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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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jueves, 28 de noviembre de 2019

ÁNGEL TERUEL, ELEGANCIA Y CLASE EN EL TOREO. Por Miguel Moreno.


ÁNGEL TERUEL




Ángel Teruel cierra las XIV Coloquios Taurinos patrocinados por la Asociación Taurina Cultural, "Cadalso", que viene desarrollando una magnífica labor en pro de la Tauromaquia en general y en particular de la de nuestro pueblo. Quiero aprovechar para felicitarles y darles mi sincera enhorabuena porque el esfuerzo que hacen es digno de admiración. Estos Coloquios ya ocupan un lugar destacado dentro de la programación taurina que realizan distintas ciudades y villas taurinas. A lo largo de estos años han pasado lo más granado y relevante del toreo; ya sean ganaderos, matadores, subalternos, rejoneadores, aficionados, presidentes, periodistas, sastres... En fin, todo aquel personaje rutilante del toro que tenga algo que decir tiene cabida en estos coloquios. Mi deseo es que sigan por muchos año más y que sepan que cuentan con nuestro apoyo como aficionados de Cadalso y que, a su vez, el Ayuntamiento siga prestando su colaboración desinteresada para realzar estos "Sábados Taurinos". Y a ti, Pedro, darte las gracias porque siempre tienes abiertas las puertas de tu blog para todo lo relacionado con nuestro pueblo, así como para la difusión y promoción del toreo. Créeme que en estos tiempos que corren es digno de admiración; por eso tienes siempre mi agradecimiento y ayuda en todo aquello que pueda servir para el engrandecimiento de la Fiesta de Toros y que, repito, tú apoyas de manera entusiasta y decidida.


A todos les dedico este escritito agradeciendo el aliento que transmiten a la Fiesta. Muchísimas gracias. Y hasta noviembre de 2020.  

Miguel Moreno González
ÁNGEL TERUEL, ELEGANCIA Y CLASE EN EL TOREO



            Lo que recuerdo con más lucidez era su innata elegancia toreando y en la calle. Ángel Teruel Peñalver recreaba un toreo elegante además de tener esa difícil facilidad para dominar a los toros en la plaza, aunque fuesen de condición desabrida. Vestía frecuentemente de blanco en el ruedo y nunca mancillaba su terno mota vulgar alguna que deslucir pudiera su talle y donaire. Nació en el barrio de Embajadores e imbuido quedó de ese casticismo, de esa chulería y de ese verbo gracioso "cheli" capitalino del que sólo los madrileños de pura cepa son preclaros agraciados. Derrocha categoría y empaque que yo mismo comprobé embelesado una tarde que coincidí con él en el bar La Paloma, de la calle Toledo. Fue mirarle y descubrir cómo le afloraban en torrentera los sentimientos toreros.
            Seducía en la calle a los no cautivados en el ruedo. Siempre perfectamente conjuntado y con andares de sabio castellano. Da gusto verle tocado graciosamente con su sombrero, acariciado el cuello con su pañuelo de seda y con esas gafas que ocultan su mirada perspicaz e intuitiva, mientras admiras ese perfecto remate de corbata y pañuelo a juego sobre la solapa. Detalles que marcan la diferencia entre las personas agraciadas con el don de la clase y las que no la poseen. Por aquel entonces todas las publicaciones se disputaban sus declaraciones. Sonada fue su relación con la multimillonaria yanqui Bárbara Hutton (una mujer con una calidad humana superior) que llenaron cientos de páginas de las llamadas revistas del corazón. Diríase que Teruel fue el primer torero mediático, tal como lo entendemos ahora. Su garbo lidiador era el reclamo más distinguido que él sabiamente dosificaba.



            Un maestro en el más amplio sentido de la expresión que se anunció en Cadalso en un festival el 18/09/71 con novillos cadalseños de Abad Hermanos. Antes de hacer el paseíllo le oí hablar pausado y seductor en la Puerta de Cuadrillas. Dejaba la distancia justa entre él y su interlocutor. Arrastraba la última frase de la oración para enlazarla con la siguiente con gracejo e ironía. Dominaba el entorno como reducía al animal más fiero con esa arrogancia y clasicismo que a nadie dejaba indiferente. Tenía cultivada personalidad –sigue conservándola- para dar y tomar, algo tan ayuno hoy en día en los toreros y en las personas.
            Su padre regentó un tiovivo en la calle Ferraz. Sobre remolinos y vueltas le nació el toreo circular que quiebra la cintura como una verónica sin fin. Siempre gozó para mí de un aura singular, especial. He de reconocer que eso era lo que más me atraía de él. Esa especie de misticismo que yo le intuía envuelto exteriormente en un estilo deslumbrante. Atesoraba el misterio de los toreros elegidos y la magia del ser humano que vive paseando por su interior. Cuando Ángel Teruel toreaba bien, esa tarde el ruedo se llenaba de hadas y duendecillos burlando al morlaco del desamor con un capotillo de alhelí.



            Torero hondo, seguro y refinado alcancé a verle faenas antológicas en 1976 y 1977 en Sevilla (Miura), Madrid (Miura) y Bilbao (Victorinos). Brillaba rutilante y pletórico con esos hierros porque los obligaba como ninguno. No aparentaba hacer esfuerzo cuando encauzaba las embestidas con aquellos naturales pulcros, largos y de mano baja que remataba detrás de la cadera dejando al bicho dominado para ligar el siguiente pase. Cerraba las series con un pase de pecho infinito o gustándose con un gracioso y chulesco desplante. Aquellos años fue el mandamás de la Tauromaquia andante dando lecciones magistrales que le encumbraron a lo más alto. Servidor, entonces joven y engreído aficionado; recuerda el impacto que le causó verle torear y someter con bellos y poderosos trasteos a aquellos morlacos enrazados y de irreprochable trapío. Ese mando, esa seguridad y ese poder lo recuerdo como modelo de lidia total y completa.




            Presencié en 1984 en Las Ventas como un burel de Torrestrella le persiguió y le alcanzó en el glúteo cuando ya había llegado al burladero entre la consternación de la concurrencia. El astifino toro, con un derrote sibilino y certero, le empitonó gravemente levantándole cuando ya tenía el cuerpo dentro. Muy castigado por los toros le quitaron el sitio en diversas ocasiones. Él mismo reconocía que le afectaban anímicamente las cornadas y que pensaba mucho en ellas. Fue, además de gran lidiador, artista sensible y, como tal, un tanto indolente y conformista. Si se cabreaba consigo mismo sacaba su raza imbatible de torero largo y de amplios recursos que ponía a cavilar a sus compañeros. A veces, desilusionado y falto de alicientes, le embargaba una desidia melancólica.
            El maestro Ángel Teruel tenía arte, valor y técnica; las tres virtudes necesarias para ser torero de referencia y de época. Pero no mantenía su estatus porque soportaba los clásicos altibajos de los artistas bohemios. Hoy vive retirado en su finca cacereña de “Los Ángeles”. Al caer la tarde en la Sierra de Guadalupe le gusta ausentarse para sopesar el temple de su muleta, mientras escucha al relente traer el eco lejano de la reflexión de un torero: “Convertir la dificultad del riesgo en belleza es acariciar la perfección.” 

    

    Miguel MORENO GONZÁLEZ

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy bonito, me gusta el cariño con el que le describes y la afición por el toreo que reflejas. Gracias porque los toros son arte.
Luisa

Anónimo dijo...

Muy buen reportaje de Angel Teruel, seguro que la conferencia del sabado estara fenomenal.

Mariano

Anónimo dijo...

Yo me acuerdo de Ángel Teruel cuando fue a cadalso en unas fiestas a torear pedro

Dolores Saez Canoyra

Miguel Moreno González dijo...

Gracias por vuestros amables comentarios. Os copio el apunte que tengo en mi base de datos del festejo que toreó Ángel Teruel en Cadalso. Os reitero mi sincero agradecimiento.

FESTEJOS TAURINOS EN CADALSO DE LOS VIDRIOS:

TEMPORADA: 1971 FECHA: 18-09-1971 EMPRESA: José R. Lafuente CLASE DE FESTEJO: Festival Taurino GANADERÍA: 4 novillos de Abad Hermanos

DIESTROS: ÁNGEL TERUEL PEPE LUIS DE LA CASA ADOLFO ROJAS JOSÉ RAMÓN LAFUENTE

NOTAS: LA GANADERÍA ES CADALSEÑA. EL 4º MATADOR ES A LA VEZ EL EMPRESARIO. LOS TOREROS VISTIERON EL CLÁSICO TRAJE CAMPERO. CASI LLENO.

Anónimo dijo...

Siempre describes y transmites a la perfección el buen hacer de los toreros. Realzas su arte con el tuyo narrándolo.
Gracias, Maestro.
Luis Carlos

Anónimo dijo...

Da gusto leer como glosas las virtudes de los buenos toreros. Un placer leerlas. Un abrazo.
Pepe

Julián Maestro dijo...

Precioso artículo lleno de senbilidad de buen aficionado.

Miguel Moreno González dijo...

Gracias Maestro Julián. Quizá recuerde que hace muchos años estuvimos hablando para Radio Cadalso. Creo que iba usted acompañando a un novillero muy joven que toreó en Cadalso. Por eso, al leer su bonito comentario (aunque excesivo para mi persona) me colmé de alegría. Y me emocioné al recordar aquella entrevista en la que usted me hizo pasar un rato inolvidable. ¡Con qué cariño habló del torero y de los chavales! Además alguien que, como usted, se ha puesto delante de cientos de toros diga que mi escritito posee sensibilidad, sin haberme puesto jamás delante de uno... comprenderá que es lo más hermso que me podía decir.
Muchísmas gracias y mucha suerte en la vida.

Unknown dijo...

Muy buen artículo, que refleja cm


d
la gran figura que fué el ganador de tantos premios en America destacando los Escapularios de Oro en las Ferias del Señor de los Milagros de la Plaza de Acho en Lima
Perú.

Unknown dijo...

Elena Westphalen

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