Muerte en la calle

Cada año son muchas las aves que nacen y emprenden el vuelo para comenzar una vida, todos sabemos que no es fácil y casi el cincuenta por ciento de estas aves no llegarán a la madurez. Tal vez por eso de que la naturaleza es sabia, muchas de ellas realizan varias puestas por temporada, para asegurar así la especie.

En mi caminar por las calles de Cadalso encontré el último fin de semana estas dos aves que no tuvieron la suerte de poder vivir lo suficiente para disfrutar del pueblo que las vio nacer. Una de ellas, la paloma, seguramente nació en algún nido de la iglesia y allí mismo encontró la muerte. La otra parece una cría de tordo que ni siquiera tuvo la oportunidad de volar, seguramente cayó del nido que le protegía para así perder la seguridad de sus padres y por lo tanto el alimento que le hubiera dado la posibilidad de en unos días echar a volar.

Las dos son un ejemplo de las muchas muertes de aves que casi a diario mueren en nuestro entorno, pero aún fue más doloroso encontrar ayer mismo en las curvas de la C-501 a su paso por San Juan el cadáver de una gineta, con seguridad atropellada por un coche. Todas las muertes son dolorosas pero esta mucho más ya que son escasísimas las ginetas que todavía podemos observar en nuestra ZEPA Encinares del río Alberche y Cofio.

Recuerda: Ante el cruce de cualquier animal por la carretera intenta no atropellarlo, solo así podremos salvar muchos de ellos para que sigan formando parte activa de nuestra naturaleza.

Zorro Corredero

Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso