Los puestos de verano en Cadalso
Cada año con la llegada del verano podemos ver en nuestras calles puestos donde se ponen a la venta el fruto de nuestros huertos, siempre atendidos por los propias personas que los cultivan y donde podemos comprar toda clase de hortalizas, verduras y frutas recién cogidas de esos huertos regados con las ricas aguas de Cadalso y que año tras año se vienen cultivando desde hace muchas décadas.
Puesto en la calle de la Iglesia.
Desde tomates, pepinos, cebolletas, pimientos, patatas, calabacines, puerros, acelgas, lechugas, judías verdes, guisantes, habas, de todo podemos comprar a un precio muy justo para luego poder saborearlos en casa ya sea en ensalada o cocinados de muchas formas.
Huerta de la Paloma.
Puesto en la Plaza.
A medida que el verano avanza podremos comprar cerezas, las tempranas uvas de albillo, las ciruelas claudias, peras, y un poco más adelante vendrán las manzanas y los exquisitos melocotones de viña de tan apreciado sabor y tan escasos en nuestros días.
Una costumbre esta que se resiste a desaparecer y que durante años ha ayudado a la economía de muchos cadalseños y también ha facilitado a sus clientes poder saborear nuestros productos de la huerta a un buen precio y desde luego con un sabor y calidad de primera al ser recolectados cada día por la mañana y llegar al comprador a las pocas horas, escaso tiempo que da frescura a los productos y estado justo de maduración
Huerto con cebollas, tomates, acelgas, judias, patatas....
Es una suerte para todos los cadalseños y para los que cada día nos visitan, poder tener acceso a todo este género de tan apreciado sabor recolectado desde siempre en huertos con nombres tan conocidos y tan nuestros como las Pascualas, el Boquerón, la Antanilla, la Nava. El Valle, el Pilar, el Lagar, Álamos Blancos, la Sierra, Huerta la Paloma, el Piquillo y otros muchos, todos tan unidos a la vida y a la cultura de nuestro pueblo.
La antigua romana todavía sigue utilizándose hoy para pesar.
Zorro Corredero
Salus y Benito, dos buenos y actuales hortelanos.
Que esta costumbre no desaparezca nunca, y que cada huerto con su pozo o noria que siga funcionando sea hoy y durante muchos años venideros el homenaje y recuerdo a todos los cadalseños que ayer, hoy y siempre cultivaron, cultivan y seguirán cultivando estos huertos, verdaderas obras de ingeniería de nuestros antepasados.
Fotos: Archivo Fotográfico Zorro Corredero
18 comentarios:
LOS SURCOS DEL TOMATE
Son los surcos del tomate
cuando lo aroma el verdín,
babilónico jardín
que tengo en un acirate.
Y he formado un arriate
que dulcifica mis ojos,
del que huyendo los abrojos
ven a plantas que amamantan,
acunan besan y cantan
a sus tomates tan rojos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
UN TOMATE EN SAL
La cabeza se devanan
en meter mano en la caja,
y como tienda en rebaja
lo que es de todos afanan.
Sus juramentos profanan
secando nuestro caudal,
y no son original
y pobres son en dinero
pues austeros y un salero
no hay como un tomate en sal.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA CARGA DE NARANJAS
Amarilla era la carga
que brillaba en el serón,
y vivimos sensación
y emoción que nos embarga.
Don Quijote con adarga,
mi padre trajo en la mula,
con la que el mundo circula,
cargamento de naranjas,
y fueron sus gajos franjas
que a mi boca se vincula.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
MIS REGADÍOS DE LA INFANCIA
Subo con mi azadoncillo,
fronterizo al "Cornetal",
el helechal amarillo
y el pinar verde ideal.
Es muy pina la pendiente,
y el camino muy quebrado
cerca el rumor de una fuente
en el interior de un prado.
Voy camino de "Los Huertos",
todo el campo está arbolado
bajo los cielos abiertos
canta un mirlo enamorado.
Y una vez llegado al huerto
suelto el bocín de la poza,
y el surco que yace muerto
con el agua se alboroza.
Reverdecen las judías
y se alegran los tomates,
y enormes son las sandías
colgadas en acirates.
Erizos en los castaños,
que habitan entre unas breñas,
cumplidos doscientos años,
a la sombra de "Las Peñas".
He cumplido con el riego,
y tapado bien la poza;
me siento todo un labriego
limpiando todo de broza.
Los frutales con su fruto
tienen cargadas las ramas,
y siendo tan diminuto
me pierdo entre las retamas.
Hago el camino contrario
y me interno por "La Jara",
tañe fuerte el campanario,
y el atardecer se aclara.
Y dando vista a "Los Caños",
y avistada la piscina
van desfilando rebaños
y danza una golondrina.
Música en los altavoces
que se filtra entre los pinos,
y Estela templa las voces
que eran los Cinco Latinos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA BERENJENA
La adorable berenjena
de vestidura morada,
del huerto está enamorada
y sumida en una pena.
Y un dolor nos la enajena,
y es porque el donjuanesco huerto
tiene el corazón abierto
y a las amantes comparte,
dando a cada cual su parte
y de amor está cubierto.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS JUDÍAS
A Bart Simpson
Estos surcos tan bizarros
con las plantas que se enredan,
no temed porque se agredan
ni se encenaguen en barros.
Y no producen desgarros
pues son las castas judías,
pero en el vientre porfías
entablan de vez en cuando,
musical y armonizando
de truenos sus melodías.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS LECHUGAS DE COIMBRA
Lechugas en ensaladas,
lechugas en hamburguesas,
lechugas en huerto y mesas,
ya están en Coimbra plantadas.
Y comienzan las jornadas
y los días se suceden,
y aquellos que nos preceden
saben que a los residentes,
aunque estén ellos ausentes,
se les da cuanto merecen.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LOS REPOLLOS DE COIMBRA
Si crecen fuertes y sanos
y al crecer no se malogran,
y en estos surcos se logran
ya seremos hortelanos.
Y siendo buenos huertanos
sus apretados cogollos
serán horneados bollos
y de hoja verde pasteles,
y a nuestros mayores mieles
endulcen estos repollos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS PATATAS DE COIMBRA
Son las patatas manjar
que a todo guiso da forma,
y al residente conforma
a olvidarse del caviar.
Y las suelen alabar
cuando están sobre la mesa,
y su calma se sopesa
en el comedor de Coimbra
al que modela y lo mimbra
de paz en la sobremesa.
Saturnino Caraballo Díaz
EL poeta Corucho
EL ALBILLO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS
El pálido áureo de oro
eclosionando en la viña,
es crisol de la campiña
y en Cadalso es un tesoro.
Crepitar dulce y sonoro,
néctar del fruto amarillo
al que liba el pajarillo,
y una vez llevado a casa
se saborea y se amasa
placer con uva de albillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Que rico tomates y todo aki los compras y no saben a nada
Ana Diaz
Como los tomates de la zona no existen, su textura y su sabor los define, pero aquí sólo los tenemos en verano.
Añoro a Paqui, a Dionisia, a Tomás y Marcelo
Ana Teresa García González
Enfrente de mi casa
Ana Teresa García González
Eres genial Perico
Ana Teresa García González
Gracias Ana Tere por hacerme sentir genial.
Un abrazo
El que vale, VALE
Ana Teresa García González
Tener amigas así da gusto. A ver si te vienes a vivir a Cadalso, disfrutas de sus puestos y lo que en ellos se vende, y nos tomamos alguna cervecita.
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