Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

viernes, 4 de octubre de 2024

Otoño en el Valle del Tórtolas. Cadalso.

 El Boquerón - Valle del Tórtolas.

Cuando has nacido y te has criado entre estos campos, la imaginación vuela y eres capaz de recordar aquellas primeras visiones, entonces no te impresiona la más o menos belleza del lugar sino los momentos vividos. No recuerdas mucho, pero si cierras los ojos aparecen destellos de infancia, las ciruelas, las chelvas, la pesquera, el serón con la merienda, el borrico, la perra.....Buenos días CADALSO.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días Pedro feliz fin de semana

Aurora Ferrera

Anónimo dijo...

Esi es, eso se lleva en la sangre

Mariano

Anónimo dijo...

Está ahora precioso con los colores otoñales

Antonia Frontelo Morales

Anónimo dijo...

Buenos días

Rosa Merchan

Anónimo dijo...

Buenos días bonita foto con esos colores que bonito es el otoño 🍁🍁

Pilar Diaz Recamal

Anónimo dijo...

Hay que vivirlo para entenderlo ❤️

Charo González

Anónimo dijo...

Buenas tardes Pedro preciosa foto

Juani Lopez Conde

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

LOS CENCERRONES DE LA PARRILLA

Después de la vendimia terminada
solíamos echar una jornada.
En las viñas buscando el cencerrón
y de la mula llenando el serón.
Eran días hermosos y otoñales
con las hojas muriendo en los parrales.
Negreando lo que quedó en la vid
de estos campos gloriosos de Madrid.
Así era la vendimia del sintierra
del que lucha en la vida y no se aterra.
Y aparta los abrojos del camino
variando los designios del destino.
Volvíamos a casa con la carga
armados con la lanza y con la adarga,
Del esplendor fulgente del racimo
que nos daba calor junto al arrimo.
Del leño incandescente de la lumbre
y el porrón heredad de la costumbre.
Convertido en el mosto que hace al vino
fortalecer el ánimo cansino.
Según la sabia opinión de los viejos,
duchos en vinos jóvenes y añejos.
Legatarios de una secular ciencia,
la voz universal de la experiencia.
Y pisábamos la uva en una artesa
anclada y sustentada por la mesa.
Tosca bodega en el angosto hogar,
decimonónico ancestral lagar,
Luego aquel caldo iba a la tinajilla
anclada con las patas de una silla.
Permitiendo al tiempo hacer su labor,
dándole al mosto solera y sabor.
La abríamos la noche de difuntos
al amor del fuego asando castañas,
los cuatro en mi casa todos juntos
con mi padre contándonos hazañas.

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

El encontrar un trabajo
a veces es peliagudo.
Si no se es ducho en el tajo
y se optó por un atajo
y formarse no se pudo.

Anónimo dijo...

Como te gusta el campo de tu pueblo Pedrito

Dolores Saez Canoyra

Anónimo dijo...

Buenos días

Juani Robles Morillas

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