Los contraluces se basan en cálculos que no podemos
controlar, el tiempo, la época del año, la hora del día y lo principal, que estemos
en el lugar y el momento oportuno.
Aquella tarde dejé San Antón atrás y me disponía a bajar
hasta Tórtolas, no llevaba prisa, la tarde estaba fría pero en ningún momento
amenazaba lluvia. Cuando llegué a la ya recuperada “Fuente de los Piejos”, me
detuve y observé con asombro como el agua brotaba y había llenado la pequeña
retención hecha con piedras, pero no era esta fuente lo que me había traído
hasta aquí esta vez, proseguí mi camino sin apenas darme cuanta de lo que tenía
detrás. Fue en una parada para observar la presa de Tórtolas, que este año está
hasta arriba de agua, cuando al mirar hacia atrás observé que las nubes jugaban
con el sol y los pocos pinos que todavía sobreviven aquí.
Es esta una de las estampas más vistas de Cadalso y su valle
del Tórtolas, todo es familiar y todo está visto en cualquiera de las cuatro
estaciones que cada año transforman nuestro emblemático valle, pero a pesar de
todo, el placer de la fotografía me impulsó a disparar unas cuantas veces,
algunas repetidas, y siempre mirando hacia el sol que ya comenzaba a descender
camino del ocaso al cual la naturaleza y la vida le tiene condenado cada
atardecer.
Ocurrió que entre disparo y disparo, el tiempo fue pasando y
la tarde se me escurrió de las manos, recibiéndome ese claroscuro de entre dos
luces, que decían nuestros mayores, y que precedía a la oscuridad de la
inminente noche cadalseña.
Y así fue y así os lo he contado, todo hubiera quedado en
una situación más de un día de invierno cualquiera, de un atardecer como casi
todos y de una situación tan sencilla y banal que el paso del tiempo habría borrado
de mi mente y seguramente de mis recuerdos. Pero gracias a estas fotos, todo
quedará para siempre, las imágenes y los momentos vividos quedarán unidos los
unos a los otros hasta que los que nos releven en la vida y la historia de
Cadalso así lo quieran.
Es realmente interesante y conmovedor lo que puede dar de si
una imagen al correr de los tiempos, por algo se dice eso de que; “una imagen
vale más que mil palabras”.
Zorro Corredero
Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
5 comentarios:
Ya voy conociendo un poco el Valle de Tórtolas porque nos lo has enseñado, de día, con nieve, oscuro, florido, de mil maneras. Muy bonitas las fotos.
Saludos
Hay y lo que llamamos la vega es un espectaculo precioso
Carmen Frontelo Morales
Que bonito Pedro y que bien lo describes,
Chelo Villarin Recio
Muy bonitas fotos y excelente descripción.
María Consuelo Lajara
Que bonito Pedro cuanto lo añoro
Magdalena Martín Moreno
Publicar un comentario