Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

martes, 31 de mayo de 2022

Estelas Funerarias Yacimiento La Mezquita. Cadalso de los Vidrios

 Yacimiento Arqueológico La Mezquita


Estelas funerarias de granito decoradas que se pueden ver en el Yacimiento Arqueológico de La Mezquita en Cadalso de los Vidrios. Estas estelas se usaban para enterramientos y su época esta datada entre los siglos XI y XIV. Si aun no has visitado el yacimiento de Cadalso te aconsejo que lo hagas, te va a gustar ver como enterraban a nuestros antepasados. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


A Joaquín Pinilla, en el 4º Aniversario de su partida hacia lo más alto. Zorro Corredero

En recuerdo de Joaquín Pinilla 



Dicen que las montañas siempre estarán ahí, y tienen razón los que así piensan, pero hay veces que parece que hayan desaparecido, al menos durante un tiempo, el tiempo que se tarda en volver a sentir la presencia de ese amigo que un día respiraba y caminaba a nuestro lado y que la vida quiso llevarle mucho más alto, tan alto que a pesar de intentar seguir sus pasos y sentir su respiración, sus palabras y sus risas, nos es difícil seguirle. Son muchas las veces que encerrado en la niebla que cubre la montaña, bajo el viento que azota con fuerza las gélidas rocas, siento como se me agolpan los recuerdos, y te siento cerca, siempre delante y animándome con tu; vamos, vamos chiquitín. La vida es dura en la montaña, pero lo realmente duro es la propia vida, esa que sin permiso te arrebata lo que más quieres, lo que siempre has deseado y de lo que nunca hubieras querido desprenderte. Aun hoy, cuatro años después de tu larga ascensión a lo más alto, sigo preguntándome por qué ya no estás, por qué sólo habitas en mi memoria, por qué no puedo alcanzarte y caminar  junto a ti, ascender por los tubos de Peñalara o Claveles, y comer en nuestro rincón del Marcelino, sueños que los dos siempre compartimos y hoy se nos hacen inalcanzables. Amigo Joaquín, compañero de montaña y de cordada, siempre caminaré a tu lado y nunca dejaré de soñar contigo. 

+29. 05. 2018

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

domingo, 29 de mayo de 2022

Plazolilla de Abajo. Cadalso de los Vidrios.

 Plazolilla de Abajo...recuerdos vividos. 


Pasar por la Plazolilla de Abajo puede ser simplemente interesante o muy emotivo, todo depende de cada uno. Las personas no hacen grande a Cadalso, es Cadalso el que nos hace grandes, y nadie lo sabe mejor que aquellos que han corrido y jugado, en su infancia, por esta pequeña plaza. Hoy está llena de coches, hoy ya no viven los de entonces, pero hay una piedra que te transporta, acércate, siéntate, y verás que a pesar de los años, todavía quedan muchos recuerdos vividos y otros por vivir. Buenas tardes CADALSO.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


viernes, 27 de mayo de 2022

Entre Plazolillas. Cadalso de los Vidrios.

 Entre Plazolillas estoy....

Entre Plazolillas estoy, y con ambas disfruto. Lugares castizos de Cadalso y siempre cargados de remembranzas donde los personajes, de ayer y de hoy, son los protagonistas. Buenos Días CADALSO.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


jueves, 26 de mayo de 2022

NUEVOS Y ANTIGUOS COMPAÑEROS EN LAS VENTAS. Por Miguel Moreno.

 (A Paloma, que comprendió esta apasionada afición mía. Somos como la vieja historia de la vida: una mujer y un hombre gastados por el amor de los años)

