DEBUT
DE LUCES DE ROBERTO CORDERO GONZÁLEZ
De grana y oro, el color de los toreros valientes, se
presentaba y debutaba de luces en Cadalso de los Vidrios Roberto Cordero
González la tarde del viernes 15 de septiembre de 2023 ante una expectación
inusitada con un ambiente pocas veces visto en los alrededores de la Monumental
Metálica.
Con la montera calada de terciopelo
negro, tranquilo, mentalizado, con una excelente cuadrilla y liado con un
precioso capote de paseo negro bordado con flores rojas intensas y sus tallos
verdes esperanza estaba Roberto en el patio de cuadrillas del coso cadalseño haciéndose
fotografías con todos los que se le acercaban a desearle suerte sin perder la
sonrisa. El capote de paseo abrigaba un vestido grana y oro precioso,
reluciente, impecable, deslumbrante, con infinidad de detalles y adornos,
machos, alamares, piedras decorativas en oro, amplias hombreras, medias
tradicionales rosas, taleguilla hecha a medida, manoletinas brillantes y todo
ello ceñido a su cuerpo atlético. Camisa blanca impoluta, corbatín verde con
dos medallas milagrosas en el centro y un bien anudado a la cintura fajín
verde, color que transmite tranquilidad, calma y frescura. Un traje de luces fulgurante,
resplandeciente, muy elegante y tradicional digno de Joselito “El Gallo”,
Chicuelo, Manolete, “El Viti”, Enrique Ponce o Morante de la Puebla.
Roberto con el capote de paseo liado en el patio de cuadrillas
Suena el pasodoble La Entrada a las
18 horas y 10 minutos saliendo a la arena con paso firme y decidido para
realizar el paseíllo tantas veces soñado por él colocándose a la derecha y con
la montera en su mano diestra. Vellos de punta, corazones entregados, orgullosos
todos los soplones de su debut de luces. ¡¡Suerte TORERO!!.Finaliza el paseíllo
cambiando la franela por el percal cuando el coso de la Avenida Francisco
Caballero rompe en una ovación que aún retumba en la memoria de todos los que
estuvimos allí. 1500 personas aplaudiendo al unísono. ¡¡Qué emoción!!.
Tras intervenir el rejoneador Juan
Manuel Munera y la excelente novillera sin picadores Olga Casado le toca el
turno a Roberto que ya había tenido su primer contacto con el eral de la
segoviana en un vistoso quite.
Suenan clarines y timbales, salta al
ruedo “Chirigota” eral fuerte de la encastada ganadería de Zacarías Moreno.
Rápido se presenta Roberto Cordero en la arena para recibirle como los
valientes conquistadores de las batallas más grandes jamás contadas. Le tantea
con el capote por los dos pitones, lo ve claro, ¡¡Qué bien le echa el capote!!,
le interpreta cuatro magníficas verónicas con el compás abierto, ganando
terreno hacia los medios y rematadas con una media verónica abrochada a su cintura.
Sale enrabietado sabedor de que es su tarde, tantas veces soñada, conectando
con los tendidos que le aplauden con fervor. “Chirigota” no se está quieto,
parece una lagartija, galopa en los quites de Roberto y de Olga, incluso en
banderillas pone en apuros a algún banderillero. Ojito con el animal que va a
tener mucho que torear. Pero Roberto sabe lo que se juega y nada ni nadie se lo
va a impedir, ¡¡Quiero ser torero y lo voy a demostrar!!...
Roberto instrumentando una verónica toreando con la mano de fuera y con el mentón en el pecho. Foto de Ángel Bravo
Allá va a brindar a su madre
Valentina y a su hermano Alex la primera faena de luces tantas veces imaginada.
Su abuelo Paulino desde el cielo le va a ayudar a triunfar. Todos emocionados.
Se le viene el eral con pies y ahí en los adentros le espera Roberto llevándole
por bajo sin enganchones, con sometimiento y mando, hacia el tercio,
continuando con cuatro derechazos y un pase de pecho castellano hacia los
adentros. Buen comienzo, suena el pasodoble Nerva. En los medios se coloca con
la muleta en la derecha, le llama, no duda, se le viene con prontitud, ¡¡vamos que
mete la cara!!, tres derechazos con la muleta bien planchada, un cambio de mano
y un largo pase de pecho cargando la suerte cierran la tanda. Sale con garbo y
donaire cadalseño. Torea sin toro, le da su tiempo al animal, llena el
escenario como los grandes artistas en sus actuaciones. Nadie come pipas en los
rebosantes tendidos. Está sucediendo, puede ser… Le toca el turno a la mano izquierda, la de
los billetes dicen los taurinos. Le cita, el novillo va largo, sitio ideal,
bien colocado, le lleva hasta el final, se le cuela, no pasa nada, pase de
pecho forzado pero hasta la hombrera contraria, sale enrabietado con la muleta
plegada, aplausos de los presentes que estamos viendo una faena bien
estructurada con ligazón y capacidad. Ni que llevara toreando toda su vida.
Sigue sobre la izquierda, en los medios, ¡¡Ay…!!, le empala sin consecuencias.
Cambia a la derecha, está valiente y sobre todo muy inteligente, le funciona la
cabeza, eso es de figura. Dos tandas le receta al eral que se ha templado,
llevándole muy largo, hasta el final, metiendo riñones, girando sobre la pierna
izquierda y rematando con torería mirando al tendido. ¡¡Olé!!. Hay que ir a por
la espada. La coge, pero hay que rematar la faena de muleta. Manoletinas son
las elegidas, tres, que las instrumenta de forma y manera magistral, ceñidas,
con ritmo, valentía y torería, rematadas con un largo pase de pecho por los
adentros. Se va Roberto de la cara del eral mirando con rabia al público
sabedor que ha cuajado a “Chirigota”. La plaza ruge, el público está caliente,
excelente final. Tras varios intentos para cuadrarle lo ve claro en la suerte
contraria, llega la hora de la verdad. Se coloca Roberto entre los pitones del
eral bajo un silencio sepulcral en la Monumental Metálica pocas veces sentido.Le
adelanta la muleta, ¡¡Eehh…!!, se le viene franco, le baja la muleta para que
descubra y le receta una estocada casi entera en todo lo alto con entrega y
habilidad saliendo por el rabo pegando saltos de alegría, de felicidad. En ese
momento el hombre más feliz del mundo. Toda la plaza puesta en pie, aplauden
con entusiasmo, gritan de éxtasis los cadalseños emocionados como nunca.
“Chirigota” rueda a los pies del joven novillero que se va a los medios a
recibir la clamorosa ovación de sus paisanos que pueblan los tendidos de
pañuelos blancos pidiendo los máximos trofeos. Se acerca a recoger la montera
que le entregan su madre y hermano bastante emocionados, abrazándose a
continuación efusivamente con su padre de manera calurosa, orgulloso de su hijo
que está cumpliendo su sueño más deseado. Dos orejas indiscutibles, rotundas,
de las de verdad, toreando con entrega, sentimiento, pureza, verdad y
capacidad. No se puede estar mejor. Ahí va con las orejas en las manos dando
una lenta y disfrutona vuelta al ruedo, feliz, sonriente y dando las gracias a
todos los asistentes. Las gracias te las damos nosotros a ti por emocionarnos
con tu Compromiso, Pasión y Arte. ¡¡TORERO!!.
El joven cadalseño feliz con las dos orejas en sus manos y dando la vuelta al ruedo
Pero falta el sexto de nombre
“Travieso”, eral cuajado (unos días solo le faltan para ser utrero), encastado
y codicioso con el que hay que estar muy firme y decidido. No le intimida a
Roberto que sale al tercio con el capote poniéndose a torear sin tanteos, una
verónica, que bien le echa el capote, dos con la rodilla genuflexa, tres con el
compás abierto y ganando terreno hacia los medios, cuatro, cinco con maestría y
le remata con una media verónica de mano baja con gusto y expresividad. Echan
chispas las palmas. La plaza está muy caliente, ya lo dijo Antonio “Pope” como
siga así salimos hasta en los telediarios. ¡¡Qué intensidad!!.
