Despertar soñando
Desde el camposanto nuestros ojos alargan la vista hasta el Cabezo, la cumbre más alta del Macizo Oriental de Gredos, situado en nuestro vecino Valle del Tiétar. Y delante, casas de Rozas de Puerto Real.
Cuando desperté sentí una extraña sensación, estaba en mi cama, no sabía dónde, pero una sensación de agradable bienestar recorría mi cuerpo. Entonces comencé a pensar, a sentir lo que me estaba sucediendo, era tan maravilloso lo que había soñado que no estaba contento con haberme despertado. A mi mente venían imágenes no muy claras, algunas con nieve, otras con agua, pinos, valles, cielos, todo estaba en mis pensamientos, en mis sueños, pero desaparecieron en segundos, intenté volver a recuperar lo que acababa de ver, pero no podía, ya nada estaba. Realmente aquello había sido un sueño?..no dejaba de preguntarme, aunque sentía la proximidad de los lugares, la atracción por ellos y la satisfacción que en todos mis sentidos originaban.
Siempre existen imágenes que acaparan nuestra vida, que dan claridad a tu existencia, que te rozan el cuerpo como una brisa suave de primavera, que te ayudan a respirar y te introducen en un estado de agradables sensaciones. Miras alrededor, nada es lo que imaginas, quieres estar dentro de ese otro mundo que te acaba de atrapar en sueños, pero no puedes, todo es blanco, tal vez negro, no existe el color, entonces aguantas la respiración, miras al techo oscuro de tu habitación, y nada hay, aunque tu mente lo siente y tus manos intentan tocar el espectáculo que todavía percibes, difícil situación que te tiene atrapado y de la que no quieres despertar.
Poco a poco empiezas a borrarlos, a comprender que tal vez no fue un sueño, que la realidad está muchas veces en tu cerebro aunque te encuentres lejos de esos espacios tan tuyos, porque poco importa sueño o realidad, cuántas veces has pensado en estar ahí, ahora ya lo has logrado, lo llevas dentro. Y en cuestión de segundos me volví a quedar dormido.
La Torrecilla, mirador impresionante de nuestro Valle del Tórtolas
El Valle del Tórtolas se embellece más con la silueta nevada del Cerro de Casillas.
Y abajo del valle, el agua embalsada del arroyo Tórtolas, uno de los lugares mágicos de Cadalso
Cepas de altura, paisaje altivo, lugar de paz y personajes, esto es Lancharrasa
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
17 comentarios:
Muy bonito tu relato pedro
Pilar Calvo Villarín
Muchas gracias Pili.
Un saludo
Muy bien Zorro Corredero, cada foto es un regalo que haces a todos, a mi me gustan y me hacen casi volar.
Mariano
Sólo aquél que vive dentro de los sueños, como es tu caso, los puede contar tan bien.
Hay quien llama a la guerra y al resentimiento, afortunadamente aún quedan gentes que, como tú, llaman a la sensibilidad y al entendimiento.
Gracias por lo que me transmites de bueno.
Miguel Moreno González
Las fotos sirven para saber los espacios que nos atraen, que nos proporcionan una acercamiento a la identidad de lo nuestro, pero las letras también ayudan a entender el momento, la situación, el estado de ánimo, y así texto y fotos nos transportan a un estado de interés por lo que nos identifica, en este caso la auténtica historia de nuestra propia vida cadalseña. Siempre lo mismo, pero siempre acogedor y sensitivo.
Un abrazo.
Que bien resumes todo. Enhorabuena por hacernos pasar tan buenos ratos con tus historias.
Angelines Requena Rodriguez
Muchas gracias, me alegra saber que esta pequeñas historias al menos llegan y gustan a algunos.
Un saludo
Muy bonito Pedro como lo describes
Chelo Villarin Recio
Muchas gracias Chelo.
Un saludo
Pedro es tortolas
Lorenzo Álvarez
Si, es Tórtolas.
Si hay veces que tenemos bonitos sueños pero otras
Antonia Frontelo Morales
Los sueños, son sueños nada más, unas veces buenos y otros malos, pero los malos se olvidan enseguida y los buenos quedan para mucho tiempo.
Pedro Alfonso muy bonitas fotos buenas tardes
Agustin Capitan Sanchez
que chula la pesquera de tortolas
Dolores Saez Canoyra
lo que nos bañabamos las de San Antón y los muchachos se tiraban desde el puente al agua
Dolores Saez Canoyra
CANCIÓN
Por los retamares
de la abrupta sierra
monta un coruchillo
en su borriquillo
con esta canción:
Viejos encinares,
alcores reales,
fragorosas jaras,
vientos invernales
de acendrado helor.
Y en la primavera
cendales de seda,
vigor e ilusión
y la vida entera
que plena me queda
por estos parajes
de aves y conejos
con lazos y cepos
me la busco yo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
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