sábado, 15 de enero de 2011
La iglesia y el cementerio
La iglesia de Cadalso está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción y así consta en una inscripción. En 1498 comienza su construcción y para ello que mejor que coger las piedras de la muralla, grave error si lo vemos con los ojos de hoy, pero 500 años atrás esto les debió de parecer lo más lógico y así se hizo.
Tras la reconquista se utilizó como iglesia cristiana la ermita mudéjar del camposanto viejo que todos o muchos hemos conocido, esta iglesia realizada de ladrillo estaba fuera de la muralla y tanto las paredes de piedra unidos con fina argamasa árabe como el arco de herradura de su portada fue derribado hace unos años con la facilidad con que en Cadalso se hacen estas cosas. Hoy la Comunidad está restaurando el cementerio y los restos de la ermita para su visita, algo tarde y con la tristeza de haber perdido parte de su identidad en aquel macabro derribo. La ermita de Santa Ana de la cual solo queda la portada en la calle del mismo nombre, también fue utilizada como iglesia parroquial tras la reconquista, pero parece ser que un incendio la destruyó y es por esta causa por la que se debió de construir la actual iglesia.
Hoy solo hablaremos del exterior en el que destaca la campa del llamado cementerio por haber sido durante años lugar de enterramientos y que yo mismo pude comprobar a principio de los años 70 cuando durante una restauración entre comillas por la perdida de gran parte de su identidad, aparecieron multitud de esqueletos tanto dentro de la iglesia como fuera.
Rodeada de una pared de mampostería con bolas de tipo herreriano esta campa es un buen lugar para pensar y relajarse del ruido, ya que aunque con la calle de Iglesia allí mismo no es un lugar de mucho paso y aún reina el silencio, en especial los días de diario a partir del atardecer.
La puerta construida en estilo plateresco es de bella factura y aunque hace muchos años que perdió las imágenes que reposaban en las hornacinas, nadie de los últimos tiempos las ha conocido, sería interesante que se volvieran a colocar nuevas imágenes en el lugar que probablemente durante siglos ya ocuparon, momento en el que se podrían lucir nuestros expertos maestros canteros.
Inscripciones y detalles que a veces no vemos a primera vista hacen de nuestra iglesia un lugar no solo de culto sino también de lugar de visita y descubrimiento del arte de nuestro pueblo.
Aquí, a finales de los 60 se jugaba al fútbol entre las acacias y el gran álamo, que en realidad era un olmo, el suelo era de tierra y las porterías se fijaban entre dos árboles.
Dedicado a Ricardo Acuña y Tere que hoy han descubierto por primera vez el Zorro Corredero.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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2 comentarios:
Que manía tienen algunos castellanos de llamar alamo al olmo, Alameda se debería llamar Olmeda por esa misma razón
Hermoso paseo nocturno retratando la iglesia de Cadalso. Buen trabajo.
Un saludo.
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