Faena de muleta. Al tercio sale
Roberto a brindar a todos los cadalseños compartiendo el brindis con su Peña
“La Muñana”. “Travieso” se le viene como una flecha, le presenta la muleta, le
lleva largo, genuflexo, con poder, enseñando al de Zacarías a embestir por los
dos pitones y siempre hacia el centro del ruedo, cierra la serie con un pase de
pecho torero en los medios. Que bien ha comenzado, le funciona la cabeza. Está
mejor con “Travieso” que con “Chirigota”. Le da su tiempo en el centro del
platillo. Muleta a la izquierda. Paso a pasito acorta las distancias, se queda
a dos metros, buen sitio, le cita, uno, dos, tres naturales muy por abajo,
toque y pase de pecho. Se va de la cara del eral con elegancia. Llena el
escenario. Vuelve a la derecha, se deja ver, le llama, le embarca, le remata
detrás de la cadera con poderío y temple, segundo derechazo, pierde pasos, le
espera hasta que mete la cara con humillación, se cruza un poquito al pitón
contrario, tercer derechazo largo, infinito, embraguetado, está toreando de
verdad, cuarto eterno cargando la suerte, ¡¡Bieeeen!!, el quinto pase
sensacional de artista, se cambia la muleta de mano por detrás y remata la
serie con un pase de pecho celestial echándole los vuelos de la muleta al
hocico de “Travieso” que quiere vender cara su muerte. Plaza boca abajo. La
mejor tanda de todas con diferencia, que bien le ha entendido, muy acoplado con
templanza y ligazón. Extraordinario, ¡¡Qué bien Roberto, Si señor!!.
Dos fotos de Ángel Bravo de Roberto Codero toreando con la muleta. En la primera toreando por bajo, genuflexo, en la segunda magnífico derechazo con un toreo vertical, de ciprés, dando el pecho y de gran expresividad
Torea sin toro,
dándole su tiempo. Cambia al pitón izquierdo, se le descompone algo la tanda,
ordena la embestida, está muy inteligente, le esconde la muleta, se la echa, un
natural, dos, el tercero muy cruzado, y pase de pecho vaciando la embestida.
Desplante con la muleta plegada marchándose de su cara dándole la espalda. Le
ha podido. Novillo mirando a toriles. ¡¡¡AAAYY…!!!, ¡¡¡AAAYY…!!! grita la
gente. Roberto vuela por los aires como un trapo cayendo de manera muy
desagradable. “Travieso” se le ha llevado por delante. Angustia en la plaza,
todos intranquilos, corazones encogidos, la música deja de sonar. Pero el
valiente torero cadalseño se levanta algo adolorido sin querer perder la pelea.
Necesita respirar, pide agua y sin solución de continuidad vuelve a la cara del
eral. ¡¡Vamos ahí,..!!, ¡¡es un torero macho!!. Manoletinas entregadísimas para
terminar, pase de pecho, magnífico pase del desdén con la izquierda y otro pase
de pecho con raza. Palmas a rabiar. Tiene las orejas otra vez cortadas sólo
falta la firma de una estocada. Se lía a llover, una gota, dos, ocho gordas,
tormenta, la plaza se vacía, a refugiarse toca pero la tormenta lleva el nombre
de Roberto Cordero González que ha toreado como tantas veces ha soñado, como
tantas veces ha visto a los grandes maestros de la Tauromaquia. Le alzan en
hombros triunfador de la batalla más bella jamás vista cruzando el umbral de la
puerta grande de su Monumental Metálica que ha conquistado por primera vez.
¡¡TORERO, TORERO, TORERO,…!!, le gritamos los paisanos con admiración y
devoción bajo el aguacero.
Olga Casado y Roberto Cordero en hombros tras una inolvidable tarde de toros. Foto de Ángel Bravo.
Tarde de
mucho contenido con un sueño cumplido. Gloria eterna artista.
¡¡¡VIVA ROBERTO!!!
Jorge García Escudero