Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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jueves, 13 de agosto de 2020

A MI Padre, por Miguel Moreno

 

A MI PADRE

 

Miguel Moreno Martín


El 16 de agosto de 1981 murió mi padre con 45 años. Paloma y servidor trabajábamos en Argelia. Por la tarde un compañero se desplazó a nuestro domicilio para decirme que fuera a la Embajada para llamar desde allí a casa de mi abuela paterna en Cadalso. Cogió el teléfono Joaquín Moreno, “Piquillo”, y me comunicó la desgarradora noticia. Conmovido por la pena y la tristeza, esa misma noche hice un escritito que mantengo guardado desde entonces. Quiero recordarlo en este aniversario de su desaparición. Lo hice solo, mojando con mis lágrimas la hoja que desteñía la tinta azul. Estaba en “nuestra casa colonial”, en la habitación grande, tirando por el largo pasillo a la derecha. 30 Rue Edgar Quinet, de Argel. Lo evoco tanto como homenaje a lo que fue, como a la añoranza de lo que yo dejé de ser y de vivir con y para él. Pasó de ser un hombre a ser ese Dios que cuando alguien muy querido me deja acaba siendo para mí. Decía –y sigue diciendo- así:


    Boda de mis tíos Feli y Quinito, frente a las casetas


 “-Habías estado en la peluquería de Vítor”Camisilla”, tu quinto, haciéndote uno de esos cortes de pelo cortito que tanto te gustaban. Estuviste después comiendo y al poco tiempo tomaste tu inseparable moto para ir a trabajar. Dejaste dicho en casa que si tardabas que no se preocuparan, que estarías en el huerto de “La Vía” cavando una zanja para que en invierno, cuando el pozo rebosara, pudiera salir el agua por ella hasta el arroyo. Fué la última vez que te vieron vivo mi madre y mis hermanos. Unas horas después corría la noticia por nuestro pueblo como la pólvora: “A Miguel, le han encontrado muerto en su huerto”. El corazón te estalló rebosando ternura en una de las épocas más felices de tu vida. Recostado en un cantero de tierra y asido a tu fiel azadón, marchaste a la eternidad rodeado de lo más preciado para ti: paz, silencio, agua y campo.

 


    Con mis padres en la calle de la Iglesia


¿Qué puedo decirte yo, tu hijo mayor, en este día dominado por completo por el dolor a ti, que eras el enlace con mi tiempo más bonito, con aquello que uno nunca debe olvidar?  Eras tan sencillo, tan noble, tan honesto… que no encuentro forma más bonita de decirlo. Nunca olvidaré nuestras conversaciones acompañadas de cerveza en Cadalso, ni tu particular manera de partir los filetes, ni nuestros paseos por Madrid y, tampoco, tu modo de pronunciar “bujero”. Eras el primero en dar y ni siquiera eras el último en recibir porque sencillamente nunca nadie te regaló nada. Allí, en casa, en tu percha, esperaban tu camisa blanca y tus pantalones grises, dentro de uno de sus bolsillos un monedero con unos billetes de pequeño valor doblados en mil trozos como solías guardarlos. Allí, también, un boleto de lotería jugado con “Magán” y “Agüitas” con esa esperanza que juegan los humildes y que, en el fondo, saben que la suerte no está hecha para ellos.

 

Con mis padres el día del Bollo

     Ya no veré jamás tu figura recortarse a lo lejos con tus enormes manos, de las que brotaban caricias como plantas brotaban de tu huerto, cogidas por detrás de la espalda, ya no veré más tu rostro emocionado cada vez que nos veías partir. Una de esas veces fue la última que te vi vivo y nos dimos el tercer beso de nuestra vida con la amargura de tener que separarme de ti. ¿Y ahora qué, padre? Cuando volvamos por Navidad nunca más nos dirás con la satisfacción de vernos a todos juntos: “Vamos, que ya está bien que se os vea el pelo…” En ti se hace, si cabe, más increíble, más absurda, más injusta la muerte. ¿Por qué este castigo, por qué lo difícil de esta vida?

 

     Mi padre de militar


¡Qué contraste!, aquí y ahora se me hace más real tu existencia, se me hace más importante, más insustituible tu nombre y el mío: Miguel Moreno. Sólo tú debes saber lo triste que es este día y nuestro día 29 de septiembre, santo y cumpleaños de abuelo, tuyo y mío y quedando solo yo, lejos de casa, lejos de todos, lejos definitivamente de ti…”

                                    

                                 Miguel MORENO GONZÁLEZ


37 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonita carta ...Un recuerdo para Miguel y un abrazo para la tia Asun ..

Loren Alfonso Jeronimo

Anónimo dijo...

Emotiva carta Pedro!!!!

Ruben Pastor

Anónimo dijo...

Es una pena cuando se van nuestros padres ,y por muchos años q hagan siempre están presentes en nuestro corazón ,un saludo Miguel

Lucia Lop

Anónimo dijo...

Gran persona y muy amigo de mi padre

Jose Garcia Gomez

Anónimo dijo...

Qué recuerdos Sr. Nunca olvidaré ése día.. nunca. Bajé con mi Padre a San Martín, que fue dónde le llevaron. Yo no podía creerlo... Miguel, el más fuerte.... para mí fue muy doloroso. Y después la espera al hijo mayor...tu... que retrasaron el sepelio. Cuando te vi, no supe que decir. Que Dios le tenga en su Gloria. Un abrazo gran amigo.

José Antonio Álvarez Gallego de Guzmán

Anónimo dijo...

Muy emotivo Recuerdo y homenaje a tu Padre la vida es muy dura

Antonia Frontelo Morales

Anónimo dijo...

D.E.P.💔

Maria Teresa Caballero Lopez

Anónimo dijo...

Pobre muy joven

Clara Perezagua Lopez

Anónimo dijo...

Miguel hoy especialmente me invade la melancolía,que injusta es la vida que tengamos que perder a nuestros padres con lo que trabajaron para cruzarnos. Ellos nunca se quejaron y como tú bien dices no recibieron nada a cambio,el campo y su familia eran el sentido de su vida, recuerdo esas palabras t an rusticas y tan nuestras de antaño como el bujero que tanta gracia nos hacía pero que ellos sin estudios eran más listos que ahora muchos políticos. Me encantan las fotos tan entrañables que pones con tus padres o la de la boda de quinito y Feli que tiempos tan maravillosos que no volverán pero que llevaremos para siempre en nuestros corazones ,un beso al cielooo!!!!!❤️

Maria Antonia Hernández

Anónimo dijo...

D.E.P. nunca se olvida al ser querido que se va, y más si como en este caso era una excelente persona marido hijo y padre, muy emotivo Miguel , seguro que siempre está con vosotros y algún día más tarde que pronto, irá a vuestro encuentro y allá será cuando todos al final disfrutemos de ellos para siempre

Maria Rosario Caballero Lopez

Anónimo dijo...

Preciosa carta

Juanjo Fernandez

Anónimo dijo...

Amigo Alfonso, cuando un padre se va deja un espacio vacío muy grande y qué mejor forma de rendirle un homenaje, que escribir esta bonita dedicatoria como lo haces tú. Un abrazo

Vidal Fermosell Jimenez

Pedro Alfonso dijo...

Estimado Vidal, no lo he escrito yo, el escrito es de un gran colaborador del ZC, Miguel Moreno, y el escrito está dedicado a su padre.

Anónimo dijo...

Pues tranmitele a colaborador ZC, mi escrito.

Vidal Fermosell Jimenez

Anónimo dijo...

Que joven murió, lo siento

Esperanza De La Cruz García

Anónimo dijo...

Descanse en paz muy emotivo relato

Juani Robles Morillas

Anónimo dijo...

Como siempre bellísimo homenaje a tu padre, en el que nos vemos reflejados todos los que guardamos sentimientos parecidos pero no sabemos o no somos capaces de escribirlos.
Luis C.

Anónimo dijo...

Sentido homenaje que de seguro revives cada minuto. Un saludo.
Pepe Vázquez

Anónimo dijo...

Rebosa sentimiento, Miguel.
Antonio Acuña

Anónimo dijo...

Miguel cómo pasa la vida, casi cuarenta años, el que más se parece a tu padre es Justo.
Vicente Álvarez

Anónimo dijo...

Que buen homenaje a tu padre, una persona humilde y fiel a su familia que nunca olvidaré, gran persona y trabajador. Vaya mi querido recuerdo a él de todo corazón.
Manuel Reyes

Anónimo dijo...

Recuerdos que nos acompañan toda la vida

María Hs

Anónimo dijo...

Que joven, una pena. D. E. P

Chelo Villarin Recio

Anónimo dijo...

Que joven
D. E. P.

Esperanza De La Cruz García

Anónimo dijo...

¡¡¡Joder!!! Lo que no entiendo, querido Miguel, es como al terminar de escribir esas palabras la tinta no se había mezclado con el agua salada de tus lagrimas haciendo imposible la lectura te tanto sentimiento. ¡Qué grande eres!
Luis Javier López Lentijo

Anónimo dijo...

Grandes palabras, de un hijo hacía su padre, al cual admira y siempre estará presente mientras siga vivo en tus recuerdos.
Luis M. González

Anónimo dijo...

Q bonito homenaje Miguel, q joven era, D. E. P. Un fuerte abrazo.

Montse Hergueta

Anónimo dijo...

D. E. P.

Rocio Redondo Martin

Miguel Moreno González dijo...

Muchas gracias. Todos perdemos a nuestros seres queridos y en esas desgracias sentimos una pena inmensa, pero también surge lo mejor del ser humano. Vuestro cariño así lo pone de manifiesto.

Anónimo dijo...

Tu padre sigue vivo a traves de ti. Mantienes su recuerdo vivo. Un gran hombre. De tal palo tal astilla.

Anónimo dijo...

Pedro lo siento y quédate con todo de él

Ana Díaz Gónzalez

Anónimo dijo...

D E P

Pilar Calvo Villarín

Anónimo dijo...

Triste pero emotiva, recordarlos es estar con ellos, D. E. P Miguel

Jose Maria Moreno Gonzalez

Anónimo dijo...

Muy bonito escrito Miguel parece mentira que hayan pasado tantos años, yo recuerdo esa noche a tu abuela, no habia consuelo para ella, no podia crerselo. Desde estonces no pudo ser la misma...
Maria Cruz

Unknown dijo...

Recuerdo ese día como si fuera hoy no me podía creer que mi tío se hubiera muerto siempre le recuerdo como un coloso grande y fuerte caminero como mi padre hoy ya cuarenta años madremia un abrazo para toda mi familia paterna manolo el nacho

Anónimo dijo...

Lo recuerdo perfectamente. Lo vi, lo leí y... lloré...si.. lloré, ya no sólo porque yo sea así, si no que la muerte de tu querido padre fue un palo gordo.. pero gordo. Yo estaba en la caseta de camineros con Paloma (ya de mas de 8 meses de embarazo).. cuando de repente alguien lo dijo. Yo me quedé.. helado...y mi padre.. pufffff..ni te digo...madre mía qué mal lo pasamos. Rápidamente nos fuimos al cementerio de San Martín donde tenían a tu padre en el.. depósito o como lo llamen, entré y al verle, me salí...me salí..no pude asistir a tan trágico momento..con tu familia allí....no pude...y ése día..nunca lo olvidaré..nunca..y las horas se me hicieron eternas esperando tu llegada..y por fin te vi en tu casa de las sillas. Fue un momento muyyyy difícil de explicar. Un abrazo amigo y Q.E.D ...D. Miguel Moreno.
José A. Gallego de Guzmán

Anónimo dijo...

El como expresas el amor a tu padre ennoblece y embellece este sentimiento. Totalmente emotivo, absolutamente emocionante y convertidor de piel humana en "carne de gallina".
Pepe Vázquez

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