Y de la presa de Tórtolas a los pequeños arroyos que alimentan el caudal de Boquerón, que por cierto este año y ante la escasez de lluvias apenas tienen caudal, por lo que no había formadas esas pequeñas cascadas de hielo que suelen ser normal en este paraje por estas fechas.
Algunos regatos helados, y unos carámbanos de hielo formados en los pequeños arroyos que descienden de la zona de Peña Halcón y de la fuente de los Palacios, es lo más que pude ver y fotografiar en estas umbrías de la Garganta del Boquerón.
Entrar en esta garganta es, pasear, detenerse, ver, sentir y disfrutar. Hay amores a primera vista, amores de esos que te llaman y te atrapan, intuyendo la magia que desprenden y dejando en tu interior momentos que no te dejarán jamás.
Esto es lo que te puede ocurrir aquí, por muchas veces que lo hayas recorrido y observado, por cientos de veces que lo hayas fotografiado, este lugar es para mí y también creo que para todos vosotros, algo con poder para retenerte y hacerte dichoso cuando lo pateas, dejándote llevar por su belleza y ese silencio que aquí siempre reina, a veces roto por el ruido de alguna motosierra haciendo leña.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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1 comentario:
Preciosos esos arroyos helados del Boquerón.
Inés
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