Me contó que pasó bastante tiempo en plan eremita, retirado de todo contacto humano que no le fuera absolutamente imprescindible. Casi como un misántropo vivía. Y en cambio, parecía que alguien tuviera interés en buscarle problemas. No lo entendía. Siempre luchaba por tender puentes hacia la gente e intentaba crear una atmósfera idónea para que existiera una comunicación fluida y cariñosa. Pero nada. A lo más que llegó es a que le consideraran como “ese es tonto” y cuando no, le levantaron rumores totalmente infundados que lo único que consiguieron fue postrarle en el abatimiento. Lo achacaba a su compleja personalidad, que también algo de culpa tendría…
Nadie es perfecto, aunque lo suyo consideraba que era demasiado imperfecto. Al final, todo le resultó descorazonador. ¿Sabían del dolor que le provocaban gratuita e innecesariamente con asuntos completamente absurdos? Intentó recluirse huyendo de esas huestes que podían perjudicarle y, a lo mejor, ni se imaginaban el daño que le causaban. Debió pasar por completo de todas esas cosas pero la impotencia que sentía al no hacerse comprender le impidió mantener la cabeza fría. Tendría que haber soslayado todos esos comentarios maledicentes ya que su vida discurría agradable y sin problemas irresolubles. Tenía su familia, sus placenteras aficiones, sus sueños, sus plenitudes íntimas… Eran esas las cosas que le llenaban…
Cuando estaba
enfermo siempre pedía a su mujer que le pusiera “Oda a la Alegría”, de Beethoven. Pero cuando llegó la hora y el
cáncer asediaba sin compasión su cuerpo, las ganas de escuchar cualquier música
se volatizaron. Finalmente, a punto de dar el último estertor, le acercó un
papel a su mujer para que lo leyera: “Gracias
por todo, me voy y te sigo amando. Ya ha sido suficiente, diles a todos los que
me quisieron que se lo agradezco.” Al poco, ya se había ido…
7 comentarios:
👏👏👏...A mí me encanta éste escrito de hoy, creo que es la vida la que hace que muchas personas sean así... Muy dulce y totalmente bien explicado. Enhorabuena amigo.
José A. Álvarez G. de Guzmán
Bonito relato D. Miguel, y donde otra vez sacas de nosotros unos sentimientos y reflexión, ya que todos hemos vivido situaciones muy parecidas, ese abandono porque la gente no nos comprende, esas burlas o esos rumores infundados, pero efectivamente, siempre hay gente amable que es lo que verdaderamente importa y de quién nos tenemos que rodear, porque como bien decía Beethoven...la bondad es lo más superior. Feliz Jueves 😉.
Luis M. González
Muy bueno 👌. Jero
Excelente mensaje muy bien expresado Bonitas fotografías Buenos días Pedro feliz Jueves
Aurora Ferrera Ruiz
Creo que es fácil identificarse con lo que dice tu -otra vez- estupendo escrito semanal, aunque solo haya sido transitoriamente .
Pepe Vázquez
Hermoso ¿cuento? A todos, en alguna ocasión, nos ha atraído la idea de aislarnos del mundo para protegernos de las cosas negativas. La mayoría no lo hacemos por diversas causas.
Un abrazo, D. Miguel.
Luis C. Trijueque
Gracias, una vez más, a todos. En realidad, todo el contenido de "mi escritito", subyace en esas fotos primorosas de Cadalso que de forma tan sensible captó "nuestro Perico" el cual sabe rimar el cielo con la tierra. Pedro sabe habitar en las alturas para transmitirnos todo lo bueno que ellas atesoran. La altura te muestran la inmensidad y, a la vez, la minucia de nuestra vida.
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