Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

lunes, 30 de noviembre de 2020

De la Sangre a la Muñana. Buenos Días Cadalso.

La calle de la Sangre y la Muñana

 


Unidas por los siglos, la calle de la Sangre y la altiva Peña Muñana, se aúnan cada mañana para recibir los primeros rayos de sol que iluminan Cadalso, es la magia de cada amanecer, el sentimiento de todos por ver como en una sola mirada se conjugan dos formas de ver y sentir lo que nos rodea desde hace tantos siglos. Siempre transitada, la calle de la Sangre, pensad que la Corredera se realizó muchos años después, y por lo tanto para llegar al entonces venerado Cristo de la Sangre este era el itinerario normal, aunque hoy le haya quitado protagonismo la Corredera y la Ronda de la Sangre. Os animo a pasear por esta calle y llegar hasta la Real, todo aquí es pasado, todo es más tranquilo para ir descubriendo casa a casa nuestra pasada vida y también nuestra historia. Para todo esto debes llenarte de cadalseñismo y dejarte llevar, yo lo hago muchas veces y a mi me viene bien, ahora tú decides. 
Cadalso me reanima. Buenos Días Cadalso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

domingo, 29 de noviembre de 2020

Tardes de paseo....Buenos Días Cadalso.

 Mañanitas de niebla, tardes de paseo.

Pues eso, que paséis un buen día y que la opacidad de la niebla no os deje ver la belleza de Cadalso. Serán sólo unas horas, tal vez menos y por la tarde un buen paseo para admirar los colores del otoño que se reflejan en cualquier lugar de la Villa. Cadalso me reanima. Buenos Días a todos.     

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

sábado, 28 de noviembre de 2020

Entre Plazolillas. Buen día Cadalso.

 Entre Plazolillas. Cadalso maravilloso.


A veces me gustaría volver a ser niño, aprender las calles de Cadalso y a conocer a todas aquellas personas que poblaban nuestro pueblo cuando poco había fuera del casco urbano. El color de los árboles en otoño, el verde del campo en primavera, los azules de esos cielos que cada día nos regala la vida, el blanco inmaculado de la nieve con cuatro pisadas, entonces nevaba más y no había coches, las noches frías de invierno con calles solitarias, las calurosas del verano con los corrillos de vecinos sentados en sus puertas. Has conocido tú todo esto, has vivido estas sensaciones? Hoy la pequeña calle que una las dos Plazolillas es la protagonista, también sus antiguos moradores que corretean por mi mente y todo lo que en aquellos años ocurría por esta parte noble, sencilla y trabajadora de nuestro pueblo. Entre Plazolillas recuerdo a Bruno y Alejandrina, al Choco, A la Visita y Marcelino, A Carolo y su mujer, y puede que alguno más que mi cerebro ya no recuerde. Bueno, pues lo dicho, que hoy mi homenaje va para esta calle y sus habitantes, tanto los de ayer como lo de hoy. Cadalso me reanima. Buen día a todos. 

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 27 de noviembre de 2020

En memoria de José Luis Matatoros Villaverde "Santi"

 

HA MUERTO MI QUINTO, JOSE LUIS MATATOROS VILLAVERDE

Se ha muerto José Luis Matatoros Villaverde, “Santi”, nació en Cadalso el mismo día, mes y año que servidor. Nos fuimos juntos a la mili e hicimos juntos todo el campamento. Salimos de buena mañana de octubre de 1976 de Cadalso hacia Madrid acompañados de mi padre. De allí en tren hasta Figueras (Gerona), con escala en Barcelona, luego un autobús militar nos trasladó al campamento de instrucción sito en San Clemente de Sasebas (Gerona), CIR nº 9, cerca de la frontera con Francia.

En el mismo barracón, con idéntica esperanza y en la misma litera dormíamos cubiertos de mugrientas mantas: él arriba, yo abajo. Creo recordar hasta los números que nos asignaron para el reclutamiento: 1742 para él, 1743 para mí. Aprendimos a desfilar a la vez y a desarmar y armar el CETME pieza a pieza. José acababa antes que yo y le daba tiempo a ayudarme (siempre fui un “manazas”). Una atardecida fuimos de marcha nocturna y acabamos en la frontera con Francia. Nuestro teniente se despistó y suplió su falta de pericia y orientación con educación. Pidió perdón diplomáticamente a los gendarmes franceses del puesto fronterizo. Volvimos con los pies llenos de callos y rozaduras de aquellas pesadas botas militares.

Santi y Miguel en el Campamento San Clemente. Sasebas. Gerona_____1976

                Algunos fines de semana veníamos a Cadalso (“Santi”, Anselmo y yo) y volvíamos a San Clemente en autobús (¡menuda paliza!); otros nos acercábamos a Figueras a ver el museo de Dalí o la bonita plaza de toros que tenían en dicha localidad; también íbamos a Barcelona a pasear por Las Ramblas. En una de esas excursiones tuve un accidente y me ingresaron en el Hospital Militar de Gerona. Él me mandaba las cartas que me escribían para que yo pudiera contestarlas y así nadie se enterara de mi convalecencia (“Santi” y el Ejército se portaron bien con servidor…) Después de Jurar Bandera nos separaron. No estoy seguro de su destino, ¿quizá fue a Lérida? Yo fui a Barcelona, a Hospitalet, concretamente.

                En sus ratos libres en el CIR le gustaba tejer con lana multicolor gorros, bufandas, adornos variopintos… que les regalaba a su familia y a su novia, Carmen Rico, luego su mujer y ahora su viuda. Tanto empeño ponía en su quehacer que se cortó el dedo índice de su mano derecha. En una foto que nos hicimos, él aparecía con su mano escondida en la espalda para que su familia no le viera el vendaje. Trenzaba sobre un marco de madera apoyado encima de nuestra litera de aluminio. Lo hacía con maestría y  agrado con una aguja grande… ¡Qué bonitos le quedaban! Yo le miraba absorto y entretenido con su pericia. “Santi, acaba y vámonos a la cantina a merendar”. Levantaba la vista de su humilde obra de arte: “Migue, espera, que acabo de rematarlo en rojo…”


Santi de monaguillo con Don Jesús, abajo a la derecha_____1965

Salíamos hacia la cantina que estaba en lo más alto del campamento, donde más soplaba la tramontana. “En Cadalso no hace tanto aire como aquí, ¿verdad?” “¡Qué va, “Santi”, qué va! Allí es más suave y parece que te acaricia, aquí no nos deja ni andar.” Ese aire cadalseño te llevó esta mañana consigo, se tejió zalamero a tu enorme y noble corazón. Yo no sabía, ¡qué iba a saber!, que en aquel entonces José tejía paciente su corazón al mío. Hoy me lo dijo con su última mirada, mientras su familia me lo recordaba: “Siempre hablaba con mucho cariño de ti…” ¡De tanto tejer corazones, se te destejió el tuyo… Santi, quinto!     

Miguel MORENO GONZÁLEZ


A Santi, que se lleva una parte de mi y de muchos.

No hacía nada de ruido, no le gustaba aparentar, Santi era tranquilo y cariñoso, lo sé porque desde niño y de adolescente pasé muchos momentos junto a él, luego nos fuimos distanciando, pero siempre que nos encontrábamos en las calles de Cadalso, nunca faltaba un saludo y un poco de conversación. Recuerdo las misas con Don Jesús, cura de Cadalso a mediados de los 60, los Hornazos en la Peña y alguna merienda en su casa de la calle de la Iglesia, donde Gregoria, su madre, siempre se portaba cariñosamente conmigo y con todos. No va a ser fácil decirte adiós, dejar de verte, sentir tu mirada tranquila y hasta un poco vergonzosa, borrar las historias vividas, no, no quiero dejar que todo esto desaparezca con tu partida, porque como siempre digo seguiremos estando juntos, tú en Cadalso de Arriba y yo en el otro, y cada vez que los recuerdos me lleven a ti, te sentiré y seguiré viviendo nuestra amistad. Un abrazo grande amigo Santi.  

Pedro Alfonso "Zorro Corredero"

Plazolilla esquina a la Sangre. Buenos Días Cadalso

 Plazolilla y Sangre, calles de Cadalso


Es difícil olvidar el pasado, aunque siempre es mejor vivir el presente y soñar con el futuro. La esquina de la foto es parte de ese pasado cadalseño que muchos llevamos dentro, aquí estuvo durante décadas la panadería de la Corsina, el horno y el olor que llenaba todo el barrio a pan y magdalenas. Hoy todo ha cambiado, sólo quedan algunas estrofas de aquellos días que van desapareciendo a través del tiempo y la desaparición de los que por aquellos días poblaban este barrio y este pueblo. Bueno, sigamos viviendo y pensamos en el futuro. Cadalso me reanima. Buenos Días CADALSO:


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


jueves, 26 de noviembre de 2020

UN SORDO QUE OÍA LA MÚSICA EN SU INTERIOR. Por Miguel Moreno

 (A Balta y a sus Clásicos cadalseños, que, incansable desde hace catorce años, nos enseña a amar la música y a lo nuestro en Radio Cadalso…)

UN SORDO QUE OÍA LA MÚSICA EN SU INTERIOR

Beethoven era un genio. Tenía la cabeza llena de pasión. Tengo una suscripción a la Filarmónica de Berlín. Hay días que se los dedico casi en exclusiva a la música, especialmente a él. Las imágenes, el sonido, las tomas, los gestos y las expresiones conmovidas de los profesores, el dinamismo de la batuta del director, las tomas al ralentí del auditorio, las lágrimas de algún (a) espectador, las notas virtuosas de los instrumentos… son puro goce, un irrefrenable entusiasmo.

Cuenta Balta en su programa de las tardes sabatinas de Radio Cadalso, “Los Clásicos al Atardecer”, que Ludwin poseía una personalidad dificilísima, un punto atormentada. Sin embargo, componía música maravillosamente. Qué cantidad de matices, giros, notas… Creaba de forma arborescente, embriagadora, total, única… Utilizaba todos los instrumentos, todas las sensaciones, todo lo que la vida le regaló y que él, generoso, lo compartió con todos nosotros agradecido.

¿Qué andaría por su cabeza para crear tanta belleza? En sus comienzos fue denostado injustamente por la élite musical asentada. Consideraban esos expertos que su música más que tal era simplemente ruido. Ya, ya, ruido… Fue algo rutilante jamás creado hasta entonces. Eso es lo que era (sigue siéndolo) este genio musical, revolucionario e innovador.

Me gustaría estar perdido entre la orquesta de manera invisible para sentir y observar la música en estado puro. Me fascina la forma en que los profesores se abandonan a su creatividad, sus gestos, sus movimientos, su impronta sentimental… Sus ojos, esos ojos de los músicos, desprenden poesía. Todos los humanos sabemos que tenemos algo dentro que no sabemos descifrar y que moriremos con ello. Beethoven halló el medio de hacerlo: ¡La Música!

Siempre he pensado que cada uno de nosotros, los humanos, somos únicos, irrepetibles, especiales… Oyéndole me reafirmo en esa aseveración. Flotar, volar, emocionarte… Fue él quien me descubrió que puedo volar sin tener alas. Volar con la imaginación… A notas llenas de pasión arrebatada le suceden otras de una sutileza sobrecogedora. Sordo se quedó creando una música nueva y maravillosa que oía en su interior, mudo no quedó: “Yo compongo música para que me quieran…” Con tanto ahínco lo hizo, que muchos jamás dejaremos de quererle…

                                                                                   Miguel MORENO GONZÁLEZ


miércoles, 25 de noviembre de 2020

Almanzor en verano. Gredos maravilloso.

El Almanzor. Verano en Gredos 

"He estado hace pocos días en los altos de la sierra de Gredos, espinazo de Castilla; he acampado dos noches a dos mil quinientos metros de altura, sobre la tierra y bajo el cielo; he trepado el montón de piedras que sustenta al risco de Almanzor."

Miguel de Unamuno
Salamanca, agosto de 1911
                                                                        

Siempre es un placer visitar Gredos, siempre me lleno de muchas cosas que me llevan a otros tiempos y otros compañeros, es sencillamente volver a vivir experiencias que se alimentan de décadas de montaña. Una tarde llegas a la plataforma, te preparas, atraviesas el Prado de las Pozas, cruzas el puente y ya estás subiendo a Los Barrerones, de pronto aparece el Circo de Gredos con sus altivas y pétreas cumbres. están todas rodeando al rey Almanzor, te detienes y observas la laguna,  el refugio, y respiras una vez más, porque tienes la gran suerte de estar de nuevo aquí, todo un lujo después de tanto tiempo de confinamiento y de años acumulados a la edad. 

Bordeas la laguna, una macho de cabra montés, te mira sorprendido, últimamente no vienen muchos de tu especie por aquí, parece decir, pero nuestra mirada es de amistad y reconocimiento, él es dueño del lugar, yo soy un simple humano que desde siempre visita estas montañas, suficiente para respetarnos y admirarnos. El refugio sigue ahí, desde aquel año 1972 que lo vi construir, los caballos pastan en el cervuno junto a la laguna, la noche es estrellada y el sueño intermitente, casi siempre me pasa en la montaña. Amanece un gran día, sólo algunas nubes, como casi siempre, asoman por el Perro que Fuma y los Hermanitos, pero por lo demás el buen tiempo nos acompañará todo el día.
Salir de calor del refugio siempre cuesta, mucho, pero mucho más en invierno, comenzar a subir, llegar a la Portilla Bermeja donde siempre, en otro tiempo, se mantenía durante todo el verano un gran nevero que servía para enfriar las bebidas del refugio, una vez que el guarda lo cortaba a trozos con un hacha y lo bajaba en la mochila, qué recuerdos! Ya estamos en la Portilla del Crampón, la que nos sube por empinada pedrera veraniega hasta arriba para ya ver la otra cara con las Canales Oscuras, el  Cuerno del Almanzor y la última trepada hasta la cumbre, hoy solitaria, del rey de Gredos y de todo el Sistema Central, el Almanzor. Recuerdos, vivencias, situaciones, todo se me viene aquí junto al vértice, la cruz de hierro desapareció hace años, todo es como siempre y nada ya es igual con el paso del  tiempo. Bajar, llegar al refugio, comer y volver de nuevo a la plataforma, siempre con una mirada hacia atrás, pensando cuando volveré, espero, casi siempre es así, que sea pronto, o por lo menos no muy tarde, bueno, esto igual es lo mismo.
Gredos siempre será maravilloso. 

Prado de las Pozas

Circo de Gredos maravilloso.

El rey de Gredos nos recibe junto a la laguna

Primeras luces. Almanzor y Cuchillar de la Navajas

Laguna desde la Portilla Bermeja

Almanzor 2.592 m.

Hermanitos y Perro que Fuma


Portilla del Crampón

Cuerno del Almanzor



Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

El Callejón, lugar de juegos y amores. Buenos Días CADALSO.

 Un paso obligado 


En los inviernos de aquella época era un lugar frío, oscuro, ideal para sentir la soledad, hoy es un paso casi obligado, por qué se preguntarán algunos, está claro, porque aquí parece que todo siga igual, que no haya transcurrido el tiempo, que los recuerdos todavía sigan flotando en el corto espacio y tiempo que tardes en cruzar de un lado a otro. De chico, como decíamos antes, ahora se dice más de pequeño, lo conocíamos muy bien, era nuestro escondrijo de juegos y aventuras, de descubrimientos amorosos de los que tenían más edad, de visiones casi prohibidas para la época, de ocultos placeres, de tantas cosas que la vida nos ha ido quitando, por la edad o por el tiempo, tantas que hoy lo llaman el Callejón del Tío Ricardo, y antes siempre fue el Callejón de la Felipa, o simplemente el Callejón, claro que no tiene n el mismo peso los dos personajes, pero ambos fueron y seguirán siendo protagonistas del Callejón, al menos hasta que la existencia haga desaparecer a los que por entonces éramos chicos, de edad claro. Cadalso me reanima. Buenos Días.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


 

martes, 24 de noviembre de 2020

La bola y el ciprés. Buenos Días Cadalso.

Bola y ciprés. 


Fue una tarde de octubre, el sol sucumbía con la llegada del atardecer, sólo unos rayos se escapaban de la penumbra que Lancharrasa imponía al astro, los cuales surcaban la calle de la Iglesia hasta reflejarse en las piedras del herreriano atrio. La luz duró sólo unos minutos, pero era tal la luminosidad que toda la iglesia irradiaba luz, brillo y arte, Dios mío que belleza. Cadalso me reanima.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


lunes, 23 de noviembre de 2020

Ronda de la Sangre. Buenos Días Cadalso

Desde Ronda de la Sangre


Solitarias y silenciosas las calles de Cadalso afrontan un nuevo día, bajo la suave brisa otoñal del actual mes de octubre, la gente comienza a despertar para de nuevo volver a llenar cada calle de nuestro pueblo, para hacer cola en la panadería o en la ferretería, por poner un ejemplo, es lo que toca y en lo que estamos inmersos, mientras, el pueblo no sabe de esto y sus calles y rincones siguen siendo como siempre. Feliz día a todos. Buenos días Cadalso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


domingo, 22 de noviembre de 2020

Madrid en el Retiro.

 El Retiro, placer madrileño.


Puede ser uno de los mayores placeres de Madrid capital, tampoco estoy muy seguro, porque hay tantos y tan variados que este podría ser uno más. Cada uno elige lo que más le gusta, donde se siente más identificado, donde da rienda suelta a su pasado y a sus recuerdos, todo vale en Madrid, por algo en la capital de España. Por cierto, cuál es tu rincón favorito de Madrid ? Buenos días y feliz domingo.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


sábado, 21 de noviembre de 2020

Herrando al borrico en Cadalso de los Vidrios

 Herrando al borrico de Juanito "Carabañas"


La imagen nos muestra a dos personajes de Cadalso, Celito el Trucha y el tío Juanito Carabañas, en plena faena para herrar al borrico de Juanito. Fue en las casas del "Tío Mundo", en el corral que daba a la calle Eternidad, propiedad de Uge, hermana de Celito. La foto es de 1974 y es toda una joya, ya que prácticamente la profesión de herrador ha desaparecido. Como curiosidad, si os fijáis podéis ver a dos mujeres reflejadas en el cristal de la ventana. Sabéis quiénes son? 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico pedro Alfonso


viernes, 20 de noviembre de 2020

Rayos de otoño. Buenos Días Cadalso

 Rayos de otoño


Cuando los primeros rayos de sol otoñal, inundan Cadalso, las piedras de la iglesia adquieren un color que ilumina todo el pueblo. Cadalso maravilloso me reanima.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

jueves, 19 de noviembre de 2020

AMOR DESAGRADECIDO, por Miguel Moreno

 (A él, que tan mal lo está pasando…)

AMOR DESAGRADECIDO


Nadie sabe como él del amargor del cariño. Los hombres y mujeres con apariencia interna de sanos. Los hombres y mujeres que andan por el mundo, que van y vienen de sus negocios y de sus vidas jugando con su educación hipócrita… nada saben de lo que es amar, de lo que significa amar en una lucha titánica, feroz y desigual contra las propias creencias de uno, contra el reloj inexorable de la vida que marcha sin piedad alguna…

Nada saben de lo que es amar; porque nada saben de agonías, ni de tristezas, ni del silencioso tránsito que se alarga, casi indefinidamente, para no morir un día poco a poco con uno mismo en soledad… Nada saben de lo que es amar porque nada les ha sido vedado, porque la vida siempre les ha dicho que sí, porque nunca se sintieron al borde del abismo desahuciados… Nada sabe del amor esa persona que se sabe amada y cambia ese amor por rebajarse hasta el infinito por una falsa adulación…

Porque ellos no han sentido que todo el cariño que tenían reservado para una larga existencia, hubieron de darlo de golpe y entero a eternos y sobrecogedores pensamientos sin fin. Es entonces cuando te das cuenta de que nunca el tiempo vale tanto hasta que, sin reloj, adviertes que te quedas sin él, que los dramas del amor ni siquiera registran su marcha a gemido por segundo, a suspiro por minuto, ni a pena por hora…

 

                                                                                                   Miguel MORENO GONZÁLEZ


miércoles, 18 de noviembre de 2020

Noche de niebla en Cadalso.

 Ayer la niebla de apoderó de Cadalso


Hacia tiempo que no veía Cadalso bajo la niebla, ayer me gusto ver las calles inundadas de esa humedad que proporciona siempre la niebla. Caminar con niebla siempre me ha gustado, aunque no conducir. Pues eso, que me di una vuelta y al pasar por las Casas Nuevas, concretamente por la calle Pedro Álvarez, hice esta foto, más alguna más de otras partes del pueblo. Muchas veces en otoño desaparecen las calles, la iglesia, las montañas, es la niebla que juega con nosotros para devolvérnoslo todo mucho más brillante cuando desaparece, si, me gusta la niebla. 

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

martes, 17 de noviembre de 2020

Bienve cumple 91 años.

