A LA FERIA DE SOTILLOA la feria de Sotillo,de Sotillo de la Adrada,jinete y mula albardadahacen alto en un cerrillo.La mula que coces dabaal sentir los aparejosy del arado trebejos,por los belfos resollaba.De sudor un mar de espumale corría por las ancas,como el agua de barrancasque por Sotillo rezuma.El camino hizo al galopeyendo desde Cenicientos,cual Eolo dios de vientosvertiginosos a tope.Descabalgando el jinete,entre susurros la calma,quita lomillos y enjalma,y ella dócil se somete.La seca lomos e ijares,tripa y remos de las patasorillado entre unas matasdo olorosos tomillares.Después la conduce al pasoy en la feria la introduce,y su caminar seducepor su tranco y acompaso.Se interesan compradoresy la miran y examinan,y palpándola conminana que muestre sus errores.Extraños no hace la mula,más mansedumbre no cabe,en falso animal que sabeque en la feria se simula.Y en la feria de Sotillo,de Sotillo de la Adrada,de feriantes muy colmadase vendió este animalillo.Saturnino Caraballo DíazEl Poeta Corucho
Publicar un comentario
1 comentario:
A LA FERIA DE SOTILLO
A la feria de Sotillo,
de Sotillo de la Adrada,
jinete y mula albardada
hacen alto en un cerrillo.
La mula que coces daba
al sentir los aparejos
y del arado trebejos,
por los belfos resollaba.
De sudor un mar de espuma
le corría por las ancas,
como el agua de barrancas
que por Sotillo rezuma.
El camino hizo al galope
yendo desde Cenicientos,
cual Eolo dios de vientos
vertiginosos a tope.
Descabalgando el jinete,
entre susurros la calma,
quita lomillos y enjalma,
y ella dócil se somete.
La seca lomos e ijares,
tripa y remos de las patas
orillado entre unas matas
do olorosos tomillares.
Después la conduce al paso
y en la feria la introduce,
y su caminar seduce
por su tranco y acompaso.
Se interesan compradores
y la miran y examinan,
y palpándola conminan
a que muestre sus errores.
Extraños no hace la mula,
más mansedumbre no cabe,
en falso animal que sabe
que en la feria se simula.
Y en la feria de Sotillo,
de Sotillo de la Adrada,
de feriantes muy colmada
se vendió este animalillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Publicar un comentario