Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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lunes, 25 de febrero de 2013

Camino de Santiago del Levante Sureste. Etapa Cadalso de los Vidrios-Cebreros

 


ASOCIACIÓN AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS

ETAPA: CADALSO DE LOS VIDRIOS (Madrid) - CEBREROS (Ávila)

Nos situamos junto al Ayuntamiento para realizar desde aquí las salidas y las mediciones. En este punto Cadalso se sitúa a 800 metros sobre el nivel del mar. En el lateral que da a la calle de la Iglesia se ha colocado una baldosa con la concha que indica el Camino de Santiago. Desde la entrada en el casco urbano hasta su salida por el norte el Camino ha sido señalado con estas baldosas elaboradas en Sevilla con la técnica artesanal denominada “cuerda seca”.

Subimos por la C/ Real y a poco más de 50 metros, a nuestra izquierda queda la denominada “Casa de Santa Teresa”, actualmente es un establecimiento catalogado como “casa rural”. Anteriormente había sido propiedad del dibujante Antonio López Fraguas “Forges” quien mandó rehabilitarla respetando cuanto se pudo. Justo al lado se aprecia un trozo de lo que es considerado la muralla que rodeó Cadalso (El nombre de Cadalso procede de “Cadafalsum” que significaba “Lugar amurallado en lo alto”). También se dice que a esta altura quedaba la puerta de la localidad denominada de San Antón, que daba al norte.

A 260 metros de la salida, esta vez a mano derecha, se encuentra una pequeña casa, ya rehabilitada, con un gran dintel de piedra con grabados, se trata de la Ermita de San Antón, conocida por otros como “casa del ermitaño”.

Valle del Tórtolas en Cadalso de los Vidrios

Pocos metros más adelante la calle se bifurca en dos, a la izquierda para ir al cementerio y para tomar la carretera de San Martín de Valdeiglesias, que aparece en muchas rutas como el camino natural para llegar a Cebreros. Nosotros sugerimos una ruta a pie, que aunque resulta más larga es más tranquila y resulta menos peligrosa. La calle que sigue recta nos lleva al antiguo camino que bajaba de Cadalso al arroyo Tórtolas y que en parte está tapado por las zarzas.

Seguimos recto abandonando los edificios de la calle, tras un claro, donde encontramos las primeras flechas amarillas del Camino, los últimos edificios del pueblo y a 410 metros termina la calle de asfalto y cemento y empieza el camino de tierra.

Camino de la Garganta del Boquerón ( Cadalso de los Vidrios )

Si siguiéramos este camino nos encontraríamos el camino (antiguo) cerrado por zarzas, por lo que a 540 metros de la salida tomamos un sendero a la derecha que sale de este camino, y que está indicado con flechas amarillas pintadas sobre piedras y rocas. 20 metros más adelante se deja este sendero torciendo a la izquierda y tomando un nuevo sendero que discurre entre la vegetación y las zarzas. Este sendero no es recomendable para hacerlo en bicicleta pues tiene puntos de cierta dificultad. El camino en este tramo es descendente y tiene bonitas vistas sobre el valle del Tórtolas y sobre el arroyo “El Boquerón”, que viene a su encuentro desde el Este.

A 1.350 m. de la salida, junto a un casa de nueva construcción, recuperamos el antiguo camino (se ve tras nosotros el viejo camino tapado por zarzas) (la recuperación de este camino será uno de los objetivos de nuestra asociación).

A 1.470 metros entramos en la urbanización “El Mirador”, por calles asfaltadas, tomando inmediatamente la calle de la izquierda para llegar hasta un estrecho callejón que nos comunica con el Camino de Casa Tablas y que se sitúa a 1820 metros de la salida. Se trata de un camino amplio, llano y bordeado de pinos muy agradable en cualquier época del año. Discurre en dirección Oeste-Este cercano al arroyo o río Tórtolas, donde en sus riveras se disponen fértiles huertos.

El Boquerón en Cadalso de los Vidrios

A 4.000 m. dejamos el camino de Casa Tablas, cruzando un puente sobre el Boquerón y girando 180 grados por un nuevo camino entre pinos y claros que también resulta bastante cómodo al principio. Este camino suele presentar un aspecto embarrado en época de lluvias. El camino va girando suavemente desde la dirección Oeste inicial a una dirección Noroeste. Deberemos mantenernos atentos a la izquierda del camino hasta encontrar un desvío a la izquierda, pues lo que parece el camino principal se adentra en una finca privada.
 
A 5.140 m. un cartel de madera grande, aunque algo oculto por la vegetación, nos indica la dirección de Vía Pecuaria. Se trata en realidad de un cordel de la Cañada Real Leonesa Oriental. Esta cañada procedente del valle del Tietar, en Ávila, pasa por el término de Rozas de Puerto Real y más adelante se convertirá en el camino natural para llegar a Cebreros.



