En la Ronda de la Sangre

En un lugar de Cadalso donde el sonido más habitual hasta hace poco era el lento pero continuo ruido del chorro de agua del pilón allí existente, hoy sin el latido del agua, y el martilleo sobre el yunque de la fragua de Fidel, ocurre esta escena.

Un momento, unos personajes, un tema de conversación es más que suficiente para disfrutar en esta soleada tarde del mes de abril.
Estos momentos significan mucho para mí. Aquí jugaba en mi juventud y fui feliz y hoy me siento cerca de estas personas tan queridas, que también jugaron y corrieron por estos lugares durante su niñez.

Hay algo que me atrae a este pueblo y que me hace ser feliz. Cuando me siento y contemplo estas casas y estas calles con la Peña de fondo me siento en paz. Aquí encuentro la tranquilidad que me resulta difícil de encontrar a veces en otros lugares.

Este pueblo tiene mucho que ver con mis raíces, mis cuatro abuelos eran cadalseños, y por tanto son muy importantes las personas con las que hablo y aquí encuentro. No me puede faltar esos momentos de charlas y anécdotas sentado en cualquier lugar con mis paisanos y amigos. Y este es uno de esos buenos momentos donde las palabras fluyen casi sin darnos cuenta, luego llegan las risas y los recuerdos alrededor de una vieja y entrañable foto de las escuelas de San Antón con aquel querido maestro de todos que fue Don Enrique.

Identificar a los jóvenes alumnos, hoy muchos de ellos abuelos, no cuesta nada y menos cuando se nos acerca Irene y con sus dedos como si quisiera acariciarlos va nombrado uno a uno sus nombres, los de sus padres y hasta algunos retazos de sus vidas.

Gracias Jesús por la foto y a vosotros Celito, Vitor, Antonio, Daniel, Aniceto e Irene por haber compartido conmigo este memento tan sencillo pero a la vez tan lleno de cariño y necesario en nuestra vida.

Zorro Corredero.

Nota: En breve aparecerá la foto de los alumnos con D.Enrique en las escuelas de San Antón.

Archivo Fotográfico Pedro Alfonso