Almanzor, la cumbre soñada de Gredos. Zorro Corredero.

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Museo de Montaña Zorro Corredero

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Mostrando entradas con la etiqueta Una cesta. Mostrar todas las entradas
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viernes, 11 de noviembre de 2022

Nueces de Cadalso. Zorro Corredero.

 Nueces de Cadalso


Ah! qué también hay nueces en Cadalso....? Pues si, y muy buenas que están, y no te digo lo que duran, las puedes tener años y no se ponen malas. En la actualidad quedan pocos nogales, muchos se han perdido, pero hubo un tiempo en el que todo el Valle de Tórtolas, desde el lugar conocido como el Valle hasta el Boquerón, los nogales, algunos de gran porte, embellecían la zona y daban excelentes nueces. 


Hoy todavía perduran algunos, pero cuidado, las nueces tiene dueño. Cadalso maravilloso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 21 de octubre de 2022

Una cesta de membrillos del tío Gerardo.

 Membrillos de Cadalso


Una año más he podido degustar los membrillos de Cadalso, los que todavía se crían en el lugar conocido como El Lagar, y todo ello gracias a un gran cadalseño, me estoy refiriendo a Gerardo, que aunque nos dejó hace algunos años, todavía hoy su legado sigue vivo, y su presencia en el huerto también, tanto como los buenos recuerdos que nos dejó a todos para siempre. En tu recuerdo y admiración hoy quiero dedicarte este post del Zorro Corredero. Un abrazo Gera.



Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

lunes, 26 de septiembre de 2022

El albillo de Cadalso. Zorro Corredero.

 Albillo, rico albillo.


Degustar cada año unas uvas de albillo es un auténtico placer, y es que desgraciadamente con el paso de los años esta uva tan nuestra tiende a desaparecer. El albillo "vitis vinifera" es una variedad de uva blanca autóctona de España y muy difícil de encontrar fuera de nuestro país. Conocida también como albillo real es una uva de baja producción y se encuentra principalmente en Ávila, Madrid, Ribera de Duero y poco más. Desde el siglo XVI se sabe que ya se elaboraban vinos con esta variedad, pero siempre fue una uva de mesa hasta mediados de los 60, al menos en Cadalso, cuando los agricultores las vendimiaban en cajas para transportarlas hasta la Fuente de los Álamos donde solían cargarse en camión para llevarlas a Madrid. Se desconoce su origen y es, como ya he dicho antes, casi imposible encontrarla fuera de nuestro país. Pues eso, que mientras queden viñas en Cadalso, disfruta de su sabor en la mesa y de sus aromas florales en copa. Cadalso maravilloso. 



Una de las características de esta uva son las pintitas que tienen, en la foto no se ven a primera vista, pero si la amplias podrás verlas perfectamente. Las ves ahora...?





Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


lunes, 11 de noviembre de 2019

Cadalso, castaños y castañas


Castaños y castañas de Cadalso, y este año sin cesta.




Cada año me gusta coger unas castañas de "mis castaños", digo lo de mis porque algunos animales como los jabalíes hacen su otoño con los jugosos frutos tan apreciados por ellos, esto es normal, pero lo que ya no lo viene siendo, desde hace años, es que los humanos también hagan acopio de castañas sin ser de su propiedad. Sé sus nombres porque ya he coincidido con algunos de ellos en plena recogida, y quiero advertir desde aquí que no me vale eso de...sólo son unas pocas, yo creía, me ha dicho fulano que viniera, bueno, eso que se suele decir cuando precisamente no sabes qué decir.
Expuesto lo dicho, el resultado ha sido que entre unos y otros no he cogido ni dos kilos, ya sé que este año no hay muchas, ya sé que los jabalíes acuciados por el incendio se han desplazado a zonas no quemadas y han arrasado con mucho, pero por favor seamos serios, respetemos los de los demás y no pensemos que todo el campo es orégano y además nuestro.





Castañas no han dejado, pero la belleza de los castaños en otoño si, esto no se lo pueden llevar, así pues me dediqué a fotografiar lo que me resultó más llamativo, y al final este fue el resultado. Sin castañas pero con bellas imágenes, menos mal que a los animales, de cuatro y dos patas, no les gusta esta clase de arte, de lo contrario ni esto dejarían. 





Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Tórtolas, castañas, costumbre y atardecer.



