Ese expresión final que se oye en el vídeo, queda de impresión, supongojajajaSerá que son la epera
Efectivamente, es la nota para las rosquillas.
LAS MERIENDAS DE MI NIÑEZEl pan untado en aceite,o con azúcar y vino.o jamón de abrir caminoa una niñez sin afeites.Las libras de chocolategrueso y con sabor a tierrade los años de posguerranos servían de acicate.Y del pan eran canterosde aquellos panes morenosde trigos y no centenosde los padres jornaleros.En las orzas la matanza,y colgados los chorizosen los humildes chamizoscon atisbos de mudanza.Sin muchachos panzurralesque ahora llaman obesos,los bocadillos de quesoscomidos por andurriales.Y la carne de membrillocon el pan y sus tarugos,y también con los mendrugosnos daban vigor y brillo.Con patadas a un balóncon el chorizo en la mano,en un vivir espartanodaba impulso al corazón.Y las sardinas saladasy mordiscos a los nabos,y no dejar ni los rabosdel tomate en ensaladas.Meriendas que en mi niñezentre coruchos austerosno oía estos desafueros,¿o influyó mi candidez?Saturnino Caraballo DíazEl Poeta Corucho
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3 comentarios:
Ese expresión final que se oye en el vídeo, queda de impresión, supongo
jajaja
Será que son la epera
Efectivamente, es la nota para las rosquillas.
LAS MERIENDAS DE MI NIÑEZ
El pan untado en aceite,
o con azúcar y vino.
o jamón de abrir camino
a una niñez sin afeites.
Las libras de chocolate
grueso y con sabor a tierra
de los años de posguerra
nos servían de acicate.
Y del pan eran canteros
de aquellos panes morenos
de trigos y no centenos
de los padres jornaleros.
En las orzas la matanza,
y colgados los chorizos
en los humildes chamizos
con atisbos de mudanza.
Sin muchachos panzurrales
que ahora llaman obesos,
los bocadillos de quesos
comidos por andurriales.
Y la carne de membrillo
con el pan y sus tarugos,
y también con los mendrugos
nos daban vigor y brillo.
Con patadas a un balón
con el chorizo en la mano,
en un vivir espartano
daba impulso al corazón.
Y las sardinas saladas
y mordiscos a los nabos,
y no dejar ni los rabos
del tomate en ensaladas.
Meriendas que en mi niñez
entre coruchos austeros
no oía estos desafueros,
¿o influyó mi candidez?
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
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