 MUCHAS FELICIDADES

La dulzura de Cadalso representada en Bienve y un racimo de albillo

Porque 91 años no se cumplen muchas veces, porque te quiero, porque eres una gran cadalseña, porque siempre has estado junto a nosotros, porque amas la vida y a las gentes de tu pueblo, porque todo el que se acerca a ti es bien recibido, porque no existen ni clases sociales ni políticas para que les aprecies, porque tu amistad es sana, porque a tu lado nadie se siente extraño, porque con 91años le das al móvil, a internet y al Facebook, porque hay tanto que agradecerte que nunca acabaría, por esto y sencillamente porque eres mi tía, te quiero felicitar. MUCHAS FELICIDADES.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


lunes, 16 de noviembre de 2020

San Antón. Buenos Días Cadalso

 Desde San Antón

Cuando te detienes en San Antón, uno, que ya tiene su edad, advierte la presencia de personajes que antaño vivieron y vagaron por aquí. Ya nada es como antes, apenas se oyen pasos, las chimeneas no echan humo, en los amaneceres no se escuchan cascos de caballerías, ni el sonido de tantos que un día con sus voces acariciaban con cariño este barrio. A veces, no siempre, pienso que este pueblo se está vaciando, aunque yo, como muchos, seguimos apreciando este trozo de tierra. Cadalso me reanima. Buenos Días CADALSO.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


domingo, 15 de noviembre de 2020

Una calle con recuerdos. Buenos Días Cadalso.

 Una calle con recuerdos

Todas las calles tienen recuerdos, a veces de momentos vividos y otros de personas queridas. Cadalso maravilloso. Buenos días Cadalso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


sábado, 14 de noviembre de 2020

Otoño en la viña. Buenos Días Cadalso.

 Otoño en la viña


Amanece con lluvia sobre Cadalso, los campos ya descansan y las viñas han perdido sus hojas, sólo alguna se resiste a morir, mientras las gotas de agua se aferran a ellas como queriendo que claudique ante el inminente mal tiempo de otoño. Seguramente sea la última imagen que nos ofrezca esta cepa, luego tras la poda se sumirá en el descanso invernal. Cadalso es maravilloso. 

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 13 de noviembre de 2020

Pino reflejado en Garganta del Boquerón. Cadalso de los Vidrios.

 Camino de Casa de Tablas

Las últimas lluvias han dejado la pista forestal de la Casa de Tablas con grandes balsas de agua. Algunos se lo piensan para pasar con su auto, otros, los más listos, lo dejan aparcado al principio y caminan hasta el Pino Carretero, la fuente, o la Granjilla, disfrutando de la mejor manera para recorrer esta Garganta de Boquerón, a pie. Si, es mejor dejar el coche, caminar y disfrutar de todo lo que nos rodea, sólo así protegeremos nuestra Casa de Tablas, un bello lugar que a todos encanta. Y mientras tanto, dejemos que este hermoso pino disfrute viéndose reflejado en las aguas. Cadalso maravilloso.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

jueves, 12 de noviembre de 2020

Pueblos y gentes de antaño. Por Miguel Moreno

 PUEBLOS Y GENTES DE ANTAÑO


Las cosas de los pueblos tienen un encanto especial que no se encuentra en ninguna otra parte. Sea cual fuere el destino de un hombre, el sello rural lo marcará de por vida. Tú ves a un director de banco, a un ejecutivo o a un Presidente de una Comunidad-Nación y al rato de hablar con él notas enseguida si gateó por los árboles a coger nidos o si anduvo metido en travesuras nocturnas riéndose de un paisano que a lo mejor, corriendo el tiempo, sacó matrícula de honor en todas las asignaturas para convertirse en ingeniero. Y si te fijas un poco notarás que alguno de ellos (o todos) tiene una cicatriz como recuerdo de una “cantea grande”, o quizá la tiene porque se resbaló subiendo a una higuera y cayó de bruces sobre una lancha “resbalosa”. Nacer y vivir en un pueblo da al hombre una sabiduría agraria, una astucia y un conocimiento de la vida que no se puede aprender en los libros. Parece mentira que un ayer tan cercano sea casi prehistoria.

