miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL MUSEO ETNOLÓGICO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS Por Saturnino Caraballo



    MUSEO ETNOLÓGICO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS




Picos, palas y azadones
sin ser del Gran Capitán,
cestas, sogas y hasta arcones
garrafas y garrafones
tiene Pedro en su desván.

Alcuzas para el aceite
y las tablas de lavar,
en invierno sin deleite
cuando el cierzo era el afeite
en las charcas al frotar.

Los botijos y porrones
era su deambular,
entre cinchas y serones
colleras y en ocasiones
el dormir en el pajar.

Las trebédes y morillos
y pucheros del hogar,
conviven con covanillos
oyendo el gri-gri de grillos
del alba al alborear.

Las hoces y las tijeras
y navajas de injertar,
se ennovian con vertederas
y desposan con manceras
que brillaban al arar.

Ataharres y tarimas
y las piedras de amolar,
cuando el segador las cimas
del centeno eran las simas
del permanente sudar.

Colgadas están las trillas
de la siembra secular,
cuando el sembrador semillas
las transformaba en gavillas
y en hacinas al trillar.

Cuchillos del matarife
de la matanza ancestral,
descansan en el esquife
que ya no es mar de arrecife.
de aquel tiempo patriarcal.

Los calderos y barreños
reposan junto al destral,
y el podón se sume en sueños
con los aperos pequeños
de hornacina en un altar.

Todo esto en su museo
todo esto y un más y más,
Pedro tiene y su deseo,
que incluyáis en un paseo
que no olvidaréis jamás.


Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

7 comentarios:

  1. Muy buena. Difícil se me antoja rimar con tantos nombres de utensilios de aquella época que algunos conocimos. Y usted lo ha conseguido, vaya mi felicitación sin más...

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  2. Este poeta corucho es un artista. Mi más sincera enhorabuena.

    Mariano

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  3. Muchas gracias Saturnino, poeta de Cenicientos y de toda la Sierra Oeste. Un abrazo

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  4. Uff el covanillo de la rropa yla tabla de lavar!!!

    Carmen Frontelo Morales

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  5. LA HUEBRA
    A mi padre

    La fuerte mano vertedera empuña,
    oliendo a tierra la ardorosa viña,
    y el surco abierto todo lo destiña,
    tras de la mula y su negra pezuña.

    La reja breve introducida en cuña
    sortea cepas, las urge y apiña,
    silencio adensa la muda campiña
    en tanto el arador su impronta acuña.

    Por una sabia guía la mancera,
    apura al tronco de higueras y olivos,
    aparta cantos y a su paso allana

    dificultades, y hace llevadera
    el cumplimiento de los objetivos
    que abriendo surcos busca la besana.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. LA SIEMBRA DEL BARBECHO

    La mano vuela y lanza la semilla
    que cae blanda en fértil ya el barbecho,
    y la tierra núbil sirve de lecho
    hasta tornarse seca y amarilla.

    Ya sobre la tierra espejea y brilla
    cercada por los pájaros de acecho,
    que picando anulan el aprovecho
    del grano reservado hacía la trilla.

    Uncida y en collera va la yunta
    que abre besana de una a otra punta
    con la reja motora del arado.

    En un campo brumoso del otoño,
    donde la mies invernal ya es retoño
    del trigo que ha nacido en el cercado.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. VUELA EL TAMO DE LA PARVA

    Vuela el tamo de la parva;
    la tarde cayendo está
    y el sol se aleja y se va
    barbeándose la barba.
    La mula impaciente escarba,
    y desprovista de arreos
    comienza a dar cabeceos,
    y a la cuadra se encamina
    al pesebre que culmina
    el ansia de sus deseos.

    SATURNINO Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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