Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
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martes, 19 de julio de 2011

La bodega de Teodoro Villarín en Cadalso de los Vidrios (y2)

Bodega de Teodoro Villarín
 Cadalso de los Vidrios


La bodega de Teodoro Villarín "Carnera" fue en su tiempo la segunda de Cadalso en importancia y grandeza después de la Cooperativa Cristo del Humilladero. Hoy abandonada, pide a gritos convertirse en Museo de tradiciones del campo y el vino de Cadalso.

En el primer post-entrada sobre la bodega de Teodoro Villarín, no pasamos de la puerta que da acceso a la bodega, donde se encuentran las tinajas y demás utensilios que servían para producir esos caldos tan apreciados como son los vinos de Cadalso.

Abrir la puerta cuesta trabajo, y una vez dentro la oscuridad, no hay luz, se apodera de todo y apenas unos pequeños rayos de luz que penetran por las escuetas y escasas ventanas iluminan las tinajas, que colocadas en fila como debe ser, inundan los diferentes pasillos que componen la bodega.



Las máquinas que hace años trabajaron manejadas por esos hombres fuertes que libraban cada día una batalla con el mosto y la tradición de tantos años en nuestro pueblo, para conseguir después de muchos días e incluso meses,  elaborar el vino que tanta fama dio a Cadalso en otras épocas, y sobre todo que tanta vida y fuente de riqueza proporcionó a muchos por no decir a todos los cadalseños, que encontraron en las cepas y el vino el medio de trabajo para sacar unos dineros que sirvieran para proporcionar a sus familias el medio de vida y subsistencia, ya que eran otras épocas y otros tiempos, y solo el campo y sus cepas eran el lugar donde encontrar trabajo.


Aún quedan cubas con añejos vinos que reposan en el silencio y el abandono de esta gran bodega, las telarañas y el polvo dan un aspecto tétrico, y algunas de estas cubas parecen llorar por la perdida de importancia que en un pasado tuvieron, y de su interior brotan como lagrimas, pequeños chorros de vino, es la sangre de estas cubas que cada día que pasa pierden ese liquido que augura una muerte lenta y agónica.



Las tinajas se vaciaron y jamás volvieron a sentir en sus entrañas el frescor de ese mosto, se perdió el olor que producía la fermentación, olor que inundaba toda la bodega y alrededores durante el tiempo que el azúcar del mosto se iba transformando en alcohol, hasta terminar con el paso de los días de realizar esa formula natural, desde hace miles de años, para crear el vino.



No es fácil caminar por la bodega, uno que tiene sentimientos piensa y cree que se está perdiendo una parte de la vida y la historia de Cadalso, aunque como muchos de nuestros mayores dicen; bien perdido está ya. Ante esto nada puedes hacer, la vida va cambiando en sus formas y en sus costumbres, y al igual que nuestros padres y abuelos tuvieron la suerte y la oportunidad de ver, trabajar y vivir del campo en una época en la que merecía la pena y era productivo, nosotros hemos tenido la mala suerte de no ver esas verdes viñas, de no trabajar en ellas y de no poder vivir de su fruto, pero es que las cosas no son como antes, y nada merece la pena en el campo de Cadalso, porque si antes producían unos beneficios hoy en día todo son perdidas, y así ha ocurrido que se han ido abandonando a pesar de la lucha de nuestros mayores, que han intentado hasta el final, casi de sus días, seguir adelante, muriendo en la mayoría de los casos las viñas junto con ellos.



Hoy, cuando la vida ha tirado por otros derroteros y el campo solo es eso, campo, debemos pensar en otros medios y formas de vida, y unos de ellos es el turismo, que cada día es mayor y proporciona que muchas familias puedan vivir.



