La calle Real en mis recuerdos. Buenos Días Cadalso.

Calle Real de Cadalso

Aquel día la nieve comenzó a caer al atardecer, era un día tranquilo, de aquellos que nunca pasaba nada, que siempre éramos los mismos, que el día a día transcurría sin apenas sobresaltos ni acontecimientos, era eso, nada más que un día del año 1971. La casa de mi abuela estaba en la calle Real, a escasos metros de la Plaza, y justo enfrente se encontraba la tienda de Sinfo, un personaje de aquella época difícil de olvidar. Aquella tarde sentado en la mesa camilla al calor del brasero de cisco, vi como la nieve comenzó a caer y las calles se tiñeron de blanco, tanto que en apenas una hora casi tapaba el bordillo de la acera de enfrente, aquella en la que los muchachos jugábamos a los toros, a la peonza o al garbancillo. La vida de la mesa camilla seguía su rutina diaria, la nieve seguía aumentando en la calle y en los tejados, entonces casi no había coches, hasta llegar a casi una cuarta, tanta que en el tejado de Sinfo, por el que pasaban los cables de la luz, comenzó a llegar hasta el primer cable, eran tres y desde el tejado hasta el último habría 50 cm. Yo no dejaba de mirar, quería que llegara hasta el último cable, pero la noche se echó encima y del calor del brasero pasé al calor de la cama, eso si, en la última mirada la nieve ya estaba a la mitad del primero y segundo cable. Cuando desperté lo primero que hice fue asomarme a la ventana del balcón, y mis predicciones se habían cumplido, la nieve sobrepasaba el tercer cable, pero ya nevaba muy poco. Aquella fue la primera gran nevada que conocí en Cadalso, varios días incomunicados, sin instituto en San Martín y con todo el tiempo por delante para disfrutar de la nieve y de la caza porrilla, bueno esto último era una utopía muy común en Cadalso por entonces, entre otras cosas porque el conejo siempre corría más que los perros, por lo menos de los nuestros. 

Cadalso me emociona. Buenos Días Cadalso

Zorro Corredero

Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso