarra fuerte del cuello. Comienza el pasacalles “Por la Puerta de Alcalá” y nos encaminamos contentos y con los sentimientos a flor de piel detrás de ellos. Por la noche se me acerca el hijo de mi compañero José L. Rubio Campos. Fue José, sin duda, el mejor defensa que tuve cuando jugué de portero en la A.D. Cadalso. Su vástago me habla del cariño que le tenía a mi abuela materna, Luisa: “Éramos vecinos, yo fui un niño feliz que iba con mis amigos y nos ofrecía de merendar. ¡Y merendábamos!, mi madre, Mari Carmen, me decía que no la molestáramos que aquello no estaba bien. Pero yo volvía, era tan buena mujer que me alimentaba su compañía…” Gracias por recordármela. Los buenos dejan una estela que les hace inolvidables
Jorge García no resistió y aún convaleciente visitó a su pueblo y a su amigo del alma: El Cristo del Humilladero. Se acerca a la iglesia. Fuera hay un barullo de mil demonios. Le reza, se recoge un ratito con Él y pide a su familia que le hagan una foto. Me la remite por guasap, le agradezco de corazón ese hermoso detalle con esta frase: “Los dos hombres más buenos de Cadalso...” Él sabe que en este lugar conviven amistosa y fraternalmente las alegrías y las emociones. Ellos dos son sus genuinos representantes. Y quien mejor retrata y glosa estas cosas del corazón es Pedro Alfonso, “El Zorro Corredero”. Echo de menos este año sus reportajes con sus preciosas fotografías y sus sentidos textos. Son una gozada y todo el pueblo espera expectante cada año sus monográficos dedicados a lo más representativo de las Fiestas: Pólvora, Día del Cristo, Mises, Peñas, Toros, Diana Floreada, Verbena, Pasacalles… Como Pedro: Richard Pickers, Rafa Carlevaris, José Perdiguero, Fco. Hernández, José carlos Frontelo, Ángel Bravo, Ricardo Rosado, Isabel, que desarrolla muy buen trabajo en Cadalso-Opina… nos acercan el gozo festivo con su pericia fotográfica, fundamentalmente se lo acercan a los ausentes que así alivian la pena de la ausencia. Lo que no ve el ojo humano lo ven los ojos de sus cámaras con una sonrisa por bandera.
Al acabar los festejos
taurinos del viernes y sábado se produjo la magia cadalseña. Las peñas: Las Cadalseñas, Los Colegas, Los Demás y La
Muñana permanecen en el tendido cantando, riendo y bailando con sus grupos
musicales. Una parte del público, incondicionales, bajamos al ruedo para
imbuirnos de su alegría. Joaquín “Quinito”
y su cuñado juegan al toro con su hijo de dos años. “¡Otro toro!”, grita el niño Moisés señalando el morlaco dibujado
en la puerta de toriles; me acerco con él para enseñarle el pasillo de chiqueros.
Le digo que dentro hay más toros, él baila al ritmo trepidante que marcan los
peñistas levantando los brazos y vuelve a lo suyo: “¡Más toros!” Miguelito y Ruth disfrutan también con sus hijos. Fuera,
en las calles, esperan cientos de personas para verlas desfilar. Únicamente aguardan
para observarlas, sentirlas, vivirlas, quererlas, emocionarse con ellas… La
frase más repetida es: “Esto no pasa en
ningún lugar. Esto sólo pasa en Cadalso…” Y se miran unos a otros sorprendidos,
con los ojos reventados de ternuras. Mi hermano Nati le está explicando estas
cuestiones a Marta cuando le abordo para tomar “algo” en el pub Manhattan.
Vive Cadalso la hora de las brujas. No llovía por fuera, por dentro trasegábamos la mayor colección de combinados que imaginarse uno pueda. Las Peñas colapsan la Ronda de la Sangre con la música de sus charangas… Suena despectivo ese nombre dado a unos músicos que viven con virtuosismo y apasionadamente lo que interpretan. Son capaces de pasar, sin solución de continuidad, del pasodoble a la pachanga festiva, del tango bailado sobre los adoquines a la saeta danzando sobre un contenedor e, incluso, rasgan el paisaje con marchas militares que es señal inequívoca de que hay que avanzar bajo la lluvia o el sudor. Daniel Moreno pide a los peñistas que se aparten un tanto así, una miejita, para facilitar el paso del gentío. Obedecen despacio, no cesan de moverse y abrazarse entre el desconsuelo y la carcajada. Por cierto, ¡qué satisfacción alternar de madrugada con mi hijo Miguel riéndonos con mis vivencias juveniles!