Cuando de una costumbre se pasa a un placer en segundos...…



La tarde era como tantas muchas del otoño cadalseño, nubes y algo de frío, soledad y entusiasmo por algo que desde hace muchas décadas se viene produciendo cada otoño, es como una costumbre que nunca he dejado de percibir en lo mas íntimo cuando llega el momento de coger una, o dos, cestas de castañas. Y aquí me encuentro, rodeado de naturaleza, de sentimientos familiares y orgulloso de mi tierra, mi pueblo, mi valle y por supuesto de mis castaños. Cuando ensimismado en mi quehacer siento el ruido del arroyo de Tórtolas, las hojas movidas por el viento y me sorprendo con algún pajarillo que revolotea entre las ramas, o algo más grande como la silueta de un jabalí que descendiendo del pinar se asoma al arroyo para degustar las castañas que reposan en su fondo, pienso en lo mucho que la Tierra nos puede enseñar todavía al homo sapiens, aunque la realidad humana nos llegue a superar día a día. 




Hoy, aquí, como cada año, estoy aprendiendo a ver entre lo árboles, a escuchar los sonidos, a sentir el viento acariciando los árboles, a oler el otoño, a sentir la lluvia cayendo sobre el suelo, no, esto me lo he imaginado, hoy no llueve, quizás por esto estoy mucho más integrado y sin prisa.




Y ya al final, cuando las cestas rebosan de castañas, cuando la tarde parece que se debilita en favor de las sombras y la oscura noche, vuelvo a Cadalso, y como siempre el Valle del Tórtolas, nuestro amado valle, me regala una atardecer de color otoñal que me sorprende a pesar de llevar aquí toda la vida. Cuántas veces te ha sorprendido a ti también ?  




Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


jueves, 19 de diciembre de 2013

Una cesta de madroños

Una cesta de madroños de Cadalso

El otoño tiene las horas contadas, ya hace días que comenzaron a caer las primeras heladas en nuestros campos, es lo normal por esta época, como también es normal que los últimos madroños desaparezcan con la llegada del invierno. Este año en el que las lluvias de otoño han sido bastante escasas, los frutos se han mantenido mucho más tiempo en las madroñeras, donde conviven con hojas y flores al mismo tiempo.

Fue a primeros de diciembre, la tarde despejada de nubes todavía se dejaba acariciar por el tenue sol de otoño, los madroños, mitad maduros mitad verdes, colgaban de las ramas que coloreaban unas hojas de intenso color verde, es el madroño un árbol lleno de vida en cualquier época del año, pero es en el periodo que casi comunica el otoño con el invierno cuando luces sus mejores galas cargadas de belleza y color.




Poco a poco la cesta se va llenando con madroños de un intenso color rojo junto a otros de color verde-amarillento, éstos están verdes pero ya madurarán. Si alguna vez decidís recolectar madroños, no los cojáis todos rojos, seguramente se aplastaran unos con otros y se estropearan, es mejor coger primero los verdes y luego echar encima los rojos. Una vez en casa nos iremos comiendo primero los rojos y más tarde los verdes, éstos en tan solo unos días habrán adquirido el intenso y llamativo color rojo.

Cada año suelo recolectar una cesta de madroños, es una vieja costumbre que no quiero perder porque me llena de alegría y satisfacción, es sentir que estoy vivo, que de nuevo regreso a este lugar donde desde hace siglos maduran los madroños, y simplemente esto ya es una fortuna para mi.




El madroño es muy escaso en nuestra Comunidad de Madrid, está protegido desde hace muchos años, y probablemente sea Cadalso uno de los lugares donde todavía crece salvaje y abundante. Cuídale y protégele.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

jueves, 28 de noviembre de 2013

Castañas y manzanas, frutos de otoño.




El otoño siempre ha sido una estación rica en frutos del campo, unos salvajes y otros donde la mano del hombre ha sido necesaria. Entre estos últimos se encuentran las castañas y las manzanas, abundantes en esta época del año y proporcionándonos el placer de comer y disfrutar de unos calbotes ( castañas asadas en la zona), de unas castañas cocidas con anís, o simplemente crudas que también están muy buenas.

Las manzanas en este caso son de la variedad reineta y golden, las primeras son idóneas para asar con un poquito de azúcar o miel, también como parte de la cocción de la lombarda, donde una manzana entera junto a la lombarda le dará un suavidad impresionante, haced la prueba. 




La castaña es un fruto de gran atracción no sólo para los humanos, también para los animales que durante estos días de otoño buscan bajo los castaños estos apreciados frutos, unos como los jabalíes se las comerán ahí mismo y otros como las "jardas" (ardillas) y ratones de campo optarán por recolectarlas y llevarlas a sus refugios de invierno donde las degustarán más tarde. Bueno, también están esos otros animales, esta vez humanos, que las recolectan porque según ellos no son de nadie y se las llevan no en una bolsita, que va, en cajas y grandes.




