En memoria de Domingo Nombela Peña

Perdido en los pensamientos

Un día de Carnaval extraño y apenado el que vivimos este año para muchos de nosotros. Con cada despedida   me pierdo en pensamientos  y dentro de mi un vacío me inunda los ojos de lágrimas, más cuando la persona que se va es querida, cercana y ha formado parte de ti durante tantos años de convivencias soñadas. A partir de ahora querido Domingo, habrá muchos despertares tristes, cargados de imágenes vividas, de miradas tuyas delante de las mías, de encuentros al atardecer cadalseño en la plaza del Hogar, de abrazos profundos, de sonrisas burlonas, de preguntas sin respuesta. No es nada fácil expresar en unas pocas líneas lo que siento, tampoco sé que está pasando dentro de mi, a veces creo que no ha pasado nada, que todo sigue igual, pero cuando miro en lo más intimo de mi ser vuelven las preguntas y las no respuestas, al menos convincentes, qué ha pasado, qué ha cambiado para que hoy no sea como ayer, qué puedo hacer para que todo vuelva a su origen, no lo sé, sólo siento la pena que a partir de ahora traerá tu ausencia. Ayer cerré los ojos pensando en ti, no pude dormir y a mi mente llegaban extrañas sensaciones de rechazo y congoja, no podía ver nada, sólo escuchaba la voz que emitía tu silueta, y entonces empecé de nuevo a ver tus ojos mientras te saludaba mirándote a la cara a la vez que te preguntaba cómo estabas, que tal Vitor, tus hijos, tus nietos, después llegó el sueño y el vacio. Han sido muchos los años que nuestras vidas han circulado en paralelo, muchos los espacios compartidos y las alegrías vividas, también algunas penas, pero todo ha ido formando una amalgama de amistad entre los tuyos y los míos que ya es imposible de separar, porque nada hay más fuerte que los lazos de amistad que nacen de la confianza, de la entrega y del conjunto de pensamientos que unen a las personas, eso que llaman amor. 

Muchos serán los lugares que aún sin tu presencia te seguirán sintiendo, las calles de Almorox, espacios de tu niñez y tus juegos, las calles de Cadalso que percibieron tus primeras caricias de amor, Mallorca y tu sueño de familia, un piso donde la vida se multiplicaba siempre llena de amor y mucho trabajo, las rutas por tantos lugares queridos, Lourdes, Fátima, y tantos otros que tú surcabas con un autocar lleno de personas felices y entregadas a ti, a lo inédito y a lo reconfortante. Y es que la vida, querido Domingo, es esto, sólo personas amadas y situaciones albergadas, lo demás todo lo demás nace de ahí.

Yo no quiero, tampoco me lo he planteado, despedirme de ti, sólo te diré hasta mañana, porque como siempre repito, tú y todos los que ya habitan en Cadalso de Arriba seguís vivos en nuestros recuerdos y mucho más en nuestros corazones, y la distancia es tan corta entre los dos Cadalsos que es cuestión de tiempo volver a estar juntos. Espero, porque así siempre lo he deseado, que esa vida que ahora te toca vivir esté cargada de amor y que el Santísimo Cristo de la Misericordia de Almorox y el Cristo

del Humilladero de Cadalso, te guíen siempre.

Un abrazo muy grande y siempre en mi recuerdo.

Pedro Alfonso "Zorro Corredero"

    

                     

   26.08.1945
+ 03.03.2019