La necrópolis de Prao Porrilla en Cadalso de los Vidrios

      Necrópolis visigótica de Prao Porrilla en Cadalso de los Vidrios

Se conoce como Prao Porrilla, a un conjunto de tumbas visigóticas con forma antropomórfica y localizadas en el pueblo madrileño de Cadalso de los Vidrios. Situadas al sur de la Peña Muñana, en una zona elevada junto a un pequeño arroyo y bien soleadas, parece que el lugar hubiera estado ocupado por pueblos visigodos y mozárabes cristianos, ya que todavía existen restos de piedras que parecen haber formado parte de algunas edificaciones, así como un pozo y las propias tumbas.

Pozo y restos de edificaciones junto a la necrópolis.

Una de las piedras tiene unas hendiduras, tal vez talladas o hechas al pasar de los años por la propia naturaleza.

El lugar conocido desde siempre como Prao Porrilla, se encuentra al sureste de Cadalso, junto a la carretera de Madrid, las tumbas no tienen ningún orden ni orientación, las hay de grandes dimensiones y bien talladas, otras parecen de niño, y sólo se ha encontrado una que contenga dos tumbas en la misma piedra.

Todas se encuentran distribuidas por un terreno montuoso y para realizarlas se aprovecharon las piedras naturales de granito allí existentes.

Tipológicamente presentan poca variedad, algunas son rectangulares, trapezoidales  y fusiformes, teniendo alguna de ellas el hueco de la cabeza bien marcado y un resalte para su apoyo, pero en la mayoría de ellas esta opción no esta definida.

La mayor parte de la tumbas se encuentran separadas, aprovechando los afloramientos de piedra granítica de la zona, otras se encuentran más próximas y tan solo dos como ya he dicho anteriormente, se encuentran alineadas y excavadas en la misma piedra.

Todas debieron ser expoliadas en tiempos remotos, dada la facilidad de acceso y la vulnerabilidad. En los alrededores no se han encontrado objetos ni piezas dignas de resaltar, tampoco en los años 60 cuando el Dr Box ya habló de ellas.

Están consideradas tardoromanas, de edad posterior a los romanos, siglo IV a VI y no tienen ninguna inscripción o señal que pueda ser visible para su identificación.

Junto a las tumbas dobles, existe un circulo tallado en la piedra utilizado tal vez para realizar oraciones  y ofrendas. 

Todas carecen de tapa, y sólo en los alrededores de las dos alineadas se ha encontrado un trozo de losa que podría pertenecer a la tapa de una de ellas. Conocidas y visitadas desde siempre, nunca se he oído que se encontraran restos óseos o ajuar alguno, por lo que siempre ha sido difícil concretar la época de la que proceden con exactitud las tumbas, siendo catalogadas por el parecido con otras del mismo estilo encontradas por el resto de la geografía española, en concreto por las estribaciones del Sistema Central, lugar donde existen varios de estos enterramientos.

No parece que este tipo de enterramiento tanga mucho interés, tal vez por la cantidad de tumbas que podemos encontrar. Según el trabajo “Elementos para el análisis de las necrópolis de tumbas excavadas en la roca” de I. Martín Viso ( Universidad de Salamanca )

 En la Cordillera Central, en las zonas situadas entre las sierras de Somosierra y la Estrella, ya en Portugal, se han podido detectar un total de 534 yacimientos con tumbas excavadas en la roca.

Un dato que parece llamativo de este trabajo sobre las implicaciones sociales y culturales de las necrópolis, se apunta en estos dos párrafos:

El análisis de las necrópolis de tumbas excavadas en la roca pone de relieve esa pervivencia del cristianismo, ya que se trataba de inhumaciones en las que el cadáver se depositaba en decúbito supino y no en decúbito lateral, como en el caso islámico. Esta sociedad continuó modelos preexistentes y se la puede caracterizar con el término de “mozárabe”. No obstante, dicho adjetivo encubre un gran número de situaciones que no pueden asimilarse entre sí. Por esa razón, conviene diferenciar entre unos “mozárabes” urbanos, conectados con ciertos poderes episcopales y con un contacto muy directo con los aparatos políticos andalusí y asturleonés...; y los “mozárabes” de áreas rurales, que disponían de sus propias estructuras organizativas autónomas de las urbanas. Los últimos continuaban prácticas ya existentes en el siglo VII y por entonces diferenciadas de las de las ciudades y zonas periurbanas.

En definitiva, el estudio de las necrópolis de tumbas excavadas en la roca pone de manifiesto la presencia de una sociedad predominantemente campesina y en sus fases más tardías influida cultural y políticamente por el mundo andalusí, pero no islamizada. En ella hay liderazgos locales relativamente estables, firmemente unidos a las comunidades y a determinados centros de culto.

 Pared con extraña formación de piedras en el suelo. Tal vez fuera el lugar donde reposaban las      colmenas que aquí han existido hasta hace unos años.

Cerca de Cadalso podemos encontrar yacimientos en Cenicientos, cerca de Piedra Escrita, así como los de El Almoclón y Landrinoso en San Martín de Valdeiglesias.

Estas tumbas labradas en piedras de granito, se debían encontrar junto a los asentamientos donde los pobladores de la zona habitaban, trabajaban la tierra y cuidaban de sus rebaños, aquí transcurrió su vida y su muerte, siendo este el lugar elegido para descansar eternamente.

Por el tipo de vegetación del lugar, es muy posible que la vid, el olivo y el trigo fuera el producto básico agrario, más tarde con la llegada de los musulmanes se introdujeron  nuevos productos como las hortalizas y verduras.

La vivienda, la zona de cultivo y trabajo, así como la necrópolis, presentaban una división en tres zonas continuas y muy cerca unas de otras.

Este tipo de necrópolis basada en el afloramiento de piedras graníticas de la zona, tumbas antropomórficas, es decir excavadas en la misma piedra, habitual en esta época, también se utilizó en la Edad del Bronce y posteriormente por los mozárabes y otras poblaciones, que gustaban de asentarse en zonas donde el granito era habitual.

En las últimas visitas a las tumbas, muchas han sido las personas que me han acompañado, recuerdo con gran cariño al Dr. Antonio Box y a Salvador Alcazar con los que descubrí la zona hace unas cuantas décadas, también a Luisi Redondo y Jesús con los que he estado la última vez para realizar las fotos de este post.

Gracias a todos.

                                        Coordenadas GPS para la localización de las tumbas.

Antes de abandonar la necrópolis de Prao Porrilla, no pude resistirme a yacer sobre una de las tumbas, fueron unos segundos, pero algo ocurrió. Mañana la respuesta. 

Enlace: Mira lo que pasó en la tumba del Zorro Corredero

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso