La Peña Muñana de Cadalso

Peña Muñana, visiones de mi infancia. 

La Peña viene a mi vida en cualquier momento, no importa el lugar donde me encuentre, no importa la situación en la que esté. Y aunque yo ya no soy el mismo, el de aquellos años de infancia cadalseña plena de razones para sentir su silueta y sus estados, hoy sigo siendo un enorme admirador de la Peña Muñana.

Puede que todas las imágenes sean iguales o parecidas, que con el tiempo se hayan convertido en un icono de los cadalseños, es posible, pero siempre ha sido una válvula de escape, que siempre necesito para encontrarme mejor. Muchos días, podría decir años, he pasado entre esas piedras que componen su forma, y en todos esos momentos me he sentido aliviado y atraído, me gusta, me llena, y lo necesito, a pesar de haber vivido muchas montañas, más altas, más bellas, pero nunca tan íntimas como la Peña.

La vida para los que hemos nacido en Cadalso, no habría sido nunca igual sin todas estas visiones de la infancia, esas que nunca se desvanecen cuando no hacemos mayores. El sentimiento no se encuentra, ni se busca, entra en mi, como la brisa que acompaña a la lluvia otoñal que moja las piedras, que empapa los pinos y oloriza las Eras de la Peña Muñana. 

Sirvan estas primaverales imágenes llenas de colorido para sentir la atracción del lugar más preferido por los cadalseños, para que cale en nuestros paisanos que se encuentran lejos, para sentir la lluvia fresca del otoño que hoy día caluroso de verano tanto echamos de menos, para pensar hacia delante y para ser felices.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso