Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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jueves, 14 de julio de 2022

BOGUSLAWSKI, HENRY HIGGINS, TORREMOLINOS Y CADALSO. Por Miguel Moreno.

            BOGUSLAWSKI, HENRY HIGGINS, TORREMOLINOS Y CADALSO

           Villa Chopin. Boguslawski. Henry Higgins Edward

            Después de un día vacacional junto a Paloma en mi “santo lugar”, Torremolinos, vamos a tomar unas cervezas bien frías a un garito-estudio parecido a los de entonces. Hay libros y revistas diseminadas que hablan de “Torroles” y de la Costa del Sol. Llama mi atención la magnífica revista Litoral con su número monográfico dedicado a “Torremolinos” (Litoral fue fundada en Málaga en 1926 por los poetas Emilio Prados y Manuel Altolaguirre), y el libro “Excéntricos en la Costa del Sol” (J.L. Cabrera y Carlos G. Pranger), ambos los compré aquí el año pasado. De todo ello, así como de sus fotos, me informó la imprescindible pagina web “Torremolinos Chic”, la cual desgrana los años brillantes y dorados de este maravilloso Torremolinos que era un oasis de libertad, extravagancia y lujuria en aquella España del “desarrollismo”.

Revista Litoral dedicada a Torremolinos

            Hoy quiero mencionar dos semblanzas contenidas en “Excéntricos…” que me sorprendieron gratamente: la del melómano Henry Boguslawski, del que aún se conserva su Villa Chopin sita en la calle Loma de los Riscos (solemos visitarla exteriormente),  y la del torero inglés Henry Higgins Edward, que más tarde se anunció en los carteles castellanizando su nombre como  "Enrique Cañadas". Henry Higgins, como no podía ser de otra manera, toreó en Cadalso de los Vidrios (Madrid) el 14/09/1968, junto al número uno de los novilleros de aquel año, Juan Ant. Alcoba “El Macareno”. Lidiaron novillos picados de Ortega Estévez (Añover de Tajo -Toledo). Los dos triunfaron y cortaron dos orejas y rabo a sus segundos utreros. Recuerdo que los programas de mano de aquella feria de 1968 eran de un impactante color amarillo, lamentablemente lo extravié. No se me olvida que me lo llevó mi tía Francis la mañana del Día de la Pólvora.


            La historia de estos dos personajes son para mí dignas de admiración: Henry Boguslawski (Polonia, 1910 – Estados Unidos, 1989), ciudadano polaco nacionalizado estadounidense, trabajó en la NASA como doctor ingeniero de telecomunicaciones espacial y fue un afamado hombre de negocios vinculado a la tecnología. Retirado en Torremolinos, consagró a la música clásica su villa y parte de su vida. Un busto de Federico Chopin presidia el jardín y todos los años, durante décadas, organizó un ciclo de conciertos con obras de su compatriota, Chopin, contratando excelentes intérpretes internacionales. Muchos de esos músicos alcanzaron renombre internacional gracias a su apoyo. Los conciertos se celebraban en el jardín y podía asistir cualquier persona interesada en la música, incluidos los vecinos. Se acostumbraba a vestir de etiqueta y, en los descansos, el anfitrión hacía servir champán francés. En 1985, Boguslaswki fue condecorado con la medalla de la ciudad de Málaga y al año siguiente creó la Fundación Villa Chopin. Se celebraron conciertos hasta 1988. Henry falleció en 1989. Al año siguiente volvieron a sonar por última vez las mazurcas y los valses en Villa Chopin, en un concierto-homenaje que ofreció el famoso pianista Piotr Paleczy. La casa, de paredes encaladas, se mantiene aún en pie. Yo no puedo evitar imaginar mi presencia en esos conciertos bebiendo champán junto a Paloma y deleitándonos con la música, mientras observamos los rizos del mar Mediterráneo al anochecer. Dicen que en verano, al caer la tarde silenciosa, aún se escucha música en el jardín…

        