El refranero no es más que una muestra apretada de la filosofía rural ante la vida. Es imposible resumir todos los libros de Humanidades con la síntesis certera que lo hace un refrán montaraz. Ningún letrado sabrá andar por la vida con las defensas naturales que tiene el niño que se ha lavado en la pila con el agua del pozo de su vivienda, o ha llevado una lata volteándola con las brasas de la lumbre desde su casa para no pasar frío en la escuela. Pero la vida ha dado un vuelco y a los pueblos ya no hay quien los conozca. Han llevado el Internet, los móviles y el coche de gama alta “tuneado” con la música a todo trapo. Los chavales se han convertido –antes del virus sin corona- en nómadas y desaparecen los fines de semana para hacer “botellón” en cualquier lugar que han puesto de moda. ¡Ah! Y no se ponen una camisa o unas zapatillas si no son de una marca determinada. La televisión y las “redes sociales” les han sorbido su identidad individual para convertirlos en una rara amalgama colectiva de difícil identificación.

Por eso ha desaparecido todo lo que nos era común a las pasadas generaciones como aquellos cines veraniegos al aire libre que eran tan familiares. Desde la abuela hasta los nietos llevaban las sillas de enea para sentarse y, como es cosa natural, no había besos de tornillo en la pantalla ni se había inventado la última fila, aquella que al pasar el tiempo llamaron “la fila de los mancos”. Y tantas otras cuestiones que eran mágicas para nosotros como lo eran los cuentos que nos leían al acostarnos. Ni rastro queda de aquella vida rural que poseía un fuerte contenido romántico.

Los tiempos avanzan y al igual que mis padres no me entendían a mí, yo tampoco entendí a mis hijos, ni éstos entenderán a los suyos. Desde hace mucho oí decir que es ley de vida. Esa ley te aísla abstraído en los recuerdos de tu vida y ayudan a mejor preparar un futuro incierto que, lógicamente, tiene menor recorrido que el pasado vivido. El presente me sirve ahora para reflexionar y meditar lo mucho que me equivoqué y lo muy feliz que fui gracias a mi familia. Siempre renunciaron a sus pequeñas ilusiones para dárnoslas a nosotros. Todo lo que ellos jamás poseyeron nos lo envolvieron amorosamente con el papel-regalo de la felicidad... Esa felicidad que constantemente me invita a mirar hacia atrás.

(En recuerdo de Alfonso Navalón, que escribía de estas cosas con emoción)

                                                                                   Miguel MORENO GONZÁLEZ


miércoles, 11 de noviembre de 2020

Tres maravillas del Valle del Tiétar.

 3 Maravillas del Valle del Tiétar 3


El hermoso Valle del Tiétar tiene tantas maravillas que sería imposible citarlas todas en un solo post, pero como muestra ahí van tres de ellas. La tres, por su cercanía, se pueden visitar en una jornada, además de otras que iremos descubriendo a nuestro paso por este emblemático y espectacular valle. 

Castillo de Mombeltrán o de los Duques de Alburquerque, siglo XV-XVI.
El Torozo, cumbre del Macizo Oriental de Gredos, 2022 m. de altitud.
Puente románico de Lanzahita sobre la Garganta Eliza. Siglo XVI.




Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


Nacer diferente. Buenos Días Cadalso

Castaños entre pinos.


Mi pensamiento se interrumpe súbitamente, mi vista se ve atraída por el color de unos castaños que crecen entre el poblado pinar,  disfruto con esta imagen que tanto me complace, pero de nuevo el pensamiento me lleva a otro estado, el de los incendios, no lo quiero pensar, pero por mi mente van pasando situaciones vividas y no olvidadas, si, siempre tengo miedo de perderlo. Camino de Casa de Tablas, camino del Boquerón. Buenos días Cadalso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

martes, 10 de noviembre de 2020

El Hogar y la soledad. Buenos Días Cadalso


Hogar del Jubilado y su soledad.
Cadalso de los Vidrios



Hace meses que la soledad invadió el Hogar del Jubilado en Cadalso, nada se escapa al virus, todo está amarrado a él y al miedo que nos imponen desde todos lados. El Hogar era, por no decir el único, lugar al que nuestros mayores podían acudir a diario para divertirse, pasar la tarde y tomarse algo. Hoy nada es igual, y mientras las puertas permanecen cerradas la tristeza campa a sus anchas, y en el horno de las desesperanzas se van fundiendo las ilusiones. Volverán la pisadas pausadas de nuestros mayores, oiremos sus risas y sentiremos sus penas y alegrías, porque con toda seguridad de nuevo encontraremos, todos, la armonía perdida. Un abrazo cadalseños, cadalseñas y Buenos Días Cadalso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

lunes, 9 de noviembre de 2020

Arroyo del Boquerón, Buenos Días CADALSO

 Arroyo del Boquerón

Y las aguas vuelven al arroyo del Boquerón. Es mágico pasear por este emblemático paraje, siempre ligado a nuestra existencia. Cadalso me reanima. Buenos Días.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


domingo, 8 de noviembre de 2020

Ronda de la Sangre. Buenos Días Cadalso

 Desde la Ronda de la Sangre. 


