Invierno en la Sierra de Guadarrama

Invierno en la Sierra de Guadarrama
La Pinareja en invierno.

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
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viernes, 23 de febrero de 2024

La sombra alargada de la vida. Cadalso de los Vidrios.

 La sombra alargada de la vida....


A medida que los años pasan, la sombra de la vida se alarga tanto como se acorta la existencia, esa existencia sin existir en la que se sienten atrapados nuestro mayores. Sus manos sujetan los bastones que prolongan sus figuras y su confianza al caminar, sus almas vuelan en otra dirección mientras dejan pasar los días, las tardes y el tiempo, pero sus cuerpos, sin ganas y apenas sin fuerza siguen anclados a este mundo que seguramente ya no comprenden. Es posible que su vida ya no tenga sentido para seguir viviendo, querrán huir de aquí  lejos, muy lejos, a ese otro Cadalso donde sus seres queridos partieron hace años, pero mientras ellos sigan aquí somos nosotros los que tenemos sus vidas en nuestras manos, su quehacer diario junto al nuestro, sus miradas frente a las nuestras y sus corazones llenos de sentimientos junto a los nuestros. Démosles cariño y amistad para que sus largas sombras estén llenas de amor y no de culpabilidad, al fin y al cabo ellos ya nos pagaron con creces lo que hoy nosotros les damos. La gente mayor de Cadalso es maravillosa. 

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico pedro Alfonso

viernes, 13 de julio de 2018

Atardeceres de Cadalso, sueños de la naturaleza.


Esperando la llegada de la penumbra...


Ensimismado bajo la suave brisa primaveral, que azota placenteramente mi rostro, camino por la Peña Muñana, No muy lejos de aquí la gente se agolpa delante de cualquier lugar a los que acude cada día, algunos se preguntan para qué, otros lo hacen simplemente por rutina, y sólo algunos sacan los pies del tiesto y hacen otra cosa, lo que les viene en gana, lo que les pide el cuerpo, lo que su corazón necesita, es otra llamada, la del campo, la naturaleza y la vida de contemplación, aunque la mayoría de las veces sea sólo por unos minutos, como mucho algunas horas. 


Una cosa está clara, y es que el sol se está ocultando como lo hace cada primavera, siempre cercano a la cumbre del Cerro Casillas, proporcionándonos un paisaje lleno de encanto, y lo mejor, también de soledad. Nadie quiere que se acabe este momento, nada se escucha, sólo el silencio de la Peña Muñana que absorta en el espectáculo se deja llevar por las sombras y los colores que el astro sol le proporciona. Y mientras tanto, unos personajes se mantienen impasibles ante esta puesta de sol, sus ojos se clavan en el horizonte, sus mentes se relajan y de nuevo vuelven a sentir el sueño de la naturaleza y Cadalso.


Cadalso está ahí, y nosotros aquí, esperando sin miedo y con placer la llegada de la penumbra de la noche, y bajo el reguardo de las piedras, que se elevan altas sobre nuestros ojos, sentimos y agradecemos que la vida nos regale estos momentos. Son sólo montañas, nubes, rayos solares y la sombra oscura de Cadalso, pero están tan cargados de misterios que pueden convertir un día normal, como otro cualquiera, en algo que siempre perdure en nuestra memoria. Ya es tarde, hay que abandonar este espacio tan familiar, cuesta hacerlo, pero unos pocos metros más allá no espera otra soledad, esa que a veces es tan incomprendida, que te hace temblar el cuerpo, perder el sentido, y es que la vida, nuestra vida, es tan extraña a veces, que ansiamos ir lejos y dejarlo todo, sin darnos cuenta que el mejor sitio lo tenemos al lado, sencillamente incomprensible, pero muy humano.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

sábado, 3 de febrero de 2018

Cuando el sol se pone desde el Cerro Almodóvar. ( Madrid )


Una tarde de invierno desde el Cerro Almodóvar ( Madrid )


No importa el lugar, la situación, el estado, lo importante es sentir lo que ocurre a tu lado, dejarte llevar y apreciar la belleza que a cada momento y en cada rincón la naturaleza nos regala. Y mientras esto ocurría ante nuestros ojos, cientos de coches circulaban apenas a cien metros, la ciudad bullía, y 
la tarde daba paso a la inminente oscuridad de la noche.

Cerro Almodóvar ( Madrid ) 21 de enero de 2018







Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 8 de diciembre de 2017

Soñar con personas que han muerto, por Rocío Montes



Visitas del más allá: por qué soñamos con personas que han muerto y qué es lo que significa realmente




Cuando un ser querido fallece tendemos a pensar que nos abandonan, pero hay gente que no lo ve así. Piensan que nunca se olvidan de nosotros ni dejan esta vida. De hecho, hay algunas personas que han visto en sueños a sus seres queridos después de irse.
Los sueños en los que aparecen personas fallecidas parecen muy realistas y te despiertas como si realmente lo hubieses vivido y hubieses pasado tiempo con tu ser querido. Se conocen como sueños de visita.

Estos sueños suelen tener bastantes cosas en común. En muchos de ellos, los fallecidos transmiten un mensaje de tranquilidad al soñador y aparecen con un aspecto normal, aunque con una apariencia más joven y sana.
Las estructuras del sueño están organizadas y suele ir seguidos de una resolución del proceso de duelo o de una visión espiritual más amplia. También son bastante intensos y la persona los suele recordar al despertar.
“Para los pueblos tradicionales, un sueño de visita debía ser una evidencia absolutamente convincente de que existía un mundo espiritual y una vida más allá de la tumba,” cuenta el doctor Patrick McNamara. “Incluso en las sociedades modernas, los sueños de visita ejercen un impacto considerable en los desamparados.
Algunas personas afligidas informan que este tipo de sueños les permitió una resolución exitosa del proceso de duelo”.


Probablemente existan algunas razones por las que tus seres queridos fallecidos se aparecen. Quizás quieran pedir perdón, resolver algún problema de su vida o ofrecerte orientación o protección.
También suele ser para consolarte y hacerte saber que están bien. En otras ocasiones aparecen para ofrecerte un mensaje o para mostrarte que hay vida después de la muerte.
La próxima vez que sueñes con algún familiar fallecido, piensa que probablemente estén intentando decirte algo y por qué lo están haciendo.
Rocío Montes
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

lunes, 28 de agosto de 2017

La Peña Muñana, cadalseña tierra castellana


La Muñana, cadalseña tierra castellana




Amarillo  pasto, gris Muñana, azul  cielo de mis cadalseñas  tierras castellanas. Camino   despacio, procuro mirar, es la imagen de mis campos con los que siempre he querido soñar. Campos de castilla, campos de historia,  que siempre  tenéis algo  que contar.  Una silueta enriquece mis sentidos, es  un sentimiento de amistad, cercana desde siempre, unida hasta la eternidad. Camino despacio, tengo que regresar, este  espacio me transporta, me llena de libertad, porque si algo tiene mi tierra, es que siempre está donde debe estar. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso




lunes, 13 de marzo de 2017

La familia, el asado y por supuesto los calbotes.



       La familia

Un día cualquiera, una buena mesa y esos calbotes tan nuestros, puede ser suficiente para rescatar a los primos de la distancia, del hoy no puedo y mañana tampoco, una escueta llamada y todo vuelve a ser más cercano, muchos más íntimo al escuchar sus voces, su aliento junto al fuego que calienta los recuerdos de un pasado cadalseño de los 70. Asomaron a la Corredera y sin poder contener la emoción nos abrazamos, sentimos el calor de la intimidad, y pasamos al asado, al vino y a los postres con un final cadalseño de lo más, las ascuas de la chimenea que calentaban la sartén agujereada donde giraban las castañas hasta convertirse en calbotes con el simple calor recibido. Y el atardecer derritió el esplendor de la reunión, la magia de lo cercano, y se volvieron a escuchar las voces de la despedida, el adiós hasta otra, pero para ese momento ya todo estaba rescatado de la distancia que todo lo silencia, y arrebujados en el frío de la Corredera, cada uno partió para su sitio, el sueño se había desvanecido de nuevo, pero quedaban los rescoldos del fuego, los calbotes quemados sobre la mesa y el sentimiento de paz y sosiego que siempre proporcionan estas reuniones, espero que pronto se repita.


        El asado

       Los calbotes


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

domingo, 17 de julio de 2016

Cadalso, un jueves de julio.


       Entre el cielo y la tierra se perfilaba la vida, era como si la misma vida respirase por el pueblo

Los veranos ya no son tan numerosos en personas como antes, si en calor, aunque muchos digan lo contrario, olvidamos todo con tanta facilidad que parece que sólo vivamos el presente. Es jueves, mes de julio, el calor como casi siempre en estas fechas asola los campos y la vida de Cadalso, el día pasa sin pena ni gloria, la tarde inunda la soledad y al anochecer parece que nos da un respiro y vuelve la vida a la calle, a las terrazas y al deseado encuentro.




La vista se difumina en el paisaje, una cigüeña se ha posado en el tejado de la iglesia, permanece inmóvil tanto tiempo que llega a confundirse con la imagen propia de la iglesia, es mediodía y hace calor, más no parece importarle y ahí sigue, tranquila y sosegada perdida en sus pensamientos, si es que los tiene, en el vacío. Al fondo unos albañiles colocan las tejas de un tejado, es una casa de la calle de la Iglesia, hace tiempo que su tejado se vino abajo y ahora le ha llegado el momento de ser restaurado, menos mal que la fachada se ha conservado y no ha seguido el mismo camino que esas otras muchas que se convirtieron en solares, espacios vacios de todo menos de recuerdos.




Desde mi privilegiada almena veo pasar personas que suben y bajan, deben de ir a la Corredera o la Huerta, en Cadalso siempre se baja a estos lugares y se sube de ellos, curioso que nada haya cambiado desde hace muchos años. En la oscuridad se perfila el cuerpo inquieto del caminante, parece que la misma oscuridad respira y que el cuerpo formara parte de ella.




Han pasado las horas, el silencio sigue apoderándose de Cadalso, las luces del pueblo iluminan las calles, las ilusiones y los misterios, es de noche y la luna que hace rato no estaba acaba de aparecer, quinto octante parece que le llaman a esta fase, aunque tampoco estoy seguro, sólo sé que es un lugar al que es imposible dejar de mirar. Y mientras miro y observo dejo pasar el tiempo en esta media noche de verano cadalseño, seguramente una noche igual o parecida a todas las de cada verano vivido, aunque hoy sea la luna la que cambie el paisaje nocturno, y poco a poco se vaya del pueblo como cada noche, para robarle el protagonismo a las estrellas, y mucho más para hacernos pensar, porque no existe una mirada a la luna sin que venga acompañada de un pensamiento. Y mientras todo esto ocurre, la noche de Cadalso vuelve a sus ruidos, a sus juegos, al retumbar de su historia, esa que entre todos vamos escribiendo día a día.




Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 15 de enero de 2016

La nostalgia de la infancia en el Cadalso de nuestra niñez



     A veces yo también necesito volver a mi pasado cadalseño



 Celito y Nicolás en la Plazoleta.

Cada vez que mis huesos y mis miradas se pasean por las calles de Cadalso, uno que se siente de aquí y disfruta con ello, se llena de bienestar, sin que esto tenga que ser mejor que ser de otro sitio, seguro que cada uno se siente de donde es y disfruta con ello sin necesidad de querer ser de otro lugar. Yo, como nací y soy de Cadalso, siento lo que siento, y por esto os voy a relatar lo que a veces me ocurre cuando mi paseo se llena de calles, casas y personajes. Si has llegado hasta aquí y deseas dejar de leer estás en tu derecho, tampoco es que mis letras te vayan a llenar demasiado, simplemente es algo mío que quiero compartir, pero si no te interesa te entiendo, aunque te entendería más si continuaras.
En estos paseos a los que me refiero, pasa de casi todo, no siempre siento lo mismo, a veces en mi caminar no siento nada y tampoco nada me llena, apenas unos saludos y poco más. Pero es en otras ocasiones, cuando una imagen, una casa, un recóndito lugar o un personaje de la vida cadalseña pueden cambiar todo, aunque tal vez ni yo mismo lo sé, ni tan siquiera sepa explicarlo con esto que estás leyendo.
Como iba diciendo, en esas ocasiones donde mi mente se llena de recuerdos y de personajes, se apodera de mí el pasado, y no en pocas ocasiones noto que algo se apaga en mi corazón, comenzando a experimentar sensaciones extrañas internas o externas que percibo a través de mis sentidos, esto sólo me ocurre cuando voy solo.


    Campanario de la iglesia.

Y estando en esta situación la felicidad que debería tener pasa a ser más débil, es como si fuera atacada por historias del ayer, por momentos vividos o imaginados que de alguna manera interfieren en mi forma de ser y vivir la vida. Creo que ya he vivido mucho entre estas calles. He tenido la suerte de sentir mi calle, mi barrio, mi pueblo, mis paisanos, cosa que me ha servido para compartir recuerdos conmigo mismo y me ha gratificado la mayoría de las veces. No es así en otras ocasiones, en esas noto que echo en falta cosas y personas, teniendo la impresión de que mis sentimientos se vienen un poco abajo, mi suerte es que no me suele durar mucho, más o menos el tiempo que tardo en cruzarme con alguien y que tras un saludo me hace volver de nuevo a la realidad.
Estas calles se llenaban hace años de personas que ya no están, bueno sí, están en Cadalso de Arriba, nuestro segundo pueblo. Aquellas calles de ayer son las mismas de hoy, son las mismas que ellos sintieron en su niñez y las que dejaron apenados al saber que tenían que abandonarlas para siempre, aunque esto no lo sabremos nunca.


                            Plazolilla de Abajo.

Hace años, un atardecer en la Ronda y otro en el Camino del Piquillo, tuve la suerte o simplemente casualidad de encontrarme con dos personas de avanzada edad, hombres los dos, que paseaban intentando sentir su juventud, como queriendo que el lugar donde tantos años habían vivido les devolviera las ganas de vivir o que aquella visión efímera de su calle les ayudara a seguir sintiendo que permanecían aquí a pesar de todo.
Al poco tiempo, unos meses después, los dos fallecieron y entonces fue cuando me di cuenta que debe ser algo natural buscar el lugar donde puedes encontrar los mejores recuerdos de tu vida, de tus padres y hermanos, de la niñez y juventud. 



    San Antón.

Aquellos encuentros y lo que me relataron cada uno de estos dos cadalseños, es algo que ya siempre me ha acompañado y que no puedo dejar de sentir.  Es por esto que muchas veces en la soledad de un día cualquiera, yo también busco lo mismo y regreso a esos lugares de mi niñez para así tener la posibilidad de sentir, las calles, las casas, los rincones y el recuerdo de las gentes que forman parte de mi pasado, compartiendo conmigo mismo en mi interior todo lo vivido, cosa que me es muy gratificante.

Si has conseguido llegar hasta aquí, es que sientes lo mismo que yo. Así que te animo  a recorrer tu barrio y tus recuerdos y tal vez nos encontremos algún atardecer de esos que Cadalso se descubre con sus mejores luces.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

sábado, 26 de diciembre de 2015

Pensamientos, otoño que se va, invierno que llega.


Otoño que se va, invierno que llega


El otoño se nos ha ido sin pena ni gloria, más ha parecido una primavera seca que un otoño húmedo y lluvioso como debería ser. Ahora llega el invierno, pero parece que va a ser de momento más de lo mismo.
Al menos nos quedan estas imágenes donde el otoño y el invierno nos entregan sus colores típicos, la belleza característica de cada estación, los pensamientos del ser humano en plena naturaleza, y todo con la esperanza de ver de nuevo como las lluvias y la nieve regresan al invierno. 


Me había internado sin mucho convencimiento por la senda que habitualmente me conducía al lugar donde mis pensamientos se llenaban de sueños, las hojas otoñales crujían con mis pisadas, era otoño, y todo el bosque suspiraba ese aroma a humedad que provoca tanto placer en mí. Entre la masa de castaños se percibía una silueta alarmada, era algo que no terminaba de perfilarse, parecía que formara parte de la misma masa de castaños.

Otoño en el castañar de El Tiemblo.



Un pequeño claro me descubrió el cielo azul, el frío penetraba hasta mis huesos, pero era tal el aroma invernal que arrastraba el suave viento, que apenas notaba la espesa niebla que emanaba del valle y ascendía como si fuera humo espeso. Esta visión, antes de llegar a la cumbre, me hizo detener, y por un instante suspiré tranquilo, conteniendo ese escalofrío que la humedad provocaba en mi cuerpo.

Invierno en la Sierra del Guadarrama


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

jueves, 29 de octubre de 2015

Tardes de Cadalso, secretos de brasero.




Tardes de brasero.
A Santia que está en muchas tardes de historias.

 

 Las tardes de Cadalso contienen muchos secretos, en realidad era el brasero el que contenía una enorme acumulación de secretos, los cuales cohabitaban en el cuarto donde la mesa camilla servía para la reunión, para dejarse llevar por la penumbra de los fríos atardeceres y la tranquila paciencia que emanaba de la amistad de los reunidos.  Los misterios dejan de serlo en el mismo momento en que son contados, sólo la inquietud y el miedo son superados por la reunión alrededor del brasero, en él se perdía la soledad y se acumulaban las historias, esas que permanecían diseminadas por los rincones del pueblo.


 El aislamiento dejaba de serlo cuando la conversación aumentaba, cuando se percibía el humo de las ascuas que deambulaba en la atmósfera cerrada del cuarto de estar, el único de la casa que gozaba de brasero, el lugar elegido para existir en aquellas tardes frías y calladas del pasado cadalseño.
 En aquel reducido cuarto del brasero, inundado por las historias de un atrapado pueblo, sin noticias de fuera, las reunidas solían volar lejos, muy lejos, para que el olvido encontrara otros lugares y otras historias. Aquel tiempo era una enciclopedia de la memoria, un espacio que perduraba fuera del día a día, de la vida de cada una de las allí presentes y del quehacer cotidiano.

 

Aquellos secretos del brasero tenían semblantes de todo tipo, unos de tragedia, otros de alegría y muchos, los que más, de incomprensión. Decir que eran sucesos cuyo escenario podía ser el campo, la calle o la casa. La tragedia llegaba en forma de nube, de rayo asesino, de miedo y de muerte, otras veces llegaba envuelta en revelaciones de la cercana contienda, la que tanto dividió y lleno de desolación a familias y amigos.


 Hoy aquellos secretos del brasero tienen mucha antigüedad, gozan de ser historias de otro tiempo, ya nada es igual, ni siquiera los braseros, pero todavía hoy en la soledad de las tardes del pueblo, el sigilo de la noche se recrea en viejas historias que recorren las calles, los edificios y a sus habitantes.



Zorro Corredero
Fotos:Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

viernes, 1 de agosto de 2014

Refrescante invierno





La soledad de las montañas, el frío que cala nuestros huesos, la majestuosidad de los Alpes, la proximidad de un buen amigo y la atracción del que ama y vive la montaña, son "Elements and life" y más cuando al calor del verano madrileño sobrepasa los 30º.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

jueves, 17 de julio de 2014

La Peña de Cadalso y la nieve, magia de verano.




Ante la ola de calor  que durante estos  días nos acompaña, nada mejor para refrescarnos que unas imágenes de  nieve en la Peña Muñana de Cadalso. A pesar  de la nieve, estas  primeras  hojas de los gamones luchan por brotar en los  últimos días de  invierno, más tarde con la  llegada  de la  primavera sus largas varas, terminadas en bellas flores blancas, pondrán su parte de color a la inmensa primavera. 




El camino de ascenso es estrecho, las escasas pisadas denotan el paso de algún caminante transitando camino de la cumbre. Estamos en la cara norte y la nieve caída hace días se mantiene gracias a la baja temperatura y a la orientación. No muchas veces tenemos la oportunidad de ver como la nieve se mantiene en esta montaña simbólica para Cadalso y los cadalseños, pero a menudo podemos disfrutar de la Peña Muñana nevada, haciendo que este tradicional paseo se convierta en algo mágico.




Al atardecer cuando los rayos de sol ya sucumbieron en el ocaso, la pedrera que desciende de la Monja y el Fraile, auténticas agujas de la Muñana, resaltan en el horizonte medio anaranjado por la todavía luz solar. Las incipientes luces de Cadalso nos indican que pronto se hará de noche y que debemos bajar. Pero quién es capaz de renunciar a una invernal puesta de sol sentado en la cumbre de la muñana? Yo en esta ocasión no renuncié, y os puedo asegurar que fue maravilloso sentir la soledad, ver como el día se apagaba mientras Cadalso desaparecía en la oscuridad y se integraba a través de sus luces en la noche. El descenso mirando a Cadalso tuvo sus complicaciones, pero al llegar a los pinos de las Eras fue tal la satisfacción que me inundó, que prometí volver a subir a la Peña Muñana con nieve y esperar la noche sentado en su cumbre. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

jueves, 26 de junio de 2014

El Cerro Almodóvar al atardecer primaveral ( Madrid )





Un paseo por el Cerro Almodovar, junto a la carretera de Valencia, nos puede proporcionar excelentes vistas de la capital, pero también la naturaleza a veces nos muestra imágenes que nos cautivan. Desde el arco iris bajo una tormenta primaveral, hasta el sol jugando con las nubes y el atardecer con las últimas luces de ocaso por el suroeste de la Comunidad de Madrid, todo nos es regalado de forma gratuita. 






El vértice geodésico del Cerro Almodóvar a 726 m.s.n.m. recibe los rayos tenues de un sol que se apaga. Las imágenes han sido captados con un móvil en uno de mis paseos por la zona.




   El suroeste de la Comunidad de Madrid bajo las luces de un atardecer primaveral.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

martes, 10 de junio de 2014

Una calle de Cadalso, una mirada por la ventana


Una calle de Cadalso, una mirada por la ventana




Existen dos formas de mirar, una es de pasada y sin conocimiento de lo que ante nuestros ojos está apareciendo, la otra es dejarse llevar por lo expuesto y ver más allá de la imagen que se antepone a nuestra vista.
Si elegimos la segunda opción, disfrutaremos mucho más y tendremos la satisfacción de sentir, incluso imaginarnos a través de lo que vemos, la vida y las costumbres de otras épocas.
En cualquier parte se puede experimentar esta situación, todas son válidas y nos proporcionaran el placer de mirar e imaginar,  mucho más lo cercano, lo diario y lo nuestro siempre tiene ese halo de complacencia que nos aporta y nos llena por encima de casi todo lo demás.

Un día cualquiera, un tarde cualquiera, pasear por nuestras calles cadalseñas nos proporcionará un autentico placer para todos nuestros sentidos. Sientes la suavidad de nuestra tierra, esa que guarda para ti recuerdos imborrables y hechos cargados de nostalgia. Miras la majestuosa piedra, el antiguo ladrillo y las fieles ventanas.




Un personaje sobrevive en la soledad de cualquier calle, te acercas y desempolvando tu miedo miras e insinúas algo que enseguida capta tu coterráneo, es el momento de entablar una conversación, casi siempre cargada de recuerdos y personas, es en este momento cuando hueles el pasado, tú pasado, y cuando con casi nada comienzas a disfrutar. Y mientras todo esto ocurre en cualquiera de nuestras calles, la luz se va apagando y con ella el día, y en las ventanas de Cadalso comienza a brillar la luz, la de siempre, la de toda la vida, la que cada día precede a la noche y al nuevo día que está por llegar. Y así desde siempre en los siglos.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

martes, 8 de octubre de 2013

Mensaje para el Zorro?






Voy camino de Fuente Lasna, el sol ya comienza a calentar, estamos a primeros de junio, hoy exactamente es día 6, sólo unas pequeñas nubes me acompañan en mi subida por el camino de las Erillas, voy despacio, bueno, siempre que llevo la cámara voy despacio o muy despacio, esto se debe a que me voy fijando en todo, y cada vez que algo me llama la atención paro, miro y disparo.
 Ya estoy arriba, aquí el camino se allana para continuar entre algunas viñas y huertos hasta una bifurcación que se adentra en la Sierra de Lancharrasa, los castaños cargados de hojas y algunos cerezos con sus frutos casi rojos me van animando el camino.




