Yacimiento Arqueológico La Mezquita
martes, 31 de mayo de 2022
Estelas Funerarias Yacimiento La Mezquita. Cadalso de los Vidrios
A Joaquín Pinilla, en el 4º Aniversario de su partida hacia lo más alto. Zorro Corredero
En recuerdo de Joaquín Pinilla
domingo, 29 de mayo de 2022
Plazolilla de Abajo. Cadalso de los Vidrios.
Plazolilla de Abajo...recuerdos vividos.
viernes, 27 de mayo de 2022
Entre Plazolillas. Cadalso de los Vidrios.
Entre Plazolillas estoy....
Entre Plazolillas estoy, y con ambas disfruto. Lugares castizos de Cadalso y siempre cargados de remembranzas donde los personajes, de ayer y de hoy, son los protagonistas. Buenos Días CADALSO.
jueves, 26 de mayo de 2022
NUEVOS Y ANTIGUOS COMPAÑEROS EN LAS VENTAS. Por Miguel Moreno.
(A Paloma, que comprendió esta apasionada afición mía. Somos como la vieja historia de la vida: una mujer y un hombre gastados por el amor de los años)
NUEVOS Y ANTIGUOS COMPAÑEROS EN LAS VENTAS
Después de 45 años abonado a la andanada 4 de Las Ventas, este año me
pasé como “jubilata” a la andanada 3.
Nuevos compañeros, la mayoría de mi condición. A algunos les cuesta llegar a
sus localidades, sentarse e incorporarse para abandonarlas. Son solidarios y se
ayudan generosos y comprensivos en esas lides que acaban siendo trabajosas.
Sólo hay una escalera junto a la puerta que accede a las filas. Están muy
empinadas y sin sujeción, salvo la que encuentran en los hombros, los brazos y
las manos de los que ya están acomodados. Avanzan despacio, sonríen y aplauden
mucho. Como estamos en sombra, las tardes frescas sienten frío: “Me estoy quedando destemplado, voy a
ponerme el jersey…” Visten bien y muy aseados. Reciben llamadas: “¿Llegaste bien?, ¿te tomaste la pastilla?
No bebas…” -“Todo en orden. Hoy me
encontré con Fernando y subimos juntos recordando la época de Jaime Ostos…”
Meditando
Es un paisaje el de la andanada 3 al que nunca había prestado atención.
Estoy en periodo de asentamiento y conocimiento de mi nuevo entorno. Cerca de
mí hay un señor que coge notas y hace comentarios críticos (intuyo que me
llevaré bien con él). A mi derecha toman asiento un padre y su hijo con Síndrome de Down que está muy pendiente
del ruedo, aplaude fuerte y saluda educado. El “apuntador” le gasta bromas que denotan cierta complicidad. Su
padre está callado y pendiente del chico que emite pequeños sonidos con su
garganta. Doblando el tercero, el joven, como el común de los espectadores,
come un pequeño bocata acompañado de una botellita de agua. El resto callan
recuerdos de amores, de cuitas, de vivencias juveniles y quizá también del
hambre de la postguerra…
Cuando arrastraban el cuarto, un vecino de Paracuellos del Jarama recordó
a su paisano el torero Paquito Muñoz.
Desconozco el origen de la conversación, puse atención ya iniciada: “…Tuvo buen cartel y toreó mucho a finales
de los años 40 y principios de los 50. Se retiró y luego volvió en 1962, pero ya
no era su tiempo y el público le olvidó. Aquello le afectó profundamente y se dejó
ir. Cayó en depresión y abandonó todo lo que hasta entonces había sido su vida.
Residía en la madrileña Plaza de la Lealtad, cerca de Neptuno. Un día de 1977
viajó a Toledo con su Renault-8 y vagó por sus calles triste, solitario y pensativo. Una mañana, sobre las 10:00h, se suicidó
arrojándose al Tajo desde el Puente de San Martín. Contaba 49 años, no asimiló
el olvido de la afición y la pena le descorazonó. Dejó una nota en su chaqueta para
que no acusaran a nadie: Perdonadme. Llamar a las autoridades.” Hubo
una reacción del chaval con Síndrome de Down que me emocionó (en los toros, si no es por una u
otra causa, suelo emocionarme con facilidad): “¿Pero porqué hizo eso? La vida hay que vivirla…” Silencio
conmovedor. Únicamente respondió el hombre que anota: “Uno nunca sabe lo que pasa por las cabezas de las personas…” El
chico insistió: “Pero suicidarse no está
bien. La vida es bonita…”
Se encienden las luces y parece que amanece al revés. Al arrastre del
quinto los músicos acometen virtuosos el precioso pasodoble “Agüero” (gran estoqueador bilbaíno que a resultas de las cornadas que le infirió
en Madrid el toro “Aceitero” en 1928, hubieron de amputarle ambas piernas.
Durante muchos años fue asesor de la plaza de toros de Bilbao. Para facilitar
su acceso a la Presidencia instalaron un ascensor y pusieron su nombre a la
calle aledaña por donde él subía). Suena primorosa la banda de Las Ventas.
Tienen un bonito y escogido repertorio que nos entretiene la tarde. Algunos compañeros
se marchan sigilosos y cabizbajos, uno de la delantera no consigue incorporarse
para salir de la localidad. El vecino le echa una mano. Agradecido le sonríe y
se despide: “Mañana más, si Dios quiere…”
Arriba, dos colegas ayudan a otro grandote a llegar a las escaleras: “Gracias Raúl y Salva, cada vez me cuesta
más trabajo moverme…”
En los años 80 tomábamos la mitad de las vacaciones en mayo y veníamos
del extranjero sólo para asistir a la feria de San Isidro (la otra mitad,
obviamente, las dejábamos para las Fiestas de Cadalso). Hoy, deambulando por
los pasillos, iba recordando a mis eternos compañeros de la andanada 4: “Cheli”, octogenario en 1977; mordaz, alegre
y ocurrente. Quedábamos antes y después de la corrida en los quioscos expendedores
de licores situados enfrente de la Puerta Grande. Me hablaba socarrón de la
vida y de “Joselito El Gallo”. Los
anocheceres se convertían en madrugadas. Al percatarse exclamaba feliz: “¡Otra noche más que nos quedamos
incomunicados por la nieve…!” Gildo,
septuagenario y sensible, sentía un fervor y un cariño sincero hacia servidor.
Cuando se cambió de la 4 a la 10, en ocasiones pasaba a saludarme. Me abrazaba y
recordábamos sonriendo las tardes que lidiaba Celestino Cuadri. Traía de casa una
botella de “Voska” y dos grandes de Fanta
naranja. Esas tardes disfrutábamos con ganas y nos contaba anécdotas de su afición
taurómaca. Alternó en los 60 con los empresarios de la plaza: D. Fernando Jardón
y D. Livinio Stuyck. Quería mucho a sus nietos y admiraba al maestro Paco
Camino. Guardaba las láminas taurinas del periódico La Razón para sus niños.
Una vez le regalé un periódico y una revista del ramo donde aparecieron unos
escrititos míos. Se sorprendió gratamente y me abrazó emocionado: “Siempre te he querido.” Volvió a
ratificármelo su viuda cuando llamé para darle el pésame: “Te apreciaba de verdad. Me hablaba mucho de ti…”
Oscar comentaba que no hay función más aburrida ni más sublime que una
corrida de toros. Su hermano, Héctor, me guardaba los programas de las corridas
en los que aparecieron unos escrititos míos sobre Rafael de Paula. Félix
llevaba unas tortillas de patatas exquisitas y ese día, para variar, casi
siempre llovía. Manuel, hombre cabal, médico de Higuera de las Dueñas (Avila), venía
desde allí cada tarde en moto; muchos paisanos cadalseños hacían lo propio en
coche desde Cadalso. Apostados a mi
derecha tenía a dos hermanos, no recuerdo sus nombres, que trabajaban en la
sucursal de Correos de la Plaza Eliptica. Blas y Adolfo renovaron mi entusiasmo
taurino con su advenimiento a la andanada 4. Domingo y su “gorrilla”, que a veces volaba con sus bromas… Los hermanos
aragoneses, Pilar y Jesús, pedían las orejas en francés: “¡Les oreilles, les oreilles!”, lo celebraban en la taberna “La Tienta”. Alicia llegó con su encanto
adolescente y escuchaba a Molés la retransmisión en la SER de los festejos. Después
trajo a sus hijos, Rodrigo y Bosco: “Niños,
no molestéis y comeros el bocata…” (yo hice lo propio con Miguel y Berta
años antes). Alicia se cambió también a la andanada 3: “Al menos, tendré charleta contigo”. Recuerdo que tuvimos de
acomodador al hermano del maestro “Antoñete”;
nos lo dijo “Malagón” que le conocía
de largo y le ofrecía vino de la bota. Muchas noches iba yo con Jose y Andrés a
los coloquios que impartían: Navalón, Molés, Carabias, Posada, Alejo, Matias
Prats (padre), Amorós, Laverón, Villán… en distintos establecimientos taurinos
con bar. Navalón me enseñaba a torear amaneciendo. Y luego… ¡a trabajar! Por
supuesto, resacoso…
Finaliza la corrida y quedan unas flores olvidadas por el ruedo. El
pasodoble “Suspiros de España” me hace
recordar una bella historia: “En una
reunión de españoles en Nueva York para celebrar la Nochebuena… De pronto se
escuchó un gramófono sonar. ¡Callad! Y un pasodoble se oyó que nos hizo
recordar. Oyendo esa música, allá en tierra extraña, ya nadie reía, ya todos
lloraban. Eran nuestros suspiros… Suspiros de España…” Conocí una persona
entrañable que invariablemente, al oírlo, se giraba para que no viéramos sus
lágrimas. ¡Qué buen himno de España hubiera sido!
