La simple observación de un lugar, un rincón o un objeto,
nos proporciona a veces un atractivo y un hechizo que nos invade a través de
los sentidos, y nos hace sentir por un momento tiempos pasados y recuerdos de
otras épocas.
Hoy en día lo rústico está vivo, más vivo que nunca. A
muchos nos gusta recuperar todo aquello que un día dejo de servir y pasó a un
lugar apartado de nuestra casa, con esta acción aquellos objetos vuelven a
formar parte del día a día, ya como decoración y deleite de nuestra vista.
Todos conocéis mi gran pasión por lo antiguo, es una forma más
de ver la decoración y la visión diaria de nuestro hogar, es sentir la
nostalgia por el pasado, recuperando esas piezas que un día arrinconamos y que
hoy nos seducen porque pertenecieron a las abuelas, porque nos traen viejos
recuerdos familiares o simplemente porque llevamos tiempo viéndolas en el desván.
Pues bien, con estos posts sobre rincones y objetos de
nuestras casas de Cadalso, quiero daros a conocer lugares y formas del pasado,
con la fe de que también a vosotros se os despierte esa fascinación por todo
aquello que aun estando abandonado en los desvanes y trasteros, todavía puede
despertar en vosotros el embrujo de la hermosura y belleza que a pesar de los
años conservan.
En esta casa cadalseña de la calle Real, encontramos tanto
objetos como muebles que le proporcionan un encanto especial, la cocina con la
decoración de la chimenea, el portal con ese impresionante aparador, el patio
que conserva el brocal del pozo y la pila en granito cadalseño, más esos otros
detalles que hacen de la casa un lugar con recuerdos y nostalgia del pasado,
sirven como ejemplos que aúnan tradición y desde luego vanguardia.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
3 comentarios:
Que gran idea conservar las cosas del pasado. Me encantan las fotos.
Inés
La chimenea me recuerda a una cocina de mi madre que la tiene igualmente con todos esos objetos y alguno más. Al menos los tenemos ahí para recordarlos y usarlos si es preciso.
Es una lástima que hayan desaparecido casi todas las cocinas típicas, pero todavía quedan algunas dignas de visitar.
Un saludo
Pedro
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