En este pueblo de pinos,
vinos y nostalgias se vive, se siente y se practica el arte. Y el arte del
toreo es preponderante. Ni en mi época taurina más optimista hubiera podido
creerme una feria torista en Cadalso de estas dimensiones. Contó con las
ganaderías más prestigiosas del campo bravo: Miura, Prieto de la Cal, Juan
Luis Fraile, Barcial, Rehuelga, Baltasar Ibán. Ante ellos todo lo que
hicieron sus lidiadores cobró real importancia. No exigen lo mismo el animal
bobalicón y disminuido que el encastado e íntegro con trapío apabullante. El
Ayuntamiento ejerció de empresa y a la cabeza nuestra alcaldesa, Verónica Muñoz
con su equipo. Vero ha sabido dotar de
identidad y relanzar esta plaza en los doce años de su gestión. La feria pasó
del anonimato a estar situada entre los ciclos de novilladas de mayor prestigio
y categoría. Veintidós años lleva Cadalso otorgando sus prestigiosos premios
taurinos (diecinueve con la denominación de Racimo de Oro). Cierto que hay
cosas que mejorar y ellas se enumeran con educación, pero con firmeza, en los
coloquios taurinos que brillantemente organiza la Asociación Taurina de Cadalso. Uno de los más debatidos es la falta
de uniformidad en la presidencia. Si bien en los apartados matinales defiende a
los novillos mejor presentados, a la hora de conceder trofeos adolecen de
rigor. Un aficionado expuso: ¡tanto trabajo y sacrificio para luego regalar las
orejas…! Andrés Carrillo sugirió en un coloquio la conveniencia de que hubiera
un único asesor. En mi opinión, creo que debería haber dos únicos equipos
presidenciales bien preparados para Ferias venideras. En cualquier caso, se
trata de estudiarlo y llegar a puntos de encuentros entre el Ayuntamiento, la
Asociación y los aficionados. No voy a extenderme mucho en el resumen de la
Feria porque existen suficientes medios de información que nos han tenido
puntualmente informados y con mucho más conocimiento que servidor.
La tarde del 14/09/22, Día
del Cristo, se corrieron novillos de Miura y Prieto de la Cal en la modalidad
de desafío ganadero. El sexto de Miura fue un toro agresivo y muy encastado,
estuvo en la más pura línea de Miura, me sorprendió muy gratamente y eso que
fue protestado de salida; ejerció con rigor la presidencia manteniéndolo en el
ruedo. Los de Prieto de la Cal más “toreables”
y cómodos. José Rojo, silencio y silencio. Alejandro Adame, oreja benévola y
silencio. Diego García, palmas y silencio.
El 15/09/22, saltaron
al ruedo novillos de Juan Luis Fraile y Barcial, también como desafío ganadero.
El quinto novillo, nº 20, “Sortijillo”,
lo considero el mejor novillo de la Feria; sembró el pánico: encastado, feroz,
con sentido y muy astifino me trasladó a lidias decimonónicas, le dieron dos
puyazos inmisericordes; el animal se sobrepuso al castigo y mantuvo su
hegemonía en el ruedo. Tarde de toros-toros que alimentó la emoción sin darnos
respiro, servidor estuvo con el corazón en un puño. Los novilleros no estaban
preparados para esta avalancha de casta y fiereza; normal, son inexpertos. Creo
que muchos matadores con años de alternativa tampoco hubieran podido con ellos.
No me equivoqué al depositar mi confianza en la vacada de Fraile. José A.
Lavado, silencio con aviso y silencio. Jesús Díez “El Chorlo” (sustituía a
Jesús Sosa), silencio y silencio. Germán Vidal “El Melli”, silencio con dos avisos y oreja. ¡Qué primorosa
suena en todo tiempo y lugar la Unión Musical de Cadalso!
La jornada del 16/09/22
se lidiaron novillos de Rehuelga, de
los que sobresalió el sexto, nº 24, “Caballero”.
