Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

viernes, 3 de agosto de 2018

El Callejón de la Sangre. Un lugar para sentir el silencio.


Callejón de la Sangre, nunca es tarde para amar.




En este lugar no existe el tiempo, todo está en silencio y una suave brisa me acerca al dulce olor de las calles viejas de Cadalso, ahora todo parece mágico y me dejo envolver por los abrazos y miradas de la historia de los habitantes de este lugar donde el silencio se convierte en murmullo y el murmullo en las palabras pronunciadas por una vecina que se acerca, que me despierta de esta sensación extraña en la que este viejo Callejón de la Sangre me tiene prisionero. Tras unos breves minutos de animada conversación, la vecina se introduce en su casa, y de nuevo me atrapa la nostalgia de un pasado, ni mejor ni peor, simplemente diferente, es entonces cuando me pregunto...Es posible amar una calle de Cadalso? Seguramente si, y me alejo camino de la Corredera. camino de otro lugar amado y otros sueños.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando uno siente que no está capacitado para expresar la maravilla interior que nos domina, decimos que es mágico. Como el Callejón de la Sangre, como tus letras... ¡Magia!
Miguel Moreno González

Pedro Alfonso dijo...

Lo realmente mágico es todo aquello que se lleva dentro, que se ama y se defiende.

Gracias Miguel.

Anónimo dijo...

Tuvo tiempos mejores. Lo recuerdo con sus fachadas pintadas de blanco y las vecinas sentadas al fresco.
Ahora ya no es un callejón, ha perdido su encanto.

Carmen Carrillo

Anónimo dijo...

Y lleno de flores

Pilar Calvo Villarín

Anónimo dijo...

Sus vecinas estaban siempre sentadas en las puertas de tertulia

Pilar Calvo Villarín

Pedro Alfonso dijo...

Es evidente que poco tiene que ver con el pasado, pero aquella otra imagen y los recuerdos siempre están ahí.

Anónimo dijo...

Sueño muchas noches con el hay fue mi niñez

Rosa Merchan

Anónimo dijo...

Hombre tampoco es para ponerle un marco

Antonia Frontelo Morales

Anónimo dijo...

Preciosa la foto

Ana Diaz

Anónimo dijo...

Da igual como estaba y como es ahora siempre va aser el callejon de la sangre yo tengo muy bonitos recuerdos de mi niñez.

Anónimo dijo...

Bonita foto y bonito relato, ese personaje de la foto, es el tío Felipe ( buenísima persona) hermano de mi querida abuela Isabel a la k siempre la he querido muchísimo. Gracias Pedro

Maria Agustina Arribas Gómez

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

JOSÉ DE ARIMATEA
Al padre Junar Bagariang, de la Virgen del Alba.

Aristas no pulidas del madero
en la llagada espalda se clavaron,
cuando de un empujón le derribaron
al pastor del rebaño ya cordero.

¿Quién había de ser sepulturero
de un reo de traición al que azotaron
y con la cruz de espinas coronaron
tildado de bufón y de inclusero?

Un hombre contempló muerte y martirio
presente en el Gólgota y fue instrumento
al ver exangüe al pálido lirio

y su palpitación en crecimiento,
cuando el Cristo expiró en su cruel delirio
al Cristo desclavó y dio enterramiento.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Anónimo dijo...

En una de esas nací aunque la foto no es de aquellos años

Juani Perez

Matapollos dijo...

Madre mía que recuerdos de ese Callejón

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