Todos tenemos un lugar en el que encontramos la paz, la
tranquilidad y a veces hasta nuestros sueños. Ese espacio puede estar en
cualquier apartado rincón de nuestra casa o de nuestro entorno, suele ser
solitario a veces y concurrido en otras, todo depende de nuestro estado de
ánimo y de esas situaciones que tantas veces se forjan sin querer. Pero de una
manera o de otra, ese lugar en el que parece que la paz reina siempre, suele
estar cargado de bellos recuerdos y de grandes momentos acaecidos en otros tiempos
y con otras personas, y esto ya es más que suficiente para atraernos de una
forma casi rutinaria pero cargada de sentimentalismo.
Este es uno de mis lugares preferidos donde puedo pasar
horas y horas en cualquier estación y circunstancia. Aquí encuentro eso que
algunos llaman la paz interior y el sosegado descanso que muchas veces
necesito.
Es en este escondrijo, apartado y discreto donde mi vida
pasa diferente, es el reencuentro con otros tiempos lo que me atrae hacia este
espacio donde tantas situaciones he vivido y donde la vida parece se haya
parado hace mucho tiempo.
Son esas hojas caídas por el aire otoñal de ese tiempo que
precede al frío del inminente invierno, lo que me atrae de este época, pero en
todo momento siempre hay algo que me incita a dejarme caer por aquí, unas veces
la lluvia, otras la nieve, los pimientos fritos con en trago de buen vino de
garnacha, y muchas ese par de huevos con patatas, de Salu a ser posible, que sacian
mi hambre y mi espíritu. Todos son elementos que fortalecen este placentero y
sosegado espacio en el que tantas horas paso siempre que puedo y a donde
necesito volver para sentirme yo mismo.
Y mientras todo aquí pasa con quietud y reposo, en la
Corredera sigue la vida y el ajetreo del pueblo. Qué diferente pueden ser las
cosas y los momentos simplemente por unos metros de distancia.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
2 comentarios:
Atrayente espacio, debe ser muy relajante, y no digamos con los huevos fritos, emmmmmmm
Inés
Que recreo tan maravilloso tienes en casa. PEPE.
Publicar un comentario