Apenas pasan unos minutos del toque de queda, la noche ha sido húmeda y las calles aparecen mojadas, decido tirar para la Ronda de la Sangre, el olor a pan se mezcla con el de la lluvia recién caída, es algo maravilloso que la vida y el momento me regalan. Buenos Días CADALSO.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso



sábado, 7 de noviembre de 2020

Pico de la Miel, una mirada siempre.

 Pico de la Miel


Es imposible pasar por la A-1, carretera de Burgos y no fijarse en él, allí en plena Sierra de la Cabrera, sobresale altivo el Pico de la Miel, todo un símbolo de la escalada en Madrid, y la muestra está a primera vista, donde destacan las claras líneas de multitud de vías que a lo largo del tiempo los escaladores han ido abriendo. Fíjate cuando pases por La Cabrera, es el último pico, cuando ya la sierra del mismo nombre toca a su fin. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


viernes, 6 de noviembre de 2020

El cedro del Atlas de Cadalso. Buenos Días Cadalso.

 Cedro del Atlas. Un bello árbol de Cadalso

De Cadalso me gusta hasta sus árboles, belleza natural la que nos proporciona este inmenso cedro. Buenos Días Cadalso.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


jueves, 5 de noviembre de 2020

MENSAJE DEL JEFE INDIO SEATLE EN 1854. A Ildefonso in memoriam. Por Miguel Moreno

 (A Ildefonso. In Memoriam)

MENSAJE DEL JEFE INDIO SEATLE EN 1854


¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida… Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los obscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo la memoria de los pieles rojas.

Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y, asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas. El venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y del hombre, todos pertenecen a la misma familia.


Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. Él se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Pero eso no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.

El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente agua sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.


Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Él no sabe distinguir entre un pedazo y otro de tierra, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos.

Tampoco le importa tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos y son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto. No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.

No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos. Y después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento: la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las paraceras.

Por ello, consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una condición: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos únicamente para sobrevivir.

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que le sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enséñenles que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo se escupen a sí mismos.

Esto sabemos: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo.


Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, no queda exento del destino común. Después de todo, quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: Nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes podrán pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. Él es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña, se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Pero ustedes caminarán a su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que, por algún designio especial, les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, porque no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde está el águila? Desapareció. ¿Dónde está el matorral? Destruido. Termina la vida y comienza la supervivencia.

---Prometieron a Seatle que le respetarían si iba a la Ciudad de los Soldados y hablaba con el jefe Wasichu. ¡Mintieron! No le llevaron a hablar con el jefe, sino a la pequeña habitación con barras de hierro en las ventanas, porque habían proyectado librarse de él. Y cuando vio lo que hacían, Seatle giró sobre sí mismo y sacó un cuchillo de debajo de su túnica y se lanzó contra todos los soldados. Pequeño Gran Hombre, que había sido su amigo y el mismo que nos había felicitado –a nosotros, los muchachos- por nuestro coraje en el primer combate, cuando atacamos los carros en el War Bonnet Creek, le agarró por la espalda e intentó arrebatarle el cuchillo. Y mientras luchaban, un soldado le clavó la bayoneta en un lado de la espalda, y Seatle se desplomó y empezó a morir. Lo recogieron y le llevaron a la oficina del jefe. Los soldados se desplegaron alrededor de ella y no dejaron entrar a nadie e hicieron que la gente se alejase. Mi padre y yo volvimos a nuestro campamento.


Aquella noche oí un canto de duelo, y se propagó hasta que llenó el campamento entero. Seatle había muerto… Murió desafiando a los blancos con su sonrisa de desprecio. Fue valiente, bueno y sagaz. No deseó más que salvar a su pueblo y combatió a los wasichus sólo cuando vinieron a matarnos a nuestra tierra. Únicamente tenía treinta años de edad. No pudieron matarlo en batalla… ¡Hubieron de mentirle y asesinarle de aquella manera!-

                                                                                                              El Alce Negro Cadalseño


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