La mazana golden, llamada así por su color, golden significa dorada en inglés, es probablemente la mejor manzana que podamos comer en crudo, su piel suave y sabor intenso inunda la boca y nos llena de aromas.

Coger una cesta de estas apreciadas manzanas es todo un placer, observar ese color amarillo verdoso a veces moteado de pintitas grises, y allí mismo bajo el árbol llevarse una a la boca es algo que te llena y te anima a seguir cuidando de estos escasos árboles en nuestro pueblo.






















También las manzanas son fruto de la rapiña animal y humana, unos porque lo necesitan y desde siempre ha formado parte de su dieta, los otros porque también forma parte de su condición humana, pero esto es inevitable.

Que belleza poder ver, recolectar y comer estos frutos otoñales que la naturaleza nos ofrece, que suerte tenemos todavía de que estos árboles existan cuando muchos de ellos ya han desaparecido por el paulatino abandono de nuestro campo, que sensación de paz y amistad compartir con amigos su recolección y posterior preparación en casa junto al fuego y con un buen vino de albillo, que suerte vivir y sentir.




Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Unas cestas de castañas y membrillos, unos amigos, grandes momentos.



Cada año con la llegada del colorido otoño las castañas comienzan a caer liberándose de los espinosos erizos donde se ha criado. Coincidiendo con los primeros días de noviembre se lleva a cabo la recolección de ese fruto tan nuestro y a la vez tan poco utilizada en la cocina tradicional cadalseña.



Este año por segunda vez, un grupo de amigos me acompañaron un ventoso y fresco día de otoño, era el día y el momento elegido para recoger las castañas, pero uno nunca sabe lo que le espera y mira tú por dónde este año eran pequeñas, bueno pequeñas no, yo diría que muy pequeñas, cosa que no se aprecia en las fotos, donde la magia de la fotografía consigue ofrecernos un imagen casi irreal.



Pero la ilusión de pasar un rato agradable y ameno nos hizo recorrer el suelo del castaño recogiendo las diminutas castañas y pasando un gran momento que como siempre vino cargado de risas y bromas.







Atrás dejamos el enorme castaño con sus ya hojas amarillentas, para dirigirnos a otro lugar no muy apartado de aquí, donde los membrillos crecen desde hace muchas décadas gracias al buen hacer de un gran personaje de la vida y el campo cadalseño.
 



Y fue aquí, donde estos oportunos e inexpertos recolectores más disfrutaron con esos grandes y jugosos membrillos, algunos de los cuales días más tarde se convertirían en la apreciada carne de membrillo.




Después nuestro destino fue el pinar, no para posar como parece que lo hagan estas dos modelos de anuncio del Corte Inglés de Goya, no.. nuestro propósito era buscar y encontrar níscalos, buscar los buscamos durante largo rato pero encontrarlos ya fue otra cosa, ni uno y eso que este año decían que estaba todo lleno, cosa que por otra parte debía ser cierto, pero….




Como lo de los níscalos no cuajó ni bien ni mal, decidimos volver al calor de la lumbre, del cordero asado y de ese té marroquí que amablemente Radjaa no preparó.
A los postres, que fueron buenos, llegó la charla, las anécdotas y la alegría por este día pasado junto a unos grandes amigos que desde hace años ya forman parte de nuestra vida y de nuestros mejores momentos.




Que cortas pueden ser los ocasiones cuando la verdad y la amistad fluye por todos los lados, pero también he de decir y vosotros lo sabéis, que estos momentos se repiten muy a menudo, tanto que nos proporcionan un estado de felicidad y buenas sensaciones gracias a las cuales nuestras vidas están cargadas de muchas más alegrías y optimismo.




Espero que esta costumbre se institucionalice, y así podamos sentir juntos cada año el otoño cadalseño y el calor de esta amistad, para que todos gocemos durante muchos años de nosotros, de nuestras maneras de ser y pensar y de todo aquello que nos hace diferentes pero que sirve para unir más los lazos del compañerismo y la  hermandad.




Al anochecer el calor del fuego contrastaba con el atardecer de Lancharrasa, mientras el sol comenzaba a caer camino de la noche en el silencio de los tiempos.
Besos y abrazos para todos.