Bien presentados, en la línea de su procedencia Buendía-Santa Coloma. Manuel
Calero “Calerito”, dos orejas
dadivosas y silencio. Víctor Hernández, oreja y oreja, facilonas (bien con las
banderillas Marcos Prieto). Jordi Pérez “Niño
de las Monjas”, palmas y oreja. Felicito personalmente al apoderado del “Niño de las Monjas”, Alfredo Fernández,
por su afición, sinceridad y franqueza. Si hubiera más como él, el toreo
estaría de enhorabuena. Coincidí con un señor de Santa María del Tiétar (Ávila)
cerca de la Puerta Grande, vulgo bar, una eminencia en esto del toreo.
Departimos con gran entusiasmo (virtud de los perdedores). Me dijo que es
familia de mi quinto, Fernando “Pícaro”. Nos hicimos unas fotos y se las envié
a Fernando para que se las entregara. Qué gran satisfacción recibí al coincidir
con él.
La tarde del 17/09/22 se
inició con un minuto de silencio sobrecogedor en memoria de Raquel,
emocionantísimo, hasta los pájaros enmudecieron con su corazón roto. Después salió
una novillada de Baltasar Ibán bien presentada salvo en sus defensas, tuvo un
juego interesante, de ellos destacó el nº 62, “Santanero”. El francés ”Solalito”,
silencio y oreja dubitativa. García Pulido, dos orejas generosas y silencio con
2 avisos. Jesús de la Calzada, oreja y silencio. Calzada tiene buen concepto
del toreo clásico, se coloca y coge los trastos con destreza. En el tendido me
contó un terapeuta del Hospital de Villa del Prado un remedio para la resaca y
otro para saber si los cuernos de los bicornes estaban afeitados. Si me lo
vuelvo a encontrar le diré que la primera solución no me sirvió absolutamente
de nada y la segunda se quedó en el aire. Como ya no hay, creo, exámenes de
pitones… pues no pude comprobar lo que me explicó. ¡Llámame!
Se cerró la feria el
18/09/22, con una clase práctica de toreo. Se lidiaron erales de Blanca Hervás
de muy buen juego para Miguel Álvarez “El
Cadalseño” (que sustituía a Roberto Cordero), Ignacio García, Arturo
Sánchez y Álvaro Bravo. Los tres primeros cadalseños y Álvaro de Villa del
Prado. Vivimos una tarde muy emotiva gracias al sentimiento y el toreo que
desarrollaron los lidiadores. Los cuatro salieron a hombros en esta tarde
dichosa que cerraba las Fiestas. Lo importante de la vida no es cómo empieza,
sino cómo acaba. Y ellos dejaron una satisfacción inmarchitable en nuestros
corazones. Nos ofrecieron lo mejor de ellos y nos hicieron felices. Son ejemplo
de valía humana y torera, incluido Roberto, que por lesión no pudo actuar. Gracias
amigos, toreros, y enhorabuena por la bella tarde de caireles ofrecida.
Apuntes: Es fundamental
que aprendan a matar la mayoría de los coletudos de los dos escalafones, no
están las cosas como para alargar agonías. Al menos las novilladas cadalseñas
contaron con una duración normal (sobre 2 horas). Se notó que no eran novillos
comerciales de pases y más pases, sino de lidiar. Para evitar confusiones,
sería interesante que en caso de concederse trofeos (orejas o vuelta al ruedo al
toro) el Presidente (a) dejara sobre el balconcillo, hasta que se arrastrara al
morlaco, uno o dos pañuelos blancos,
según la concesión de una o dos orejas y el pañuelo azul en caso de vuelta al
toro. Advertir, por favor, a los mulilleros que no ralenticen el arrastre del
bicho; los trofeos los pide el público y los concede el Presidente, ellos no. Como
cada año, la labor desarrollada por el personal de plaza y corrales fue
magnífica (¡bien por “Valvulina” y
sus compañeros!). Han conseguido que esas faenas sean una ceremonia respetuosa.
Fantástico el programa de mano elaborado por nuestro ínclito paisano José L.
