La jalbiegue era una tierra blanca que se sacaba de unos pozos y que una vez mezclada con agua servía para pintar las paredes de las casas, se utilizaba tanto para el exterior como para el interior donde a veces se teñía con añil para darle ese característico color azulado que lucían muchas habitaciones y cocinas de Cadalso en los años 60, se daba una capa encima de la otra teniendo con el paso del tiempo unas cuantas capas de jalbiegue, a veces de distintos colores.
Las hermanas Juliana y Conchi.
A Cadalso venía vendiendo la jalbiegue el tío Abdón que era de Escarabajosa, hoy Santa María del Tiétar, lo traía cargado en un borrico, era un trozo muy grande y de ahí iba partiendo según lo vendía, él siempre iba detrás del borrico con una vara y recorría las calles Cadalso al grito de……jalbiegue, jalbiegue y la gente al oírle salían de las casas a comprar.
Me llamo Conchi Alfonso y mi hermana Juliana, tengo 78 años y nací en Cadalso el 6 de agosto de 1931 y en cuanto tuve cinco años ya veía jalbegar a mi madre Lucrecia, entonces casi todas las casas del pueblo eran blancas, se jalbegaban hasta las fachadas de piedra y normalmente lo hacían las mujeres de la casa, primero se echaba en un cubo los trozos de jalbiegue con agua y con un palo se movía hasta deshacerlo y dejarlo en su punto, las brochas eran redondas y las vendía Sinfo en su tienda de la calle Real, estas brochas al terminar de enjalbegar se limpiaban y se guardaban para el año siguiente, todos los años por primavera la gente jalbegaba las fachadas de sus casas.
El cubo con la jalbiegue.
Las hermanas Juliana y Conchi.
A Cadalso venía vendiendo la jalbiegue el tío Abdón que era de Escarabajosa, hoy Santa María del Tiétar, lo traía cargado en un borrico, era un trozo muy grande y de ahí iba partiendo según lo vendía, él siempre iba detrás del borrico con una vara y recorría las calles Cadalso al grito de……jalbiegue, jalbiegue y la gente al oírle salían de las casas a comprar.
Me llamo Conchi Alfonso y mi hermana Juliana, tengo 78 años y nací en Cadalso el 6 de agosto de 1931 y en cuanto tuve cinco años ya veía jalbegar a mi madre Lucrecia, entonces casi todas las casas del pueblo eran blancas, se jalbegaban hasta las fachadas de piedra y normalmente lo hacían las mujeres de la casa, primero se echaba en un cubo los trozos de jalbiegue con agua y con un palo se movía hasta deshacerlo y dejarlo en su punto, las brochas eran redondas y las vendía Sinfo en su tienda de la calle Real, estas brochas al terminar de enjalbegar se limpiaban y se guardaban para el año siguiente, todos los años por primavera la gente jalbegaba las fachadas de sus casas.
El cubo con la jalbiegue.
También había mujeres que se dedicaban a jalbegar las casas, cobraban un dinero y ellas se encargaban de todo, traían las brochas y la jalbiegue, pero en mi casa siempre lo hacía mi madre Lucrecia y nosotras dos.
Yo me llamo Juliana Alfonso y tengo 92 años, recuerdo que las que se dedicaban a esto eran la tía Eufemia que vivía en la Plazolilla de Abajo, la Visita, la tía Presenta, la tía Guadalupe, había unas cuantas que tu las buscabas y ellas iban a jalbegar. También tenías que tener mucho “cuidao” de que no te cayera en los ojos, escocía mucho y te picaba, casi todas nos poníamos un pañuelo en la cabeza para que no se nos manchara el pelo pero al final terminabas toda blanca y es que para pintar las partes altas se ataba la brocha a un palo y se caía mucho.
Juliana jalbegando con 92 años.
La jalbiegue desapareció con la llegada de las pinturas a principio de los setenta, aunque en Cadalso algunas siguieron pintando algunos años más, hoy está prácticamente desaparecida.
Visita, una de la últimas en dedicarse a jalbegar en Cadalso Yo me llamo Juliana Alfonso y tengo 92 años, recuerdo que las que se dedicaban a esto eran la tía Eufemia que vivía en la Plazolilla de Abajo, la Visita, la tía Presenta, la tía Guadalupe, había unas cuantas que tu las buscabas y ellas iban a jalbegar. También tenías que tener mucho “cuidao” de que no te cayera en los ojos, escocía mucho y te picaba, casi todas nos poníamos un pañuelo en la cabeza para que no se nos manchara el pelo pero al final terminabas toda blanca y es que para pintar las partes altas se ataba la brocha a un palo y se caía mucho.
Juliana jalbegando con 92 años.
La jalbiegue desapareció con la llegada de las pinturas a principio de los setenta, aunque en Cadalso algunas siguieron pintando algunos años más, hoy está prácticamente desaparecida.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
5 comentarios:
Ante todo enhorabuena Pedro, por la labor que haces con tu blog. Queriamos comentarte que la Union Musical hemos creado uno, y te hemos agregado a la lista de blogs. Nuestra pagina es: unionmusicalcadalsodelosvidrios.blogspot.com,
Aunque estamos empezando con el.
Muchas Gracias
Anda que no he visto yo a la Visi jalbegar en mi casa.
Un beso y gracias por estos recuerdos que hacen que mantengamos vivas las cosas de nuestro pueblo.
!!que maravilla ver a Juliana y Conchi jalbegando con ese impetu y los años que cargan a sus espaldas.!
Muchas gracias por este blog lleno de vivencias de Cadalso, gracias por recordar a los que vivieron allí y por deleitarnos a los que llegamos de casualidad cuando nos hicimos novios/as de algún Cadalseño.
Un beso
He leído por algún sitio que la tradición de enjalbegar las fachadas surgió a raíz de la peste que asoló Europa y este país sobre todo, allá por el siglo XIV. Incluso se llegaron a pintar de cal muchas iglesias por dentro, y en el caso de las románicas se taparon los frescos.
Recuerdo haber conocido la iglesia de Cadalso enjalbegada todas sus paredes y que creo saber que fue D. Jesús Haro el que descubrió la piedra tal y como esta ahora (Es esto cierto?)
Por mis referencias creo que nunca ha estado tapada, solo recuerdo el altar mayor con unas pinturas, la capilla del Cristo del Humilladero y la parte de atrás por encima de la puerta que estaban tapadas hasta la última restauración, el resto, es decir tadas las partes de abajo siempre han estado de piedra.
Un abrazo.
Zorro Corredero
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