Antes he parado en un lugar-mirador desde donde se observa una gran vista de las Rozas de Puerto Real y del comienzo del Valle del Tórtolas. Siempre que paso por esta camino me desvío unas metros para mirar, si es de día como casi de noche, en invierno o en primavera, este rincón tiene un enorme atractivo para mi, siempre lo ha tenido.
El sol esta algo más bajo, las nubes siguen ahí, son casi la siete de la tarde y de repente miro arriba, veo el sol, observo las nubes y zas, me sorprendo con lo que estoy viendo, parece mentira pero es verdad, vuelvo a mirar y veo el mensaje que el cielo y la propia naturaleza me está enviando.



Fox es lo que las nubes están escribiendo en el cielo azul de esta tarde de junio, será un mensaje del cielo como ya he dicho o simplemente casualidad, no lo se, pero lo cierto es que alguien me está llamando, en silencio si, pero con unas enormes letras formadas en el cielo.
Disparo unas cuantas fotos, las nubes se comienzan a trasformar al paso de los minutos para terminar por escribir fox . Yo así lo he visto, yo así lo he sentido y aquí está la prueba del momento grabada para siempre. Veis vosotros lo mismo?

Fox significa zorro en inglés.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

miércoles, 31 de julio de 2013

Muerte en Cadalso de una de las últimas borricas.



Todos los días ocurre algo en Cadalso, unas veces son buenas, otras malas y algunas muy malas. Esto que os voy a relatar ocurrió en estas últimas vendimias, no es algo muy malo pero si triste.
Aquella mañana Salu aparejó sus caballerías igual que lo viene haciendo desde hace muchas décadas, tantas que suman más de medio siglo. Primero le toco a la mula, la “cabezá” con su ramal, la manta con su ajustada cincha y el atarre, luego a la borrica, que siempre ha llevado albarda bien sujeta por la cincha, el atarre que es esa especie de tira de cualquier cosa que rodea la parte trasera bajo el rabo, y por último la “cabezá” que debería decirse la cabezada, pero en Cadalso siempre nos ha sobrado la terminación “da”.


    En las Pascualas

Era un día de vendimias, Salu partió por el Pilar abajo camino del Joyuelo, pasó el tiempo y la carga ya estaba preparada para transportarla a la Cooperativa, unos sacos para la mula, alguno menos para la borrica y al pueblo por ese camino pedregoso, hoy algo más cómodo por el ensanchamiento realizado para los coches, que conduce a la carretera del Pilar. Todo transcurría como de costumbre, algún “Borriiiiica, la madre que te parió”, “mírala que jeta golosa”, frases que suelen ser lo normal dada la afición de estos animales a entretenerse con cualquier mata e intentar  llevársela a la boca, hasta que en un pequeño tropiezo la borrica se cae, lo normal en estos casos es…. bueno eso que todos sabéis, más Salu gran conocedor de estos cuadrúpedos desde que era un niño, notó que esa caída no era muy normal, prestándose rápidamente a quitar la carga y ayudarla a levantarse, cosa que el animal hizo con grandes esfuerzos, así continuó hasta el pueblo y luego a la cuadra donde apenas podía tenerse de pie y  donde a pesar de los cuidados de Salu y toda la familia dejó de comer y posteriormente falleció.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de estos animales que tanto han ayudado a los hombres del campo, hoy casi desaparecidos tanto unos como otros, el campo con sus viñas y sus huertos están vacíos, les falta casi todo y parece ser que esto es irremediable.
 
    Bebiendo en el Pilar


Hoy casi nadie la da importancia a estos sucesos, es la vida se suele decir, pero en unos años, no creo que muchos, cuando todas las caballerías hayan desaparecido nos faltará algo y sólo los recuerdos traerán a nuestras mentes esas escenas llenas de vida y calor que muchos de nosotros hemos vivido y presenciado.
Es algo que no se puede remediar, es algo que va ocurriendo sin darnos cuenta, es simplemente la desaparición de unas especies de animales tan comunes en el pasado y tan escasas hoy en día, que con el tiempo serán de museo de ciencias y de zoo.
 
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

 
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