Pedro y Merche
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

lunes, 26 de noviembre de 2012

La cesta de níscalos de Justo



En esos recipientes casi siempre de trenzadas mimbres, se recogen desde siempre todo tipo de frutas, verduras y frutos silvestres así como setas y hongos. Esta vez la cesta contiene delicados níscalos que resaltan por su limpieza y jugosidad. La cesta para más detalles fue recogida en nuestros pinares el pasado domingo por Justo, un gran experto buscador de estos apreciados hongos, tan abundantes en nuestro pueblo aunque tan escasos en los últimos tiempos, por culpa de esas lluvias que tan escasas viene siendo en los últimos años.

Mirar estos níscalos es dejarse atrapar por esa emoción que a todos nos embarga cuando vemos estas imágenes, y es que tanto no llena que enseguida pensamos en seguir la huella, en este caso de Justo, con la corazonada de encontrar un par de buenos “ranchos” que llenen nuestra cesta, más que con la ciencia y la experiencia que para estas lides se necesitan,  con la consecuencia de apenas encontrar aislados especímenes que más que llenar la cesta, lo que harán es llenar nuestro presunción sobre lo que creemos como algo fácil, que luego no lo es tanto.

Es por todo esto que si a muchos nos cuesta encontrar níscalos, lo mejor es verlos en esta cesta, total la vista habrá disfrutado, aunque nada el gusto.
 
Zorro Corredero
Fotos Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
 

 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Una cesta de membrillos


No podía faltar durante este colorido y lluvioso otoño una de las cestas más típicas de Cadalso, me estoy refiriendo a la cesta de membrillos. Membrillos los hay de muchas clases pero siempre han sido y siguen siendo los mejores los de viña y huerto.
 



Pocos quedan ya con esta ubicación, ahora predominan más los de jardín y es evidente que no son lo mismo, ni por la textura de su carne, ni por su sabor.  
Cada cesta emblemáticamente cadalseña que aparece en esta carpeta, es una foto para el recuerdo, es una imagen que tal vez con el tiempo desaparezca y que con los años solamente sea una parte más de nuestro pasado, esperemos que no.


Agradecer una vez más a Gera, hombre de campo cargado de cultura y conocimientos, los cuales ha trasmitido a sus hijos para que el día de mañana las cosas al menos sigan parecidas o igual, y otros como yo hoy recojan cada otoño una cesta de membrillos de huerto para satisfacción y gozo de sus sentidos



Zorro Corredero
Membrillos: Gerardo García
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

martes, 30 de octubre de 2012

Una bandeja de níscalos de Cadalso

Roberto me envía estas fotos con una bandeja de níscalos cadalseños, no es una cesta, pero por la escasez de esta especie, bien se merecen estar en esta carpeta.

Gracias Roberto.
Zorro Corredero


 
Hola Pedro,

Como te comente ayer, te envío un par de fotos de los níscalos que cogí el pasado sábado.Como puedes ver son níscalos frescos, sanos y cogidos en Cadalso no como otros que presumen de ellos y luego resultan que no son de nuestro municipio.
 
 


De momento hay pocos y esperemos que "los rastrilleros" los dejen crecer y sean cortados en su momento para que todos podamos disfrutar de este manjar que nos ofrecen los montes cadalseños. Los níscalos cuya diámetro no supere los 5 ctms no deben de ser cortados ni arrancados.

Por cierto el domingo también cogí otra bandejita similar a esta de la foto


Saludos,
Roberto

jueves, 25 de octubre de 2012

Una cesta de manzanas





Llegar al huerto notando esa brisa que durante el otoño corre por Tórtolas es una placer para los sentidos, ver las manzanas reineta que cuelgan del árbol y llevarte una a la boca es sentir ese gusto a lo de siempre, oler a manzana y a campo es acumular años de recuerdos y de vivencias de otros tiempos y otras personas.




Resulta muy fácil dejarse llevar por la ilusión y los secretos de nuestra vida, descubrir su significado y emocionarse con unas simples manzanas que una a una van llenando esta cesta, pero son tantos los momentos aquí vividos con las personas queridas que un día estuvieron, que este simple acto se convierte cada otoño cadalseño en un placer intimo lleno de evocaciones que siempre he guardado en los recuerdos de mi infancia.



Ellos ya no están, pero el fruto de estos árboles que un día lejano plantaron, siguen llenándome de rememoraciones y sensaciones tan llenas de placer y amor que al regresar aquí de nuevo, me produce un acercamiento a mis seres queridos que me ayuda a seguir sintiendo la vida, no lo puedo evitar, tal vez me esté haciendo viejo, tal vez, pero me complace.

 
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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