MUSEO ETNOLÓGICO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS
Picos, palas y azadones
sin ser del Gran
Capitán,
cestas, sogas y
hasta arcones
garrafas y
garrafones
tiene Pedro en su desván.
Alcuzas para el aceite
y las tablas de
lavar,
en invierno sin
deleite
cuando el cierzo
era el afeite
en las charcas al frotar.
Los botijos y porrones
era su deambular,
entre cinchas y
serones
colleras y en
ocasiones
el dormir en el pajar.
Las trebédes y morillos
y pucheros del
hogar,
conviven con
covanillos
oyendo el gri-gri
de grillos
del alba al alborear.
Las hoces y las tijeras
y navajas de
injertar,
se ennovian con
vertederas
y desposan con
manceras
que brillaban al arar.
Ataharres y tarimas
y las piedras de
amolar,
cuando el segador
las cimas
del centeno eran
las simas
del permanente sudar.
Colgadas están las trillas
de la siembra
secular,
cuando el
sembrador semillas
las transformaba
en gavillas
y en hacinas al trillar.
Cuchillos del matarife
de la matanza ancestral,
descansan en el
esquife
que ya no es mar
de arrecife.
de aquel tiempo patriarcal.
Los calderos y barreños
reposan junto al
destral,
y el podón se sume
en sueños
con los aperos
pequeños
de hornacina en un altar.
Todo esto en su museo
todo esto y un más
y más,
Pedro tiene y su
deseo,
que incluyáis en
un paseo
que no olvidaréis jamás.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
1 comentario:
Buena poesia la que dedica a tu museo. Tienes de todo Zorro
Mariano
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