La vida es como el discurrir por las andanadas de Las Ventas. Comienzas deprisa
y viviendo con euforia y pasión el toreo en la 4, acumulando experiencias y anécdotas.
Acabas en la 3 achacoso, nostálgico y melancólico; comprobando que andar e incorporarte
es casi un milagro. En el metro de Manuel Becerra reparo en un mensaje grabado
sobre la pared del vestíbulo: “Los años
se han pasado y se nos han pasado, pero mientras yo viva seguiréis viviendo
conmigo.” Otra vez resuenan en mi mente las palabras del chico de la
andanada 3: “La vida hay que vivirla. La
vida es bonita.” Mis noches bellas, las estrellas y la luz que puse en
ellas son para ti…
Miguel
MORENO GONZÁLEZ
miércoles, 25 de mayo de 2022
Cresta del dragón. Sierra de Ayllón.
Puerto de la Quesera (1715 m) – Collado de los Lobos (1846 m) – Peña la Silla (1935 m) – Pico del Granero (1969 m) - Peña de la Tiñosa (1961 m) - Cresta del Dragón - Collado de las Cárcavas (1903 m) - El Talayón (1898 m)
Se puede iniciar el recorrido en el Puerto de la Quesera, o bien, iniciar el recorrido aproximadamente 500 metros más adelante, siguiendo la pista en dirección a Majaelrayo, el lugar está marcado una P de aparcamiento y caben 5 o 6 coches.
En esta ocasión, hemos iniciado el recorrido en el Puerto de la Quesera, coordenadas 41.216106, -3.420389, lo que nos permite ver de cerca el hayedo de la Pedrosa. Comenzamos a caminar del otro lado de la carretera, dirección noreste, al lado de la alambrada que separa Segovia, a nuestra izquierda, y Guadalajara, a nuestra derecha. Un camino ancho, a modo de cortafuegos comienza a subir. A nuestra izquierda, al otro lado de la alambrada podemos ver las hayas jóvenes que trepan ladera arriba.
A nuestra espalda, vemos el camino que sube al Calamorro de San Benito y por el cerro del Aventadero y las Peñuelas suben al Pico del Lobo. Delante y a la izquierda, el cordal que sube al Alto del Parrejón y a la Buitrera. Una señal nos indica que faltan 11 Km. a Hontanares, pues el camino de la ermita por la Buitrera coincide hasta el Collado de los Lobos.
La cuerda toma dirección sur y menos de 100 metros nos separan de la Peña de la Tiñosa, con una cumbre plana que pasaríamos sin darnos cuenta, si no fuese por un cairn que nos indica la cumbre.
Hasta aquí se trata de un recorrido fácil por caminos y senderos. A partir de aquí, y hasta Collado de las Cárcavas, el recorrido se complica, comienza la cresta del dragón, una arista bastante larga y que no tiene nada que envidiar a otras aristas de Pirineos, en la que es necesario progresar entre lanchas puntiagudas de pizarra que castigan nuestras botas. Los senderos desaparecen, hay que guiarse por hitos de piedra que alguna mano bondadosa ha levantado. No es un tramo apto para personas que tengan vértigo o miedo a la altura, es un constante trepar y destrepar con un importante abismo que nos rodea. Por supuesto que con lluvia o nieve es totalmente desaconsejado sin el equipo necesario y experiencia en montaña.
De cualquier forma, es posible evitar esta arista por nuestra derecha, oeste, por un senderillo que va evitando las partes altas de los riscos, y que a la vuelta utilizamos para regresar al Puerto de la Quesera.
Un kilómetro desde el collado, nos deja en El Talayón, un pico segundón, pero muy accesible y con buenas panorámicas.
Lo normal, es continuar el cordal hasta el Corralón y la Atalaya que sería el broche perfecto para un día alpino, sin embargo, son necesarias al menos un par de horas más entre la ida y la vuelta, por lo que en esta ocasión, en este punto, regresamos al puerto.
Amor en el Camino Portugués.
Amor en el Camino.
martes, 24 de mayo de 2022
Procesión Virgen de Fátima. Cadalso de los Vidrios 2022.
Procesión Virgen de Fátima