Paloma con el escudo de La Muñana en la andanada 4

NUEVOS Y ANTIGUOS COMPAÑEROS EN LAS VENTAS

Después de 45 años abonado a la andanada 4 de Las Ventas, este año me pasé como “jubilata” a la andanada 3. Nuevos compañeros, la mayoría de mi condición. A algunos les cuesta llegar a sus localidades, sentarse e incorporarse para abandonarlas. Son solidarios y se ayudan generosos y comprensivos en esas lides que acaban siendo trabajosas. Sólo hay una escalera junto a la puerta que accede a las filas. Están muy empinadas y sin sujeción, salvo la que encuentran en los hombros, los brazos y las manos de los que ya están acomodados. Avanzan despacio, sonríen y aplauden mucho. Como estamos en sombra, las tardes frescas sienten frío: “Me estoy quedando destemplado, voy a ponerme el jersey…” Visten bien y muy aseados. Reciben llamadas: “¿Llegaste bien?, ¿te tomaste la pastilla? No bebas…”  -“Todo en orden. Hoy me encontré con Fernando y subimos juntos recordando la época de Jaime Ostos…”

Meditando 

Es un paisaje el de la andanada 3 al que nunca había prestado atención. Estoy en periodo de asentamiento y conocimiento de mi nuevo entorno. Cerca de mí hay un señor que coge notas y hace comentarios críticos (intuyo que me llevaré bien con él). A mi derecha toman asiento un padre y su hijo con Síndrome de Down que está muy pendiente del ruedo, aplaude fuerte y saluda educado. El “apuntador” le gasta bromas que denotan cierta complicidad. Su padre está callado y pendiente del chico que emite pequeños sonidos con su garganta. Doblando el tercero, el joven, como el común de los espectadores, come un pequeño bocata acompañado de una botellita de agua. El resto callan recuerdos de amores, de cuitas, de vivencias juveniles y quizá también del hambre de la postguerra…

Cuando arrastraban el cuarto, un vecino de Paracuellos del Jarama recordó a su paisano el torero Paquito Muñoz. Desconozco el origen de la conversación, puse atención ya iniciada: “…Tuvo buen cartel y toreó mucho a finales de los años 40 y principios de los 50. Se retiró y luego volvió en 1962, pero ya no era su tiempo y el público le olvidó. Aquello le afectó profundamente y se dejó ir. Cayó en depresión y abandonó todo lo que hasta entonces había sido su vida. Residía en la madrileña Plaza de la Lealtad, cerca de Neptuno. Un día de 1977 viajó a Toledo con su Renault-8 y vagó por sus calles triste, solitario y  pensativo. Una mañana, sobre las 10:00h, se suicidó arrojándose al Tajo desde el Puente de San Martín. Contaba 49 años, no asimiló el olvido de la afición y la pena le descorazonó. Dejó una nota en su chaqueta para que no acusaran a nadie: Perdonadme. Llamar a las autoridades.” Hubo una reacción del chaval con Síndrome de Down que me  emocionó (en los toros, si no es por una u otra causa, suelo emocionarme con facilidad): “¿Pero porqué hizo eso? La vida hay que vivirla…” Silencio conmovedor. Únicamente respondió el hombre que anota: “Uno nunca sabe lo que pasa por las cabezas de las personas…” El chico insistió: “Pero suicidarse no está bien. La vida es bonita…”

Paquito Muñoz

Se encienden las luces y parece que amanece al revés. Al arrastre del quinto los músicos acometen virtuosos el precioso pasodoble “Agüero” (gran estoqueador bilbaíno que a resultas de las cornadas que le infirió en Madrid el toro “Aceitero” en 1928, hubieron de amputarle ambas piernas. Durante muchos años fue asesor de la plaza de toros de Bilbao. Para facilitar su acceso a la Presidencia instalaron un ascensor y pusieron su nombre a la calle aledaña por donde él subía). Suena primorosa la banda de Las Ventas. Tienen un bonito y escogido repertorio que nos entretiene la tarde. Algunos compañeros se marchan sigilosos y cabizbajos, uno de la delantera no consigue incorporarse para salir de la localidad. El vecino le echa una mano. Agradecido le sonríe y se despide: “Mañana más, si Dios quiere…” Arriba, dos colegas ayudan a otro grandote a llegar a las escaleras: “Gracias Raúl y Salva, cada vez me cuesta más trabajo moverme…”

