Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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jueves, 16 de enero de 2020

Sentimientos de película, por Miguel Moreno



(Para la cadalseña Mª. Antonia Hdez. Navarro, porque su humor es un derroche de cariño y bondad)
           

                                                            

 SENTIMIENTOS DE PELÍCULA


     Anoche, por fin, acabé de ver la película que tenía grabada, “Vidas Rebeldes”, se titula. La protagonizan, entre otros: Crark Gable, Marilyn Monroe y Montgomery Cliff. Para los dos primeros resultó ser su obra póstuma, al poco de acabar el rodaje desaparecieron físicamente para facilitarnos, me temo, soñar mejor con ellos. Es conmovedora, como le gustan a Garci y por extensión a mí. Vi en su programa, “¡Qué grande es el cine!”, verdaderas joyas cinematográficas. De esas que te dejan un regusto imperecedero, que marcan un poco tu vida futura.




     No olvido la del “Jorobado de Nôtre Dâme de París”, la primera, la genuina, la auténtica… La secuencia de aquel hombre, jorobado y de sobrecogedora sonrisa, columpiándose colgado entre las gigantescas campanas de Nôtre Dâme de París buscando entretener y sorprender a la chica, mientras ella permanece feliz sentada sobre el pretil del campanario, me resultó de una plasticidad maravillosa e irrepetible. Sus miradas emocionadas por el amor son una antología del cine, un monumento a la ternura. Esas miradas sólo eran comparables a aquella otra mirada que en la película de “Frankestein” éste le dedica a una niña cuando le alcanza una flor que navega perdida sobre el río y se la entrega con una reverencia desolada en su mirada. Qué decir de aquella otra imagen de “L’Attalante”, cuando un enamorado le ofrece a su amada vivir con él en una chalupa que surca perezosa el Sena. En un momento de amor él le dice, metiendo su cabeza en un cubo lleno de agua, que hasta en el fondo del mismo ve dibujada, temblando, su imagen. Su cara sobrecogida le chorrea agua y felicidad en dosis parecidas cuando la saca del recipiente para decirnos de él, con una sonrisa inolvidable, que está viviendo un instante de felicidad plena. Después, ella le abandonó y él se dejó morir melancólicamente en un pequeño camarote tapado con una raída cortina. El barquito discurría suave y a la deriva, perdido entre aquellas tibias aguas que antes estuvieron enamoradas.




     La de anoche es parecida: Únicamente se besan sus personajes una vez y sin embargo el amor está presente, latente, durante toda la proyección. Amor en sus miradas, amor en sus bailes armónicos (no sé bailar, pero me agrada ver bailar a los demás), amor observando las estrellas, amor en las grandes borracheras que cogen. Amor, amor porque la vida sin amor es una imitación de la vida: una sarcástica caricatura. Hubo unas frases en las que quizá su auténtico significado no estuviera en su contenido sino en la manera arrebatada de decirlas. M.Monroe: “-Nos morimos cada minuto y no nos contamos lo que sabemos para amarnos más”. C.Gable: “-Lo que me abruma es saber que todo esto acabará un día”. M.Monroe: “-Soy débil como el ala de un gorrión recién nacido”. M.Criff: “-Me amarga mi propia vida”. Y le responde M.Monroe: “-Pero en cambio, albergas mucha sinceridad en tus ojos”. C. Gable: "-Eres la mujer más triste que he conocido nunca”. M.Monroe: “Pues todo el mundo piensa que soy muy alegre”. C.Gable: "-“Eso es porque cualquier hombre se siente feliz al mirarte”. Hay una secuencia en la que están todos sentados bajo el cielo raso, a la luz de la luna y las estrellas. Uno de ellos (que es aviador) habla del cielo y los planetas, de su inmensidad. Monroe le dice: “Qué bonito es tener cultura y saber tantas cosas”. Y éste le responde mirando a la lejanía con ojos vidriosos: “-Es mucho más bonito tener la grandeza que tu tienes y que está por encima de todo: tu sensibilidad. Cualquier cosa te afecta, te hace llorar y quieres ayudarnos a ser mejores procurando nuestra felicidad”.




     Son personajes perdedores, pero con grandeza humana. Están todo el tiempo al borde del abismo de su propia desolación sentimental. Uno de ellos implora entre sollozos: “-¿Qué tengo que hacer para que me quieran?” Es la vida en estado puro, sin adornos ni falsas alharacas. La realidad descarnada, brutal y sobrecogedora de nuestras propias existencias. Siempre nos estamos preguntando, sin reconocerlo la mayoría de las ocasiones: “¿Qué tenemos que hacer para que nos quieran?” Existen infinidad de personas que desviven (y a veces mueren) porque no sienten cercano ese amor que les falta y les resulta imprescindible para subsistir. Conozco seres humanos para los que su alimento más preciado es el amor. Igual que hay otros que viven para la envidia, el lujo o la mentira, permanecen unos pocos “inadaptados” para los que el amor les resulta fundamental para seguir viviendo.
     Se me antoja que el arte más difícil y maravilloso del cine es la capacidad que tienen sus protagonistas para conseguir hacer sentir y transmitir sentimientos a los espectadores. No sé que os parecerá esto, en todo caso son cosas que se me van quedando dentro, que me irán acompañando durante el resto del camino que me falta por recorrer. Lo averigüé anoche de sopetón, me vino silencioso y de puntillas según estaba viendo la película, solo y en penumbras, en el salón de mi casa mientras iba sintiendo despacito el ligero y suave roce del amor…




Miguel MORENO GONZÁLEZ


22 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus escrititos, Miguel, me llenan de emociones. Entre tú y Pedro me hacéis la vida más llevadera.
Gracias. Luisa

Anónimo dijo...

