Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

jueves, 5 de julio de 2012

Marrakech, tierra de Dios. مراكش ( Marruecos )


La puerta Bab Agnaou es una de los diecinueve puertas de la ciudad, da acceso a la Kasba de la medina de Marrakech


Marrakech es una de esas ciudades que plasma la mejor cualidad de un país, incluso de toda la zona geográfica el la que se encuentras. En esta ciudad podemos ver muchas cosas, eso sí, debemos hacerlo con tranquilidad y sin agobios porque a Marrakech  no solo se viene a mirar y admirar, también se viene a vivir.


Plaza Jemaa El Fna corazón de Marrakech, recibe también el nombre de Medina Al ham rá
que quiere decir Ciudad Roja


Muchas son las cosas que podemos admirar en Marrakech, desde la torre Koutubia hasta los grandiosos y animados jardines de la Menara, sin olvidar el palmeral y desde luego lo más visitado y concurrido de toda la ciudad, me estoy refiriendo a la inmensa plaza Jemaa El Fna.


Koutibia, la gran mezquita de Marrakech es el símbolo de la ciudad y uno de los lugares más visitados, de arte almohade su minarete mide 70 metros de altura.


Palmeral de los jardines de la mezquita Koutubia.


Jardines de Menara con el estanque creado por los almohades en el siglo XII para traer el agua canalizado desde las cercanas montañas del Atlas.


Para vivir esta ciudad marroquí solo tenemos que recorrer sus paseos, plazas y jardines, dejarnos llevar por los sabores de sus restaurantes donde las especias son una parte muy importante de la gastronomía, los palacios y los recorridos por sus tiendas para realizar las mejores compras que jamás hayamos imaginado, no solo por lo exótico sino también por los precios, bajos tan bajos que parecen de otro siglo.

Una calle del zoco de Marrakech
Desde España es el rumbo más exótico y genuino que podemos encontrar a menor distancia, solo 1000 kilómetros nos separan desde la capital de España y un tiempo de apenas 2 horas de vuelo hasta su aeropuerto de Menara.


Aguadores

Pero si hay un lugar donde perderse merece la pena en Marrakech, este es la plaza Jemaa El Fna declarada Patrimonio Oral de la Humanidad por la UNESCO.

Esta plaza centro de la ciudad y de la vida tanto para sus habitantes como para los turistas, está cargada de vivencias y momentos, por las mañana la plaza se llena de vendedores que forman un colosal mercado en el que podemos encontrar desde dulces típicos, especias multicolores, frutas, joyas, excelentes zumos de naranja y limón y un sin fin de utensilios de artesanía tanto madera, mimbre o latón, y todo ello realizado a mano, muchas veces allí mismo delante del comprador.


Tienda de babuchas

Al atardecer la plaza bulle con la llegada de los encantadores de serpientes y de escorpiones, los acróbatas, bailarines, contadores de cuentos, aguadores ataviados con trajes de colores, y los Gnaoua que al son de los instrumentos típicos del país amenizan la plaza con su música donde nunca faltan los tambores, el alud de tres cuerdas y los karbash, esos platillos pequeñitos de bronce que se colocan en los dedos con tiras de cuero.


Encantadores de serpientes.

Y al final llega la noche a la plaza Jemaa El Fna para iluminarse con miles de luces que le dan un aspecto fascinante y acogedor y de esta manera convertirse en un restaurante al aire libre de enormes dimensiones y opciones gastronómicas que podemos degustar en cada unos de los puestos que cada noche nos atraen con su especialidad, y así desde hace muchos siglos, porque esto nunca ha cambiado y ojala que nunca lo haga.  



La plaza Jemaa El Fna al anochecer se convierte en un gran comedor al aire libre.

Pero todavía el lugar nos tiene reservado una sorpresa, me refiero al zoco de Marrakech que allí mismo junto a la plaza nos proporciona un placer de tiendas y puestos donde puedes encontrar de todo para satisfacer incluso a los más tentados en buscar este o aquel raro objeto. Esta es la cuna del regateo, dicen que nunca debes pagar más de un tercio del precio que te pidan, pero…..ellos son grandes y hábiles comerciantes y al final, pues eso….


Tenderetes en el zoco de Marrakech

Por sus estrechas calles los comerciantes se acercan y te ofrecen de todo, en este laberinto fácil de perderse, la vida se paró hace siglos y las gentes siguen vendiendo y exponiendo sus artículos como lo hacían sus antepasados. De todo es fácil encontrar aquí, especias, dulces, toda clase de artículos de piel, zapatos, babuchas, alfombras, cerámicas, instrumentos musicales, marquetería, joyas y en un lugar apartado donde parece que el tiempo no avanza encontramos una plaza polvorienta y sin apenas luz donde se venden pollos, palomas, pavos, todo ellos vivos y enjaulados, es tal vez este lugar el que más me llamó la atención y más cuando una chica totalmente vestida de negro y con el burka me habló en español, había estado viviendo en Barcelona, luego se casó…


Zoco de Marrahech

Para visitar Marrakech uno debe agudizar sus cinco sentidos pero es el del olfato el que más nos ayudará a percibir y sentir la vida de esta ciudad y de todo el país. En el zoco el olfato percibirá el aroma a piel, a perfume, a alfombra y a especias, luego por la nariz notaremos el olor de la comida y el té en cualquiera de los muchos restaurantes que funcionan en los patios antiguos del interior de muchas casas y para terminar el olor a higuera, naranjo y limonero nos atrapará en nuestro sosegado caminar por los jardines de la Menara uno de los lugares mas concurridos de Marrakech.


Sirviendo el te en una de las terrazas de la plaza Jemaa

Y así, con los sentidos llenos de sensaciones nos volveremos al hotel, no sin antes dar un paseo a caballo en una de las carretas que recorren las aturdidas y embarulladas calles de Marrakech, y pensando ya en nuestro próximo destino, Fez, un laberinto de pasiones y de mil cosas más.


Las bulliciosas calles de Marrakech con la Koutubia observando la vida de esta exótica y atractiva ciudad.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

3 comentarios:

Angela dijo...

Bonitas fotos nos muestras a lo largo de tu recorrido, y curiosa la anécdota de la chica que te hablo en castellano.

Anónimo dijo...

Fascinante lugar y exótico destino.

Inés

Pedro Alfonso dijo...

Gracias Angela e Inés


Zorro Corredero

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