Las Ventas desde la andanada 4

En los años 80 tomábamos la mitad de las vacaciones en mayo y veníamos del extranjero sólo para asistir a la feria de San Isidro (la otra mitad, obviamente, las dejábamos para las Fiestas de Cadalso). Hoy, deambulando por los pasillos, iba recordando a mis eternos compañeros de la andanada 4: “Cheli”, octogenario en 1977; mordaz, alegre y ocurrente. Quedábamos antes y después de la corrida en los quioscos expendedores de licores situados enfrente de la Puerta Grande. Me hablaba socarrón de la vida y de “Joselito El Gallo”. Los anocheceres se convertían en madrugadas. Al percatarse exclamaba feliz: “¡Otra noche más que nos quedamos incomunicados por la nieve…!”  Gildo, septuagenario y sensible, sentía un fervor y un cariño sincero hacia servidor. Cuando se cambió de la 4 a la 10, en ocasiones pasaba a saludarme. Me abrazaba y recordábamos sonriendo las tardes que lidiaba Celestino Cuadri. Traía de casa una botella de “Voska” y dos grandes de Fanta naranja. Esas tardes disfrutábamos con ganas y nos contaba anécdotas de su afición taurómaca. Alternó en los 60 con los empresarios de la plaza: D. Fernando Jardón y D. Livinio Stuyck. Quería mucho a sus nietos y admiraba al maestro Paco Camino. Guardaba las láminas taurinas del periódico La Razón para sus niños. Una vez le regalé un periódico y una revista del ramo donde aparecieron unos escrititos míos. Se sorprendió gratamente y me abrazó emocionado: “Siempre te he querido.” Volvió a ratificármelo su viuda cuando llamé para darle el pésame: “Te apreciaba de verdad. Me hablaba mucho de ti…”  

Andanada 4

Oscar comentaba que no hay función más aburrida ni más sublime que una corrida de toros. Su hermano, Héctor, me guardaba los programas de las corridas en los que aparecieron unos escrititos míos sobre Rafael de Paula. Félix llevaba unas tortillas de patatas exquisitas y ese día, para variar, casi siempre llovía. Manuel, hombre cabal, médico de Higuera de las Dueñas (Avila), venía desde allí cada tarde en moto; muchos paisanos cadalseños hacían lo propio en coche desde Cadalso.  Apostados a mi derecha tenía a dos hermanos, no recuerdo sus nombres, que trabajaban en la sucursal de Correos de la Plaza Eliptica. Blas y Adolfo renovaron mi entusiasmo taurino con su advenimiento a la andanada 4. Domingo y su “gorrilla”, que a veces volaba con sus bromas… Los hermanos aragoneses, Pilar y Jesús, pedían las orejas en francés: “¡Les oreilles, les oreilles!”, lo celebraban en la taberna “La Tienta”. Alicia llegó con su encanto adolescente y escuchaba a Molés la retransmisión en la SER de los festejos. Después trajo a sus hijos, Rodrigo y Bosco: “Niños, no molestéis y comeros el bocata…” (yo hice lo propio con Miguel y Berta años antes). Alicia se cambió también a la andanada 3: “Al menos, tendré charleta contigo”. Recuerdo que tuvimos de acomodador al hermano del maestro “Antoñete”; nos lo dijo “Malagón” que le conocía de largo y le ofrecía vino de la bota. Muchas noches iba yo con Jose y Andrés a los coloquios que impartían: Navalón, Molés, Carabias, Posada, Alejo, Matias Prats (padre), Amorós, Laverón, Villán… en distintos establecimientos taurinos con bar. Navalón me enseñaba a torear amaneciendo. Y luego… ¡a trabajar! Por supuesto, resacoso

Entrada al tendido 4

Finaliza la corrida y quedan unas flores olvidadas por el ruedo. El pasodoble “Suspiros de España” me hace recordar una bella historia: “En una reunión de españoles en Nueva York para celebrar la Nochebuena… De pronto se escuchó un gramófono sonar. ¡Callad! Y un pasodoble se oyó que nos hizo recordar. Oyendo esa música, allá en tierra extraña, ya nadie reía, ya todos lloraban. Eran nuestros suspiros… Suspiros de España…” Conocí una persona entrañable que invariablemente, al oírlo, se giraba para que no viéramos sus lágrimas. ¡Qué buen himno de España hubiera sido!

La vida es como el discurrir por las andanadas de Las Ventas. Comienzas deprisa y viviendo con euforia y pasión el toreo en la 4, acumulando experiencias y anécdotas. Acabas en la 3 achacoso, nostálgico y melancólico; comprobando que andar e incorporarte es casi un milagro. En el metro de Manuel Becerra reparo en un mensaje grabado sobre la pared del vestíbulo: “Los años se han pasado y se nos han pasado, pero mientras yo viva seguiréis viviendo conmigo.” Otra vez resuenan en mi mente las palabras del chico de la andanada 3: “La vida hay que vivirla. La vida es bonita.” Mis noches bellas, las estrellas y la luz que puse en ellas son para ti…                                                                

                                                                                  Miguel MORENO GONZÁLEZ


miércoles, 25 de mayo de 2022

Cresta del dragón. Sierra de Ayllón.

Puerto de la Quesera (1715 m) – Collado de los Lobos (1846 m) – Peña la Silla (1935 m) – Pico del Granero (1969 m) - Peña de la Tiñosa (1961 m) - Cresta del Dragón - Collado de las Cárcavas (1903 m) - El Talayón (1898 m)


Distancia: 10 km.
Desnivel de subida: 429 m.
Desnivel de bajada: 429 m.
Altitud mínima: 1752 m.
Altitud máxima: 1969 m
Dificultad técnica: Difícil

Se puede iniciar el recorrido en el Puerto de la Quesera, o bien, iniciar el recorrido aproximadamente 500 metros más adelante, siguiendo la pista en dirección a Majaelrayo, el lugar está marcado una P de aparcamiento y caben 5 o 6 coches.


En esta ocasión, hemos iniciado el recorrido en el Puerto de la Quesera, coordenadas 41.216106, -3.420389, lo que nos permite ver de cerca el hayedo de la Pedrosa. Comenzamos a caminar del otro lado de la carretera, dirección noreste, al lado de la alambrada que separa Segovia, a nuestra izquierda, y Guadalajara, a nuestra derecha. Un camino ancho, a modo de cortafuegos comienza a subir. A nuestra izquierda, al otro lado de la alambrada podemos ver las hayas jóvenes que trepan ladera arriba.

    El Pico del Lobo

A nuestra espalda, vemos el camino que sube al Calamorro de San Benito y por el cerro del Aventadero y las Peñuelas suben al Pico del Lobo. Delante y a la izquierda, el cordal que sube al Alto del Parrejón y a la Buitrera. Una señal nos indica que faltan 11 Km. a Hontanares, pues el camino de la ermita por la Buitrera coincide hasta el Collado de los Lobos.




Desde aquí, el camino se empina hasta las proximidades del Collado de los Lobos. Llegando al collado, giramos a la derecha, paralelos a la alambrada. De frente ya vemos la Peña de La Silla, de la que nos separan 500 metros aproximadamente. Al llegar, la Peña de la Silla se encuentra a la izquierda y es fácil subir para disfrutar de las vistas. Una laja de piedra, a modo de mesa, y con un poco de buena voluntad, tres sillas, da origen a la tradición popular, que situaba aquí el lugar donde se reunían los prelados de las Diócesis de Toledo, Sigüenza y Guadalajara, que en este punto confluían.





Continuamos en dirección noreste, y algo menos de un kilómetro después llegamos al Pico del Granero (corresponde al vértice geodésico de Tiñosa). Para llegar al vértice geodésico hay que trepar con ayuda de las manos, pero sin demasiadas complicaciones añadidas.




La cuerda toma dirección sur y menos de 100 metros nos separan de la Peña de la Tiñosa, con una cumbre plana que pasaríamos sin darnos cuenta, si no fuese por un cairn que nos indica la cumbre.



Hasta aquí se trata de un recorrido fácil por caminos y senderos. A partir de aquí, y hasta Collado de las Cárcavas, el recorrido se complica, comienza la cresta del dragón, una arista bastante larga y que no tiene nada que envidiar a otras aristas de Pirineos, en la que es necesario progresar entre lanchas puntiagudas de pizarra que castigan nuestras botas. Los senderos desaparecen, hay que guiarse por hitos de piedra que alguna mano bondadosa ha levantado. No es un tramo apto para personas que tengan vértigo o miedo a la altura, es un constante trepar y destrepar con un importante abismo que nos rodea. Por supuesto que con lluvia o nieve es totalmente desaconsejado sin el equipo necesario y experiencia en montaña. 





De cualquier forma, es posible evitar esta arista por nuestra derecha, oeste, por un senderillo que va evitando las partes altas de los riscos, y que a la vuelta utilizamos para regresar al Puerto de la Quesera.





A partir del Collado de las Cárcavas ya no es necesario trepar entre las piedras, pero hay que estar muy atentos a las señales que nos indican el camino a seguir entre el caos de rocas.

Un kilómetro desde el collado, nos deja en El Talayón, un pico segundón, pero muy accesible y con buenas panorámicas.



Lo normal, es continuar el cordal hasta el Corralón y la Atalaya que sería el broche perfecto para un día alpino, sin embargo, son necesarias al menos un par de horas más entre la ida y la vuelta, por lo que en esta ocasión, en este punto, regresamos al puerto.





El camino de regreso se efectúa por el mismo camino utilizado a la ida, salvo que uno no quiera castigar más sus rodillas, y evitemos al llegar al Collado de las Cárcavas, la arista de Peña Tiñosa, por lo que tomaremos ahora al regreso, por la izquierda un senderillo que va atravesando por abajo la parte más dura de la arista.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

Amor en el Camino Portugués.

 Amor en el Camino. 

El Camino de Santiago siempre te aporta grandes momentos y experiencias acogedoras que ya formarán parte de la historia de tu Camino. Esta que intentaré explicar con pocas palabras y esta imagen, ocurrió en Padrón. Acabábamos de terminar la etapa que discurre entre Caldas de Reis y Padrón, y mientras descansábamos tomando algo en una terraza, observé a un gato, algo desaliñado, que se acercaba a una limpia y preciosa gata negra, me di cuenta de sus pretensiones y pensé que poco tenía que hacer, pero ha aquí que la magia del amor surgió y en pocos segundos ocurrió lo que el gato tanto deseaba y en lo que yo pensaba tenía pocas posibilidades, por no decir ninguna. A veces el amor puede surgir en cualquier lugar y con cualquiera, no lo dudes y no desprecies a nadie por su apariencia, porque como dice Sabina "cuidado chaval te estás enamorando" suele pasar muy a menudo. La escena fue la guinda de una bella etapa del Camino Portugués que ya postearé en breve. Felicidades a los gatos y Buen Camino en la vida a todos. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


martes, 24 de mayo de 2022

Procesión Virgen de Fátima. Cadalso de los Vidrios 2022.

 Procesión Virgen de Fátima

El pasado sábado 14 de mayo se realizó en Cadalso de los Vidrios la Procesión de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, conocida popularmente como la Virgen de Fátima. La fiesta es el día 13 de mayo, por ser la fecha en la cual se apareció a los tres pastorcillos, Lucia, Jacinta y Francisco, en el año de 1917, en la Cova de Iria en Fátima Portugal. Desde entonces su fama se ha extendido por todo el mundo. La procesión en Cadalso, creo que es la primera, se realizó el pasado sábado y recorrió algunas de las calles más típicas del pueblo, saliendo de la iglesia por Pedro Álvarez hasta  San Antón, Ronda de la Sangre, Plaza de la Corredera, calle de la Paz, Plaza, calle de la Iglesia y Avda, de la Constitución. La procesión fue presidida por el párroco Don José María, así como por la alcaldesa y concejalas de Cadalso, siendo llevada en todo momento por mujeres cadalseñas a la que antecedían los distintos estandartes de la cofradías de Cadalso. Una procesión tranquila, sencilla y cargada de sentimiento religioso por parte de todas las participantes, la que se vivió por nuestras calles, en un ambiente de hermandad que emanaba de cada una de las participantes, sencillamente fue emotivo acompañar a la Virgen de Fátima.  






























Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

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