Pensar en Cadalso y en que prospere, pasa por este turismo, y para que esos turistas sientan atracción por un pueblo o un lugar hay que darles esa parte de cultura, arte y tradiciones que tal vez no encuentren en otros lugares. Cadalso tiene mucho que dar y ofrecer, pero para ello hace falta una gran iniciativa por parte de nuestros gobernantes, y ser valientes y decididos para tomar esas determinaciones, que yo sé que a veces parecen descabelladas, pero que al final son las que proporcionan que un pueblo siga adelante. 



Hoy no voy a hablar de lo que todos sabemos y llevamos años clamando para que se  restauren y  se conviertan en centros de los que sea para atraer gente, hoy ya que hemos entrado en esta bodega,  me viene a la cabeza el Museo del vino que existe en Navalcarnero, y mis pensamientos y mis deseos me dicen que por qué no hacer aquí, en esta bodega, un Museo del vino de Cadalso.



La bodega reúne todo lo necesario, lugar céntrico, buena vista desde la calle, espacioso patio y enorme bodega con muchas tinajas. Si a esto le añadimos unas antiguas paredes de piedra y cubierta con teja árabe, se podría hacer algo muy bonito que serviría para promocionar el pueblo y para homenajear a todos esos cadalseños y cadalseñas, que son prácticamente todos, que un día trabajaron y vivieron para estos campos y este vino. 




Ahora sólo hace falta que sus dueños quieran venderla, que la Comunidad nos de una subvención para este fin, que los cadalseños-as estemos convencidos del proyecto, y lo más importante, que alguien de los que nos gobiernan sepan ver en este tipo de movimiento cultural y etnológico, una forma de vida y de futuro para nuestro pueblo, demasiadas cosas para que todos estemos de acuerdo, pero……hacia ahí va el futuro de los pueblos.



Si os apetece y tenéis un rato libre acercaros a ver el Museo del vino de Navalcarnero, os sorprenderá y seguramente os hará ver las cosas de otra manera. En este enlace también lo podemos ver. 

Museo del Vino de Navalcarnero

http://www.youtube.com/results?search_query=museo+del+vino+de+navalcarnero&aq=f


Y cuando me voy y cierro esta puerta pienso en los hombres y mujeres de Cadalso que han trabajado aquí, y por un momento el recuerdo y la nostalgia me invade, y vuelvo a mirar la puerta ya cerrada con el pensamiento y la esperanza de que se vuelva a abrir pronto, y no quede, como tantas cosas de Cadalso, cerrada y olvidada para siempre.


  Enlace 1ª parte 
http://zorrocorredero.blogspot.com/2010/10/la-bodega-de-teodoro-villarin.html


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Para quien ha tenido la suerte de haber visto hacer el vino en casa y pisar la uva en el lagar, la idea de recuperar una bodega de esa importancia le parece estupenda en todo su contenido.

Un saludo. Joaquín

Pedro Alfonso dijo...

Dada tu sensibilidad no podía ser de otra manera. Estamos de acuerdo.

Pedro

Anónimo dijo...

Efectivamente para la gente que se cree que el campo esta asfaltado esto no tiene sentido, pero para los que hemos mamado el campo y en especial el milagro de convertir la uva en vino, el mantener estos rincones cadalseños vivos nos dan un granito de esperanza y de añoranza.

El campo no tiene arreglo pero el turismo puede volver a dar a Cadalso esa imagen de pueblo acogedor que tenía hace años.

Un saludo
Roberto

Anónimo dijo...

Buenos recuerdo,me he sentido muy apenado al ver esta bodega que tantos ytantos recuerdos por haber estado trabajando en ella. Pepe.

Anónimo dijo...

Esta bodega tiene toda la experiencia de una tradición familiar ya que el padre de Teodoro, Paulino Villarin cultivaba sus uvas en cepas que todavía hoy existen, tenia bodegas donde hacia el vino que luego iba a vender en su carro de mulas por tierras de Avila. Por cierto una de esas bodegas estaba enfrente de la óptica donde esta la peluqueria, esta bodega la heredo Teodoro de su padre transformandola en pisos y locales comerciales.

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