La cumbre de la Najarra, con 2106 m., es la más occidental de la conocida Cuerda Larga si como es común se comienza desde el Pto. de Navacerrada. Es la primera cumbre si ascendemos desde el Pto. de la Morcuera, enlaza con la Pedriza por el sur y es un lugar de fácil acceso donde poder disfrutar de excelentes vistas de la Sierra de Guadarrama. Entra para ver una panorámica desde esta cumbre de la Najarra.
Enlace: Subida a la Najarra en invierno
Zorro Corredero
Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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A CAZA DE LAGARTOS
Iban cuadrillas de mozos
al Cerro del Berrocal,
y la cintura es juncal
y se afeitan ya los bozos.
Armados con un arpón
que fundían los herreros,
armándoles caballeros
del reino de quita y pon.
Al llegar marzo y abril
cuando asoman los lagartos,
las hembras huevos de partos
han puesto en su cuchitril.
Lagartos toman el sol
simulando estar dormidos,
y se ocultan si oyen ruidos
mimetizados en col.
Manejando los arpones
el corucho mocerío,
de lagartos caserío
introduce los rejones.
Y si tiene recovecos
o un laberinto de calles,
ni en remilgos ni en detalles
pierden tiempo entre los huecos.
En la puerta de la entrada
o en raja de la abertura,
a los lagartos apura
yerba humeando mojada.
Y saliendo escopetados
fácil son y débil presa,
del arpón que les apresa
y los agita ensartados.
Regresaban los mocejos
cual héroes de una batalla,
que en las crónicas no se halla
a organizar sus festejos.
Y al olor de la fritanga
acudíamos muchachos,
a los que nos daban cachos
de lagarto entre bullanga.
Con unos tragos de vino
manjar eran los lagartos,
en años hueros de cuartos
donde no faltó el tocino.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Muchas gracias por el poema saturnino.
Un saludo
EL HOMBRE DEL SACO
Cuentos de la infancia,bustos
historiados en relatos,
semblantes hoscos y adustos
por quienes creímos justos
próceres en los retratos.
Si no te lo comes todo
es a ti quien come el coco,
y nos daban con el codo
así que de cualquier modo
nos contentaban con poco.
Anduvo un sacamantecas
hecho siempre un desalmado
que arrancaba hasta las pecas
y nos convirtió en babiecas
y nos cabalgó al dictado.
"¡Cuidado saca la grasa!",
nos decían como aviso,
y te deja hecho una pasa
y si vuelves a tu casa
ya por siempre eres sumiso.
Luego, el más preocupante,
siempre ha sido el noi del saco,
con el continuo agravante
de ser el del tic rampante
de sonrisa y arrumaco.
Y el hombre del saco ha vuelto
y hace ostentoso derroche
y anda libre y anda suelto,
elegante y desenvuelto
y España le paga el coche.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
¿NOS QUEDAREMOS SIN ORO?
Émula no pareces piel de toro,
de Sudáfrica o Rusia con sus minas
que dragan y hasta emplean dragaminas
en la extracción de sus gemas y su oro.
En tanto, tú te ves bañada en lloro,
viendo peregrinar a tus vecinas
que solapadas, prestas o cansinas,
confluyen todas sobre un mismo foro.
Con pulseras, cadenas o sortijas,
tras puertas de un chillón gualda amarillo,
su tesoro se pesa y se desliza
en crisoles que aprietan las clavijas
y en lingotes de acaudalado brillo
cual tu dinero se evapora en Suiza.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DEL GREMIO DE ENGASTADORES
Del Gremio de Engastadores
del que formo largos años,
no oí de tretas ni engaños
ni en su seno embaucadores.
Por nuestras manos pasaron
cientos, miles de quilates,
que ni en zarzas ni acirates
nuestros dedos enredaron.
Y brillantes en cascadas
y cuantas gemas afluyen,
y en astilleras confluyen
devueltas son engastadas.
Y vemos estupefactos
que servidores del templo,
son constante mal ejemplo
y nos hieren sus impactos.
Con una España oficial
que es Patio de Monipodio,
y se turnan en su podio
y se apropian del caudal.
Y se tapan y se ocultan
y se gritan y un "tú más",
y nada aclaran jamás
y el despegue dificultan.
Y la patria sacro-santa
que no sale de su asombro,
se desploma entre el escombro
de indignación que la espanta.
Y en redor nuestro naciones
y su libre opinión pública
nos ven cual una república
de pícaros y ladrones.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DE LOS BURILES EL MANGO
De los buriles el mango
fue deformando mis dedos,
y alimentando mis credos
en ir subiendo de rango.
Entre las gemas no hay fango,
pero el mango da durezas
y aristas con asperezas
y callos sobre las palmas,
que van templando las almas
en busca de las certezas.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DE SUSPIROS UNA FUENTE
De suspiros una fuente
abro para ti en la tierra,
y ver qué verdad se encierra
sobre tu sed tan ardiente.
Fuente de agua transparente
mi fuente de los suspiros
la engastaré con zafiros
y cuando beses mi boca
sabré qué placer provoca
los besos de tus respiros.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
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