Cadalso sin otoño en sus plazas y calles.

Los árboles tiene vida y por lo tanto saben como cuidarse, el árbol seca las ramas que no le sirven y se desprende de ella, esto es justo lo contario de lo que las personas realizan con la poda. Los árboles y arbustos viven en equilibrio con el medio, este responde a su propia información genética y a las condiciones del medio en que se encuentra.

El árbol llega a convertirse con los años en un gigante al que le favorece el tiempo, el no tiene prisa, sin embargo nosotros los humanos siempre tenemos prisa, cuando se poda un árbol hay que saber para qué y por qué se poda.

 Cuando la poda se realiza año tras año, en plátanos ( Corredera, Plaza del Hogar, C/ Pedro Álvarez...)  y otros árboles, suponen un gasto continuo de energía produciendo reacciones contrarias a lo deseado, así tras la poda, se produce un rebrote desordenado y más tarde la compartimentación proceso en el que el árbol cura sus heridas de la poda, con lo que se gasta mucha energía que hace que el árbol envejezca prematuramente, debilitándose y volviéndose vulnerable a enfermedades y plagas.

Hace muchos años que los árboles de Cadalso se vienen podando en el mes de octubre e incluso septiembre cuando todavía el árbol tiene sus hojas totalmente verdes y la sabia está activa. El motivo lo desconozco, pero el resultado de esta poda abusiva es bien patente al observar como árboles de cierta edad que deberían tener gran porte, simplemente son un gran tronco con unas pequeñas ramas. Tal vez por esto nuestros árboles no tengan más de 20 o 30 años de vida, ya que al final por una cosa u otra todos desaparecen. Ejemplo La Corredera, donde ya nadie recuerda la de árboles que se han plantado para sustituir a los enfermos, arrancados, caidos o simplemente cortados porque si.

Los árboles de Cadalso piden a gritos que les dejemos sentir el otoño, desprenderse de sus hojas cuando el tiempo y la naturaleza lo crean necesario y brotar cada año cuando su equilibrio y genética así lo aconsejen.

También los cadalseños queremos ver el otoño en la Corredera, en la Plazoleta del Hogar, en el parque de los Cuatro caminos y en todas esas calles que la suerte ha querido que los árboles aún permanezcan.

Por una poda más controlada cada ciertos años y por un otoño con hojas.

Zorro Corredero

Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso