El hombre de la mula o el caballo cruzaba la plaza, había muchos hombres de mula y caballo en aquellos tiempos. Hoy no logro disimular esos instantes de miradas curiosas, casi embelesadas por los movimientos acompasados de hombres y caballerías, de atardeceres otoñales cruzando Cadalso mientras aguardábamos curiosos el paso lento de la mula, la mirada instantánea del jinete que dejaba caer la colilla de sus labios al suelo, era entonces cuando su marcha se detenía unos segundos y se colocaba en una nueva postura que aliviara el cuerpo de tan largo recorrido. Hoy mis ojos ya no contemplan sus movimientos, el hombre de la mula dejó de recorrer los caminos, hoy sólo alguna mula o caballo descansa con la vista perdida en el tiempo, y ya no me queda más que un recuerdo, el que con los años va alargando las distancias, de los hombres, del pueblo, de la vida.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
8 comentarios:
Tu prosa es un abrazo cadalseño. Es de una belleza conmovedora. Va directa a mi corazón. Lo fulmina de ternura. Gracias por procurar hacernos mejores personas.
Gracias Miguel por dejar que los sentimientos cadalseños te llenen, y también por ser amigo del Zorro.
Un abrazo.
Con la de veces que ha pasado yo por ahi, ese caballo esta siempre. Me gustan las nubes de la sierra.
CABALLOS BAJO LA ENCINA
Caballos bajo la encina,
la yerba bajos sus patas,
en otros tiempos reatas
hubo aquí de raza equina.
Ya el caballo no germina,
ni reviven los momentos
del rebuzno de jumentos,
ni el balido de la oveja
nos hace aguzar la oreja
en campos de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ANTIGUA ESTAMPA DE CENICIENTOS
Ved a domingo montado
a lomos de su borrico,
dichoso se siente y rico
de vuelta con su ganado.
La mula por su costado
a sus plantas viene el perro,
la oliva nos tapa al cerro
y él se encamina a su casa,
donde al calor de la brasa
cena aguarda en dulce encierro.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
YEGUA, PAISAJE Y POTRILLO
Yegua, paisaje y potrillo,
de los árboles la sombra,
la yerba, pasto y alfombra
y la Peña en su castillo.
Descorrido está el visillo
mostrando imagen serena,
de laxitud calma plena
inundando de momentos
mágicos en Cenicientos
donde no cabe la pena.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho.
LA CARGA DE NARANJAS
Amarilla era la carga
que brillaba en el serón
y vivimos sensación
y emoción que nos embarga.
Don Quijote con adarga,
mi padre trajo en la mula,
con la que el mundo circula
cargamento de naranjas,
y fueron sus gajos franjas
que a mi boca se vincula.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Ese es el de mi nieta Cabriola jajaja
Luis Robles Morillas
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