    Henry Higgins Edward, “Enrique Cañadas” (Bogotá, 1944 – Mojácar -Almeria-, 1978). Han existido pocos toreros británicos y posiblemente el único de ellos que tomó la alternativa fue Higgins en Fuengirola (Málaga), en 1970, ante toros de Carmen Ordoñez con J.C. Beca Belmonte de padrino y Pepe Luis Román de testigo. Debutó en 1967 en Sta. Cruz de Tenerife (el año de la guerra de Vietnam). De jovencito decoraba su aposento -en la isla de Man- con fotografías de toreros como Joaquín Bernadó, Curro Girón o “Chamaco”. Recibió en sus comienzos ayuda económica de Brian Epstein, el representante de los Beatles (el quinto Beatle) y gran aficionado a la tauromaquia. Le costeó sus ternos de luces y aportó dinero para organizar sus primeras actuaciones. Toreó fundamentalmente por la costa y en la meseta debutó en Cadalso de los Vidrios (Madrid), en 1968. Estuvo muy vinculado a la localidad almeriense de Mojácar (allí tenía una casa enjalbegada y abrazada por buganvillas), fue muy asiduo a Torremolinos (Málaga). Amaba a España y le leían El Quijote en la convalecencia de una cogida. Desayunaba cereales (Corn Flakes) de los que nadie había oído hablar en Torremolinos y que provocaban la desazón en su cuadrilla: “El maestro come lo mismo que las mulas…” Solía tomar un té de menta antes de cada corrida.

            Su autobiografía To be a Matador (1972), escrita junto a Jim Myers, apunta la euforia de los miembros de su cuadrilla al llegar a Torremolinos y pasear por sus calles repletas de bellas mujeres. Su carrera fue irregular y sin duda quedó afectada por la repentina muerte de su gran benefactor, Brian Epstein. En cierta ocasión un director de cine, que solía rodar escenas violentas en sus películas, le reprochó que fuera torero. Henry Higgins le respondió: “Eres un hipócrita, tú haces películas mucho más sangrientas que una corrida de toros…” Era también muy aficionado a la aviación. Contaba sólo 33 años cuando murió practicando ala delta en Mojácar el 15/08/1978. Le gustaba ver desde la altura los lirios del valle y se quedó varado entre las cumbres de esa montaña apacible y mágica. Está enterrado en el Cementerio Inglés de la localidad, era muy querido y apreciado por los mojaqueros. Irradiaba gran atractivo y las mujeres le seguían casi tanto como al Cordobés. Nunca olvido a este torero inglés que unió Torremolinos a Cadalso de los Vidrios. Puede decirse que yo recogí su testigo y procuro seguir uniendo Cadalso a Torremolinos.

El Mediterráneo desde la Torre de la Roca.

            Ahora nos dirigimos hacia La Torre de la Roca, lugar con fantásticas vistas. Se contempla el Mediterráneo en todo su esplendor y plenitud. Plena es también la vista de Cadalso desde la Peña Muñana. Desde aquí les deseo larga vida en mi recuerdo a Boguslawski e Higgins. Los lugares y los personajes míticos se dan la mano, se aúnan y se abrazan con sentimiento. Su hechizo me hace soñar y perdurarán en mi memoria para siempre…

                                                                                  Miguel MORENO GONZÁLEZ


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Como prácticas la memoria

Antonia Frontelo Morales

Anónimo dijo...

Excelente, como sueles, Miguelón!!!!!!👏👏👏👏 Diego S. Bustamante

Anónimo dijo...

👏👏👏👏.... Bonita historia, amigo...
José A. Álvarez G. de Guzmán

Anónimo dijo...

Terminarás siendo también cronista oficial de Torremolinos. Un abrazo, Maestro. Luis C. Trijueque

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho, Miguel.. Un fuerte abrazo. Rafael.

Jesús Lopez dijo...

Supongo que también estarías en elPiper a tomar una copa si no lo han cerrado porque a ti te parece Buenos recuerdos cuando tu tenias 17 o 18 años cuando fuiste por primera vez de vacaciones a Torremolinos y desde entonces no faltas ningún año te trae buenos recuerdos
Como tú ya lo as expresado alguna vez en tus escritos

Anónimo dijo...

Me maravillan los personajes que me haces conocer. A falta de charlas en tardes venteñas de toros, buenos son tus escritos, maestro.

Anónimo dijo...

Estoy por mandarte algo para que sigas unos días más de vacaciones haciendo escrititos como este.
A. Acuña

Anónimo dijo...

Bonitas historias cuentas Miguel!!

Cargadas de recuerdos y melancolía de otros tiempos.

Tomaros a nuestra salud unas cervezas bien frías y a disfrutar mucho. Como lo hacemos los que te leemos y recordamos.

Miguel Moreno González dijo...

Muy agradecido por vuestros bonitos comentarios hacia este escritito que recopila la historia de dos personajes muy ilustres para servidor.

Anónimo dijo...

Qué historias tan bonitas y entretenidas. Gracias Miguel y Pedro. Todo lo que hacéis en este Zorro tan especial es desde el sentimiento cadalseño.
Cadalseña

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