Madre miaaa!!!!Amigo Miguel,como siempre me dejas de piedra.Bonito nooo ,lo siguiente pues me transportas con el pensamiento a todas esas escenas.mil gracias amigo te adoro

Maria Antonia Hernández

Anónimo dijo...

Muy bonito todo, creo k te lo mereces de verdad, enhorabuena

Maria Agustina Arribas Gómez

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

Soñar con ojos abiertos;
similar a tantos otros,
mientras estamos despiertos
¡da igual!, sea en un concierto,
o el cine que está en nosotros.


EL CERRILLO DE CENICIENTOS

Caída tiene con una pendiente
y pétreas rocas bancos de asientos
viendo a la plaza y en sus movimientos
vida y afanes, de brisa envolvente.

Asiento en la esquina tiene su fuente
que a bocas remedio fue de sedientos,
vecinos que fueron de Cenicientos
y a su hora el ataúd llevó inclemente.

Y en la noche agosteña una pantalla
de cine colgaban llena de sueños,
introduciéndonos en un castillo

sin guardias armados en la muralla
de un avieso mirar, fruncidos ceños,
libertad coartando en el Cerrillo.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Anónimo dijo...

Muy bonito pedro, en lo más sencillo se encuentra la grandeza del alma, y estoy de acuerdo contigo, por mucho que pase , hay películas y personas , que con su hacer dejan huellas, y como decía San Agustín, al atardecer de la vida, te examinarán del amor, en eso se vas a, todo, en lo que haces por amor

Maria Rosario Caballero Lopez

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

Pobres de espíritu son
los avaros y mezquinos,
los aviesos y cetrinos,
con piedra por corazón.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho tu publicación, muchas gracias!!!

Esperanza De La Cruz García

Anónimo dijo...

Buenos días Pedro que tengas un feliz día

Aurora Ferrera Ruiz

Anónimo dijo...

Maria Agustina Arribas Gómez gracias pero hay mucha gente que se lo merece más que yo

Maria Antonia Hernández

Anónimo dijo...

Zorro Muchas gracias a ti también por hacernos felices con tus publicaciones

Maria Antonia Hernández

Anónimo dijo...

Maria Antonia Hernández no se, no se, tú vales mucho

Maria Agustina Arribas Gómez

Anónimo dijo...

Maria Antonia Hernández es verdad son fenomenales

Maria Agustina Arribas Gómez

Anónimo dijo...

Maria Agustina Arribas Gómez gracias,no se nota que me quieres jajajaja

Maria Antonia Hernández

Anónimo dijo...

Las he visto todas y me encantan. La mejor escena, Para mí, Frankestein y la niña: ingenuidad, dulzura, sin miedo a lo deforme.
Luis Alberto

Anónimo dijo...

ya lo sabes tú k sí

Maria Agustina Arribas Gómez

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

EL CORUCHO CAVERNARIO

Hállase sentado sobre el bordillo,
pétrea muralla en su silencio hosco,
como un gañan del cavernario tosco
envuelto en el humo del cigarrillo.

De tajante opinión, como un cuchillo,
iletrado, ilustre, ignorante y fosco,
amoscado andando en su adusto amosco
pues sin querer oírle abren pasillo.

Ignora de los libros el legado
más es un hombre culto y muy versado
en la exploración de sendas y rutas,

que le hacen exclamar muy satisfecho,
jurando y la mano puesta en el pecho,
"millones llevo gastados en putas".

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Anónimo dijo...

Olé hay por esa gran artista k vale para todo

Mari Carmen Carretero Santillán

Anónimo dijo...

Maria Agustina Arribas Gómez y yo ati

Maria Antonia Hernández

Anónimo dijo...

Feliz tarde

Esperanza De La Cruz García

Javier Perals dijo...

Muchas gracias, Miguel, por ese artículo lleno de amor y sensibilidad que nos contagia a quienes te leemos. Un auténtico placer.

Miguel Moreno González dijo...

Gracias sinceras a todos vosotros. Vuestros comentarios son el oxigeno de los escrititos... No hay pago más preciado que el saber que pueden llegar a emocionaros.

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

EL PUEBLO CORUCHO Y SUS DESGOBIERNOS

Entre viñedos y el olivo anclado,
en un valle armonioso sumergido,
el pueblo corucho está y vive asido
a sus vestigios de lo que es pasado.

Y con sus atavismos inculcado
y el marasmo al que se halló sometido,
durante tantos años sostenido
¿impericia es ,o un caos ya enquistado?

Cuentas han de rendir los mandatarios
del dinero de la ciudadanía,
sin disparar con pólvora del rey.

Sus excesos paguen sus dinerarios
respondan con su propia economía
y si malversan.., cuentas a la ley.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

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