No me acostumbro......
martes, 30 de noviembre de 2021
Casa Carabias, el Tilo y su gente, amargura obligada. Cadalso de los Vidrios
lunes, 29 de noviembre de 2021
Anécdota cadalseña en el Valle de los Caídos..por Miguel Moreno.
Anécdota cadalseña.....
Esta foto se hizo en lo alto de la Cruz de los Caidos. Fue una excursión cadalseña a Segovia, La Granja, Valle de los Caídos (Cuelgamuros) y San Lorenzo del Escorial... Fuimos muchos sanantoneros de ambos sexos. Fue la primera vez que salí de Cadalso (sin contar las que me llevaron a Madrid al médico). Les di un pequeño disgusto a mis paisanos. Verás, al bajar de la Cruz por las escaleras, quise llegar el primero y salí corriendo. Tanto corrí que me pasé de frenada y me perdí. ¡Qué disgusto para todos! Un policía de paisano me llevó al redil cadalseño surcando por extraños y secretos pasadizos. Abrió una verja enorme, detrás de la tumba de José Antonio, y rápido encontró a los míos. La bronca que me echaron nada más verme aparecer fue monumental... ¡Pobres paisanos qué susto les di! Lo cierto es que aprendí mucho en aquella jornada. De la foto conozco a muy pocos que, por cierto, se la regaló a mi mujer la hija de una cadalseña que nos acompañó en dicha excursión. Se la entregó a Paloma en la piscina durante una mañana veraniega (Muchas Gracias. ¡Qué buena es la gente de Cadalso!). A lo largo de mi vida volví a perderme muchas más veces, pero ello ya daría para un libro voluminoso. Feliz día...
Miguel Moreno González
sábado, 27 de noviembre de 2021
Nevando en Cadalso. 27 noviembre 2021.
Nevando en Cadalso
Casi me pilla en la Muñana, pero ya en caliente. Cómo puede cambiar todo en tan poco espacio de tiempo. Cadalso maravilloso.
Desde la Peña Muñana de Cadalso de los Vidrios.
Y desde arriba.....
viernes, 26 de noviembre de 2021
Luis y Aguedita en la Corredera. Año 2010
Luis y Aguedita siempre serán parte de la Corredera......
jueves, 25 de noviembre de 2021
Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña: Mochilas, botas, piolets y crampones.
Años 70
Las mochilas eran de lona con un refuerzo para atar los crampones, normalmente Quer o Stubai, con un único enganche para el piolet, que era de madera y de marca Stubai o Charlet Moser, el cual se recortaba para ser más práctico en las subidas y se barnizaba con aceite de linaza. Las mochilas de marca Altus o Serval, eran las más utilizadas. Las botas, nada que no se sepa ya, las Kamet 6º Grado bien untadas de grasa de caballo eran lo más, aunque para aquella época y el dinero que se tenía, eran un poco caras. Las tiendas más visitadas eran las de El Rastro, Gonza, Esteve, La Flecha de Oro, y algunas más distribuidas por otras zonas de Madrid, Luce, El Igloo de Pedro Gómez, otra en la calle Béjar que no recuerdo el nombre y ya la repera eran las de Andorra, Alpesport era todo un punto de reunión de gente de montaña, pero cerró en 2015.
CARLOS LÁZARO GARCÍA, “GRANDÓN”.. por Miguel Moreno.
CARLOS LÁZARO GARCÍA, “GRANDÓN”
El 11 de junio de 2020, falleció un querido compañero
ciclista de San Martín de Valdeiglesias (Madrid). El pasado 20 de noviembre de
2021, Remigio Yuste Blázquez le organizó un merecido homenaje que contó con la
presencia de grandes campeones del ciclismo como Julio Jiménez, Ángel Arroyo,
Pablo Lastras, Julián Adrada… y numerosos compañeros y amigos. Ante su tumba,
en el cementerio de San Martín, se colocaron ramos de flores junto a un poster en
el que aparecen las fotos de algunos de sus amigos ciclistas. El campeón
“pinche”, Pablo Lastras, titular de la peña de la que Carlos era Presidente,
pronunció unas sentidas palabras llenas de sentimiento y agradecimiento ante su
viuda, su hijo y todos sus amigos... Luego servidor leyó un pequeño escritito, cerró
el acto la viuda de Carlos, Tere, que nos dio las gracias embargada de tiernos
y emocionados recuerdos de su querido esposo. Después nos fuimos todos a
pedalear por las carreteras que él gustaba surcar. Se cerró esta jornada en su
honor con una comida en el distinguido restaurante “Valdeiglesias”. Fue un día
precioso, lleno de emociones y de la alegría de vernos de nuevo todos juntos
acompañados de su recuerdo. A continuación copio el humilde escritito que leí
ante su tumba. Muchas Gracias Carlos, por esa amistad con la que a todos nos
obsequiaste.
Carlos, Pablo Lastras y Miguel
Era muy grande. Un gigante de la ruta y de los
sentimientos. Su corazón aún era mayor que su cuerpo. Quería al ciclismo y convencido
se abandonaba a él presionando sobre los pedales para amortiguar los golpes de
la vida. Sabía que la bici es un cachivache cargado de armonía. Nunca se ponía
nervioso, marchaba con calma y sonreía mientras nos hablaba de la importancia
de la amistad. Angelito, su fiel amigo, lo sabe muy bien porque hasta el último
momento le acompañó en lo bueno y en lo otro.
Remigio, Pirelli y Javier.
Fue atento y afectuoso con todos nosotros y era muy fácil
quererle, se dejaba querer. A mí siempre me trató con un cariño inmenso y más
cuando se enteró que mi padre fue un viejo compañero suyo. “¡Miguelito, ya sé quién fue tu padre, su buena fama le precede y aún
perdura, que me lo han dicho a mí!” Me lo dijo pedaleando juntos mientras
echaba su brazo sobre mi hombro y me preguntaba por mis cosas, esas que todos
sabéis; lo de siempre, chismes sin importancia… Pero Carlos recibía mis
respuestas con destellos de alegría en su mirada.
Carlos, Remigio, Miguel y Angelito.
Tenía sus rutas favoritas que solían coincidir en verano con las fuentes más frescas. En la carretera se sentía a gusto, feliz; llenaba su cantimplora, reía con sus propias ocurrencias, le gastaba bromas a Remigio, “¡qué tragazán eres!” No dudaba en refrescarse la cara y las piernas sentado sobre las piedras de la fuente, pero antes apartaba las hierbas del manantial con sus manos enormes hechas para acariciar.
Ángel Arroyo, Balta y Julio Jiménez.
Albergaba la idea del ciclismo más hermosa: la de hacer
amigos y disfrutar del entorno. “Miguelito,
cuando llegue a San Martín llamaré a mi mujer, Tere, y nos tomaremos unas
cervezas en La Estación, después nos daremos un chapuzón en casa en compañía de
nuestro hijo, Jesús. Pero tú no dudes en llamarme si de aquí a Cadalso tienes
algún contratiempo. Enseguida voy a socorrerte con la furgoneta...”
Tere esposa de Carlos y su hijo Jesús con Ángel arroyo.
La bicicleta da sentido a nuestras vidas, aclara nuestras mentes y nos hace solitarios porque sólo necesitamos de nuestra compañía. Los ciclistas somos diferentes al resto de deportistas, ni mejores ni peores, simplemente distintos. A veces nos duelen las piernas pero te alegras de estar allí junto a Carlos y la Naturaleza. Y cuando parece que ya no vale la pena tener esperanza en la vida, nos montamos en la bici y vamos a su encuentro. Es verle y, todos a una, sucumbimos a la emoción. Ya os he dicho que era muy fácil quererle…
Miguel MORENO GONZÁLEZ
miércoles, 24 de noviembre de 2021
De la Iglesia a la Corredera todo es Cadalso.
Cadalso entre dos luces.....y mojado.