La vía pecuaria o camino que vamos siguiendo termina convirtiéndose en un sendero, bien por ocupación de la vegetación en unos tramos o por la aparente ocupación del camino en las labores agrícolas que por aquí se desarrollan, entre las que destacamos algunas viñas perfectamente cuidadas y que producen la uva con la que se elaboran los vinos de San Martín de Valdeiglesias y que tienen reconocida la “Denominación de Origen de los Vinos de Madrid”. Posiblemente a esta altura ya hemos cambiado el término municipal de Cadalso de los Vidrios por el limítrofe de San Martín de Valdeiglesias.
 
 
 
A 6.440 m. la vía pecuaria desemboca en un camino muy usado por ciclistas y que tiene su origen en el desmonte y trazado de la vía férrea que pretendía unir Madrid con Plasencia. Este tramo llegó a tener sus raíles y traviesas pero nunca llegó a ser utilizado. Compartía parte del trayecto con el tren de vía estrecha que unía la estación de Goya con Villa del Prado y Almorox, que estuvo en uso hasta 1959, separándose en la localidad de Villamanta, desde donde se dirigía en paralelo a la carretera a la localidad de Aldea del Fresno y tras la iglesia del pueblo cruzaba el río Perales por un estrecho puente, usado en la actualidad para el trasvase de agua desde el embalse de Picadas hasta varias localidades de la zona de La Sagra, ya en la provincia de Toledo. Cruzaba la finca de “El Santo” (que posteriormente recuperó la propiedad del terreno expropiado) y a través de unos túneles se situaba a orillas del embalse de Picadas para adentrarse luego y atravesar los términos de Pelayos de la Presa y San Martín de Valdeiglesias.



Al llegar a este camino giramos a la derecha, nuevamente es un camino cómodo y salpicado de arbolado muy grato de recorrer. Si observamos el entorno un poco a lo lejos, a la izquierda podemos descubrir los restos de una vieja casa junto a unos altos árboles, se trata del despoblado de Majadillas y los restos de la construcción parecen corresponder a la antigua iglesia de S. Pedro. Girando la vista a la derecha, en un valle pero en alto, vemos por primera vez nuestro punto de destino, la localidad de Cebreros. Desde este mismo camino, ya cerca de encontrarnos con la carretera, se ve el monasterio de Guisando, situado en la falda del cerro que le da nombre y que constituye el punto más oriental de la Sierra de Gredos.
 
Monasterio de Guisando
 
Existe una curiosa leyenda sobre este monasterio. El valle de las siete iglesias que se extiende a sus pies y que ocupa las tierras de San Martín de Valdeiglesias y de Pelayos de la Presa, ya tenía en esta última localidad un monasterio, fundado por el rey de Castilla y de León, Alfonso VII, en 1.150, con el nombre de Santa María la Real de Valdeiglesias y sujeto a la regla Benedictina y luego a la orden del Cister. En 1353, reinando Pedro I de Castilla y León, llegaron unos monjes jerónimos italianos y ocuparon unas cuevas en la falda del cerro de Guisando. En 1375 consiguieron del rey Enrique II de Trastámara la fundación de un monasterio y los monjes presionaron al rey para que les cediera tierras. Se cuenta que enterados los monjes de la orden del Cister, al que ya pertenecía el mencionado Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, también acudieron al rey para que aquel nuevo monasterio no supusiera una merma ni en su territorio ni en sus ingresos a través de impuestos que cobraban a siervos y campesinos. El rey debió volver a lidiar con los monjes “jerónimos” que le pedían tierras para hacer viable la subsistencia del monasterio. Al fin el rey les prometió que construiría el monasterio y que les daría todas las tierras que pudieran verse desde las ventanas del monasterio. Curiosamente todas las ventanas del monasterio miraban hacia el cerro de Guisando y ninguna de ellas hacia el valle. Así el rey cumplió su promesa y no agravió a los monjes cistercienses de Pelayos. (Algunos hacen coincidir la fundación de este monasterio con el reinado de Juan I de Castilla y León (1379 – 1390)

A 9.100 m. alcanzamos la carretera M 501, girando a la izquierda y circulando por el lado izquierdo de la calzada deberemos recorrer los 500 metros más incómodos del recorrido propuesto, pues la abundante circulación de esta vía, que no nos dejará hasta llegar a la carretera que sale a la derecha para ir a Ávila y los Toros de Guisando.

Toros de Guisando

Poco más de 200 metros más abajo de habernos incorporado a esta carretera cruzaremos el río Tórtolas, apenas visible por la vegetación existente, y al que se acaba de unir el arroyo de la Avellaneda. Este arroyo junto con el Tórtolas a partir de este punto forman el límite de las comunidades de Madrid y de Castilla y León, estamos por tanto en la provincia de Ávila; de hecho desde este puente al cruce de los toros de Guisando la carretera pasa a denominarse AV-501.

Seguimos por el lado izquierdo, aunque aconsejamos cruzar la carretera poco antes de llegar al cruce, pues cae en curva y la visibilidad no es buena.

A los 10.400 m. desde nuestra salida en Cadalso tomamos la carretera (904 según el viejo cartel) AV-502, con dirección Ávila y El Tiemblo.



A 11.900 m. al lado derecho de la carretera se encuentra la entrada a un amplio recinto donde están ubicados los toros de Guisando, enormes esculturas en piedra de la cultura Ibera que representa a bueyes de tiro con una serie de rasgos muy destacables como las arrugas del cuello, los orificios destinados a los ojos y a los cuernos (que debían ser postizos en bronce o en oro), los arneses que parecen llevar en los remos traseros y el rabo girado hacia un lado para permitir ver sus atributos masculinos.




Seguimos por la carretera hasta encontrarnos con la carretera N 403 Toledo – Ávila a 13.600 m. del punto de salida. Cruzamos la carretera y 100 metros más adelante el camino de

Santiago se divide en dos ramales, siguiendo la carretera por El Tiemblo; y por un camino señalizado a la derecha por Cebreros, y que discurrirá por la Cañada Real Leonesa Oriental. En este punto dejamos la medida de distancias por GPS, lo que seguramente haremos en otra ocasión.

El camino discurre paralelo a la carretera AV-502 y en ocasiones puede apreciarse la Cañada Real en toda su amplitud, 90 varas castellanas correspondiente a 72,22 metros.

Puente de Valsordo

Este camino se convierte a veces en sendero y se adentra a veces en espacios cubiertos de vegetación que hay que ir sorteando. Tras pasar por la parte trasera de una urbanización nos vemos obligados a salir a la carretera y circular por ella o junto a ella unos centenares de metros hasta que el Camino arranca de nuevo desde el lado derecho por un camino de tierra que nos lleva al puente de Valsordo, un curioso conjunto de dos puentes que era en la antigüedad un contadero de ganado y donde debían hacerse efectivos los pagos por derecho de paso. En este puente sobre el río Alberche hay también una curiosa inscripción en una enorme piedra. En la actualidad está muy arreglado.
 



Desde aquí el camino se convierte en una pista de cemento, pues junto al puente se ha habilitado un merendero y un poco más adelante se encuentra la ermita de Valsordo, cuyos alrededores aparecen muy cuidados y transformados para dar acogida a peregrinos y romeros de esta ermita.
 

Cebreros

Siguiendo el camino vemos, casi de forma continua, la localidad de Cebreros sobre nosotros, aunque el camino sólo se empina al final, lo que sumado al cansancio acumulado puede convertir la última rampa en un tramo muy duro. Justo a las afueras de la localidad, apenas a 100 metros del camino, sobre una roca, se levanta majestuoso el royo o picota de Cebreros, donde quedaban expuestos los cuerpos de ladrones y maleantes durante varios días para escarmiento de visitantes y caminantes.

Cebreros y su iglesia de Santiago

Subiendo por la calle de enfrente a la que nos ha conducido al pueblo llegamos a la plaza de España de Cebreros, donde se sitúa la nueva iglesia de Santiago. La antigua iglesia de Santiago, de la que se conservaba una puerta, la torre y parte de la arquería interior ha sido convertida en un museo sobre la democracia en honor al que fue presidente del gobierno español tras la dictadura de Franco, Adolfo Suárez, que era natural de este municipio.




Refrescándonos en esta plaza concluimos la etapa Cadalso de los Vidrios – Cebreros.


Fotos: Javier Perals/ Miguel Sánchez    

6 comentarios:

Anónimo dijo...


Muy interesante todo este relato del camino de Santiago.Yo no conozco estos sitios,sólamente hasta los toros de guisando y un poco el Tiemblo y Cebreros,me parece un camino muy bonito.Un saludo muy afectuoso a todos los peregrinos y que no se cansen ya verán la satisfacción que sienten cuando lleguen a Santiago....

Anónimo dijo...

Este camino tengo que hacerlo desde Cadalso.

>Un saludo

Anónimo dijo...

Muy bonitas las fotos. Isidoro

Javier Perals dijo...

Buen trabajo zorro. Las fotos resultan más brillantes y contrastadas y con un encuadre estupendo. Se ve que es lo tuyo. Buen arreglo. Gracias por tu blog y tu dedicación. Javier.

Pedro Alfonso dijo...

Gracias a ti Javier por pasarme el texto, las fotos, y la ilusión.

Un abrazo.
Pedro

Anónimo dijo...

Yo también me apunto a esta etapa en primavera. Avisa cuando se vaya a hacer.

Inés

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