En el estanque de Palacio.
Aquí, en estos estanques de Cadalso, sentado en una de las bellas hornacinas que él mismo mandara labrar, le estoy viendo aún ahora "con gracia en sus modales, llenas de atractivo sus palabras, festivo y bullicioso con los niños, gentil y bizarro con los mancebos, galán y discreto con las damas" cantando amores y dejándose querer en estos jardines que amanan efluvios sensuales, recibiendo las caricias de aquellas mujeres que le querían para galán o le codiciaban para marido.
El Lazarillo de Madrid. 7 de julio de 1930
Zorro Corredero
Fotos; Archivo Fotográfico Pedro Alfonso