Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

miércoles, 1 de enero de 2020

Zorro Corredero. Portada de Enero 2020. Ha nevado en Cadalso


Portada de enero 2020
Ha nevado en Cadalso



En aquellos años 50 las nevadas en Cadalso eran más frecuentes y copiosas, la vida era más tranquila y con pocos coches por las calles, los hogares más humildes, pero el amor, la amistad  y el cariño mucho más intenso. Sirva esta imagen de la calle de la Iglesia, tomada desde el llamado cementerio, como recuerdo de aquellos años y de todos los que por entonces habitaban Cadalso. Siempre me he preguntado quién será la señora que camina por el medio de la calle, abrigo, bolso y tranquilidad sorprendente mientras pisa la blanca nieve. Por lo que sea me llena de nostalgia.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


17 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa y entrañable fotografía de ese otro Cadalso que casi conocimos de pasada. Cierto es que está cargada de grandes y buenos recuerdos pero también de mucha melancolía.

Feliz Año y larga vida al Zorro Corredero.
Inés.

Pedro Alfonso dijo...

Gracias Inés por este bello mensaje.

Anónimo dijo...

Las ganas que tenemos

Antonia Frontelo Morales

Anónimo dijo...

Ni llueve, ni nieva Gracias por compartir
Feliz año

Esperanza De La Cruz García

Anónimo dijo...

Preciosa y nostálgica foto

Pilar Diaz Recamal

Anónimo dijo...

Feliz y venturoso 2020.

La foto es genuina.

Ángel Varela Pires

Anónimo dijo...

Nostalgia Perico Nostalgia

Jose Maria Moreno Gonzalez

Anónimo dijo...

Muy Feliz Año 2020 Pedro para toda tu Familia, muchos buenos deseos❤️❤️💋💋

Eulalia Alvarez Navarro

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

La sábana de la nieve
de nácar viste a la calle,
blanquea a Muñana y valle
y en perla convierte en breve.

DON CLAUDIO SÁNCHEZ-ALBORNOZ Y SU VINCULACIÓN CON CENICIENTOS

Hora es de dar su nombre a una calle,
al historiador Sánchez-Albornoz,
que en recuerdos de infancia prestó voz
y a Cenicientos describió en detalle.

Correteó de niño por el valle
y del pueblo corucho fue altavoz,
supo del manejo de azadón y hoz
y a la mancera ceñirla del talle.

Medievalista de obra universal
abarcando a la España sarracena,
épica describió la reconquista,

recordando su infancia ceniental
con el abuelo cribando la arena
y a la Peña Buvera ante su vista.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Anónimo dijo...

Preciosa fotografía. Las nevadas son menos y la vida también ha cambiado.

María Consuelo Lajara

Anónimo dijo...

Feliz Año Nuevo pedro para ti y toda tu familia 😘😘😘😘😘😘😘😘❤❤❤

Dolores Saez Canoyra

Anónimo dijo...

Como me acuerdo de cuando nevaba así en cadalso lo que jugábamos todas las sanantoneras en lancha los linos y no teníamos frío

Dolores Saez Canoyra

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

Carámbanos se formaban
y en las tejas una acequia
las calles se transformaban
los copos nos adornaban
y ya es sueño y entelequia.

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

CENICIENTOS BAJO LA NIEVE

La nieve cayendo mansa
obstaculiza los pasos,
el campo nevado amansa
claridad de los ocasos.

Reina un silencio absoluto
en las peladas higueras,
y allá lejos el tributo
a las verdes sementeras.

Los olivos inmortales
lucen hojas blanquiverde
en los días invernales
huérfanos del campo verde.

Las viñas sin los sarmientos
comparecen desoladas,
¡oh, campos de Cenicientos!
con tus luchas soterradas.

La majestad de la Peña
siempre arriba omnipresente,
nuestra voluntad se empeña
que es futuro y es presente.

Surcan el cielo los humos
de las negras chimeneas
en amaneceres brumos
de nieve en las azoteas.

Por las calles silenciosas,
en las que nadie transita,
pasan horas vagarosas
en una paz infinita.

El día va despertando,
aclarando la mañana
y la familia almorzando
ve la nieve en su ventana.

Hoy no tenemos escuela
ante la nieve caída,
muchachos de la Plazuela:
Vamos a dar la batida.

Preparamos las ballestas,
guardadas en los cajones,
como banderas enhiestas
mezcladas con azadones.

De nieve vuelan las pellas
entre alegres risotadas,
en las incruentas querellas
de los días de nevadas.

Coruchos en las esquinas
escrutan el tarameo,
es riqueza, no son ruinas,
la nieve en el laboreo.

Los pastores con ramones
a las espaldas cargados,
van arrastrando faldones
a los establos cerrados.

Reina quietud en las cuadras
y están las bestias rumiando,
perro aburrido que ladras
mientras te estás espulgando.

Tañe fuerte la campana
que habita en el campanario,
en la gélida mañana
convocando al vecindario.

En la lumbre los pucheros
aventando sus aromas
y se reparan aperos
y también se gastan bromas.

Nieve y día de pajeras
siempre van aparejados,
y gatos en las gateras
vigilando los doblados.

Se cuentan muchas historias
de los hechos del pasado,
y se evocan las memorias
de algún que otro antepasado.

Están llenas las tabernas
y las barajas danzando,
huyendo de las galernas
que el nevazo está azotando.

Y cuando llega la tarde
y un cielo vago despunta,
la cara y el pie nos arde
y despereza la yunta.

La nieve se ha retirado
con las palas de las puertas,
y un barro negro alfombrado
calles de nuevo desiertas.

La noche ya se ha cernido
y calmos están los vientos,
los coruchos en su nido
duermen en su Cenicientos

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

DÍAS DE SIEGA

En los extensos días del verano
cuando julio se asoma al horizonte,
pinos del Tabalón pinar del monte
cosechaba mi padre paja y grano.

Detrás yo recogiendo con la mano
las espigas del pan con que se afronte,
el otoño e invierno de desmonte
del vuelo pavoroso del milano.

Con el mango de la hoz sobre la palma,
y el dedil como un crótalo engastado,
y olor a bálago y polvo de tamo.

Durmiendo en la besana sobre enjalma
del pajuz del barbecho despojado,
de la espiga llamada a su reclamo.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

LOS GALOPINES CORUCHOS

Trillas eran los patines
de numerosa caterva,
con aquel calor que enerva
a coruchos galopines.
Parvas eran los confines
del mundo que conocían,
y en cada giro sabían
que desmenuzado el grano
y concluido el verano
el pan en casa tendrían.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Anónimo dijo...

Esta foto me trae muchos recuerdos de la calle de la Iglesia y por supuesto de Cadalso. Gracias Zorro.

Carmen.

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