Todos los días ocurre algo en Cadalso, unas veces son
buenas, otras malas y algunas muy malas. Esto que os voy a relatar ocurrió en
estas últimas vendimias, no es algo muy malo pero si triste.
Aquella mañana Salu aparejó sus caballerías igual que lo
viene haciendo desde hace muchas décadas, tantas que suman más de medio siglo.
Primero le toco a la mula, la “cabezá” con su ramal, la manta con su ajustada
cincha y el atarre, luego a la borrica, que siempre ha llevado albarda bien
sujeta por la cincha, el atarre que es esa especie de tira de cualquier cosa
que rodea la parte trasera bajo el rabo, y por último la “cabezá” que debería
decirse la cabezada, pero en Cadalso siempre nos ha sobrado la terminación
“da”.
En las Pascualas
Era un día de vendimias, Salu partió por el Pilar abajo
camino del Joyuelo, pasó el tiempo y la carga ya estaba preparada para transportarla
a la Cooperativa, unos sacos para la mula, alguno menos para la borrica y al
pueblo por ese camino pedregoso, hoy algo más cómodo por el ensanchamiento
realizado para los coches, que conduce a la carretera del Pilar. Todo
transcurría como de costumbre, algún “Borriiiiica, la madre que te parió”,
“mírala que jeta golosa”, frases que suelen ser lo normal dada la afición de
estos animales a entretenerse con cualquier mata e intentar llevársela a la boca, hasta que en un pequeño
tropiezo la borrica se cae, lo normal en estos casos es…. bueno eso que todos
sabéis, más Salu gran conocedor de estos cuadrúpedos desde que era un niño,
notó que esa caída no era muy normal, prestándose rápidamente a quitar la carga
y ayudarla a levantarse, cosa que el animal hizo con grandes esfuerzos, así
continuó hasta el pueblo y luego a la cuadra donde apenas podía tenerse de pie
y donde a pesar de los cuidados de Salu
y toda la familia dejó de comer y posteriormente falleció.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de estos animales que
tanto han ayudado a los hombres del campo, hoy casi desaparecidos tanto unos
como otros, el campo con sus viñas y sus huertos están vacíos, les falta casi
todo y parece ser que esto es irremediable.
Hoy casi nadie la da importancia a estos sucesos, es la vida
se suele decir, pero en unos años, no creo que muchos, cuando todas las
caballerías hayan desaparecido nos faltará algo y sólo los recuerdos traerán a
nuestras mentes esas escenas llenas de vida y calor que muchos de nosotros
hemos vivido y presenciado.
Es algo que no se puede remediar, es algo que va ocurriendo
sin darnos cuenta, es simplemente la desaparición de unas especies de animales tan
comunes en el pasado y tan escasas hoy en día, que con el tiempo serán de museo
de ciencias y de zoo.