El cine del tío Caro en Carabias.
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Si naciste en los años 50, 60, 70, y nunca vistes alguna película en esta pantalla, no eres de Cadalso. Recuerdos que alegran. Buenas tardes Cadalso.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica
Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero
14 comentarios:
Es la del cine?
María Castrejón
Como no
Antonia Frontelo Morales
Antonia Frontelo Morales entonces no he visto una, he visto mil
María Castrejón
El cine de verano por antonomasia, el del 'tío Caro', en la Huerta de mi tío, en Casa Carabias, años sesenta, ahí vi , 'Flecha rota', un western con Elvis de protagonista, una de romanos, 'Los Titanes' y 'West Syde Story' con su célebre canción de 'Yo tengo un tío en América'.
Baltasar Villarin Conde
Que tiempos aquellos ��
Lucia Lop
Buenas tardes Pedro Recordar es vivir
Aurora Ferrera Ruiz
Lo recuerdo muy bien ..
Buenos tiempos
Loren Alfonso Jeronimo
También en la plazolilla
Pilar Lopez Navarro
yo tambien
Ramona Cordero
Se cortaba la película cada dos por tres. Que pronto se ha pasado todo
Elena Rodríguez Novillo
Yo si me acuerdo Pedrito esta detras del comedor de la huerta que no estaba terminado estaba de ladrillos
Dolores Saez Canoyra
Qué curioso, yo no vivía aquí, en esa época y no lo vi. Yo recuerdo ver cine en la plazolilla de arriba
Chelo Villarin Recio
Totalmente me acuerdo y en la plazolilla íbamos con la silla jajajaja
Pilar Calvo Villarín
EL DESCUBRIMIENTO DEL CINE
Fue un descubrimiento magnífico y deslumbrante
igual o parecido al hallazgo del Atlante.
El anillo mágico que todo lo curaba,
igual nos pasó cuando el local se iluminaba.
Allí frente a nosotros estaba la pantalla
y que desvelaría el secreto cuando estalla.
Después de la sorpresa sonó una campanilla,
de luces que se apagan y al fondo algo que brilla.
Brotó la música, y tierras verdes y feraces,
y un tropel de guerreros agrestes y rapaces.
Fiordos entre angosturas, y muchos grandes barcos
y un mar azul intenso, con diosas en sus marcos.
Y nosotros niños de tierra adentro, allí el mar
tornasolado, e inmenso, incitando a mirar.
Grandes aguas mecidas por corrientes tranquilas
igual que en nuestros prados sonaban las esquilas.
Después vimos saqueos, incendios, violaciones
compasión, y un amor y una ambición desmedida
el vuelo de un halcón, y en la popa ejecuciones
y grabamos indeleble¡:Qué así era la vida.
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