Acuña que nos facilita seguir la lidia de las novilladas. Demostrada está la
hospitalidad y alegría cadalseña, pero también hay que demostrar respeto
durante la lidia. Acuden muchos espectadores foráneos y no conviene que se
lleven una idea negativa de la seriedad de nuestros festejos. Por otra parte,
pienso que va siendo hora de que se pinte el exterior de la plaza y se alise el
terreno bajo los tendidos, así como algún que otro mantenimiento hasta que se
construya una plaza de toros de obra. La buena imagen que da un inmueble tan
representativo del pueblo, se me antoja imprescindible. Felicitaciones también
al personal de limpieza del Ayuntamiento y a los cuerpos de seguridad. Ímproba,
valiosa y respetuosa su labor. De quitarse el sombrero…
Cruzamos por delante
del Hotel Cadalso. En la primera planta hay un balcón abierto (siempre hay
balcones abiertos en los hoteles). Una chaquetilla torera reposa sobre una
silla secándose al raso nocturno. Hace cuatro horas un novillo de Juan Luis
Fraile, “Sortijillo”, sembró de
miedos el ruedo de Cadalso. Cogió al banderillero “Chamaqui”, nos sobrecogimos temiendo lo peor, el burel tenía dagas
por pitones (“¡no pasó nada!”, dijo
el miedo en voz alta). El ruedo estaba encharcado y al reflejo de las luces la
sangre brillaba. Volví más tarde. La chaquetilla seguía allí muda de lamentos:
blanca y oro por fuera; llena de angustia y genio por dentro. ¡Pobres
torerillos, tan solos y desamparados!, creo que los espectadores no fuimos
justos cuando ellos se jugaron la vida lealmente. Tenemos que respetar más
estas lidias dramáticas con tintes de tragedias griegas. Llamarían a sus madres
y escucharían de fondo la juerga de las peñas: “Madre, todo fue bien, me sentí en una trincherilla, un natural y un
pase cambiado… El piso estaba muy mal, encharcado, poco pudimos hacer. Dale un
beso al hermano chico…” No dijo nada de “Sortijillo”,
para qué, si sabía que le acompañaría su fantasma durante toda su vida. “Aquel novillo de Fraile que no pudimos con
él una tarde de septiembre en Cadalso de los Vidrios…” Cuando se echó a
dormir la música seguía por las calles y “Sortijillo”
en su mente. Dicen que el toreo es grandeza, olvidan que también es tragedia…
Despedimos las jornadas festivas con la tradicional merienda popular preparada espléndida y ricamente en La Corredera por la Asociación de Mujeres Cadalseñas, “Los Álamos”. El día 20 amaneció un día otoñal precioso en Cadalso, suelen ser así al finalizar las Fiestas: Soleados, silenciosos, lánguidos, solitarios, con olor a tierra mojada y caminar pausado… Rápido retiraron, los siempre eficientes empleados municipales, las cadenetas y adornos luminosos de las calles. Me gusta que suceda así: Al colocarlos le llenan a uno de alegría pensando en la Función. Pero tanto –o más- me satisface que los retiren rápido para evitar la melancolía que me produce el recuerdo de las hermosas fechas pasadas. Luego, según van pasando las semanas, sólo quedará la nostalgia del pasado y la esperanza en el futuro. Yo, como cada año, estaré unos días pensando que no me he portado cabalmente. Admirado lector, si has llegado hasta aquí tienes mi admiración por tu santa paciencia y comprensión. Te confío que cada año me cuesta más pergeñar esta crónica costumbrista cadalseña. Imagino que alguien la aguardará y eso me anima. Cuando nosotros no estemos por aquí quizá otros cadalseños, con parecidas inquietudes a las nuestras, agradecerán saber cómo eran nuestras Funciones en estos tiempos en los que nos vamos haciendo mayores y, sin embargo, sigue saliendo el sol para todos sin que, hasta ahora, nos cobren ningún impuesto (todo se andará…). Nunca olvido el cielo de Cadalso ni a Peppino di Capri cuando llega septiembre: “Melancolía en septiembre, sólo eso me quedó de ti. Canción de amor en septiembre que nunca se irá de mí.” Siempre la melancolía cadalseña… ¡Sed Felices!
miércoles, 28 de septiembre de 2022
Entre O Porriño y Redondela, Camino Portugués.
Empanada y albariño
martes, 27 de septiembre de 2022
Galayos en verano. Gredos.
Galayos en verano