Es casi primavera, el día amanece totalmente despejado,
pienso, vuelvo a pensar, sí…parece que lo voy a hacer, me levanto y decido
subir al Cerro Casillas.
Esta cima integrada dentro del Macizo Oriental de Gredos, es
la que podemos ver desde cualquier lugar de Cadalso. La cumbre pertenece a
Madrid ya que está dentro de una cuña que se adentra entre los términos de
Casillas y El Tiemblo, ambos de Ávila, pero su cumbre se encuentra en tierras
de Rozas de Puerto Real, siendo esta la montaña más elevada de Gredos en la
Comunidad de Madrid.
Intento subir hasta el Puerto de Casillas siguiendo unas
rodadas en la nieve, pero llega un momento en que la nieve está muy dura y las
rodadas desaparecen, por lo cual decido dejar el coche y continuar a pie has el
puerto.
Una vez en el puerto tomo el camino de la derecha, que me
llevará en poco más de una hora, bueno casi dos con las paradas para hacer
fotos, hasta lo más alto.
Nadie encuentro en todo el recorrido, excepto dos personas
que veo a lo lejos, y con los que nunca
llego a contactar. A medida que voy ascendiendo el paisaje se hace más
interesante, las cumbres del Macizo Oriental de Gredos, aparecen ante mi con
bastante nieve, entre todas destaca el Cabezo de Mijares que con sus 2188 mts.
es la cumbre más alta de este macizo montañoso.
También gracias al despejado día, las cumbres del Guadarrama
aparecen ante mí y ya no dejaran de acompañarme en todo el recorrido hasta los
1770 mts de la cumbre del Cerro de Casillas.
Sólo el ruido de mis pisadas y algún canto de los pájaros me
acompañan en mi caminar, todo es silencio y las imágenes de estas estampas
donde contrasta el intenso cielo azul con el blanco de la nieve, se graban en
mi retina y se internan dentro de mi, que grandeza esta de las montañas, que
paz te proporcionan y que sentimientos afloran en cada paso y en cada respiración
entrecortada por el esfuerzo.
Los retamas afloran entre la nieve, y es a veces
algo cansado por las muchas ocasiones que la nieve cede y me hundo en ella por
el hueco que estas retamas hacen. Pero también las primeras flores de la
primavera ya cercana comienza a brotar y algunas como estas Colchicum autumnale
o azafrán silvestre que igual crece en primavera que en otoño, intenta salir a
través de la nieve, cosa que consigue como se puede apreciar
De repente el ruido de un helicóptero me saca de mis
pensamientos y me devuelve a este bello y salvaje lugar, al fondo, casi rozando
los pinos del puerto, el aparato hace un vuelo de reconocimiento y continúa con
su ensordecedor ruido hacia el fondo del Valle del Tiétar.
Sólo un esfuerzo más y la cumbre me reportará la
satisfacción de la conquista y de la superación, abajo han quedado las cumbres
de Cabeza la Parra, la Encinilla y el Llano de Cuatro Manos, cumbres cercanas a El Tiemblo,
mientras en la lejanía el Guadarrama parece insignificante, y un poco más a la
derecha la cercana cumbre del Cerro Guisando y la Garganta de la Yedra me dan
la bienvenida.
Ya asoma la cumbre con su vértice geodésico, ya nada hay más
arriba, sólo el cielo y el impresionante paisaje que me proporciona esta
humilde montaña. Es el momento de ver y recordar a todas las personas que
tantas veces me han acompañado hasta aquí, es dejarse llevar por la pasión de
la montaña, pasión que igual se puede sentir en una gran montaña como en esta
de poca altitud.
Recorro con la vista las cumbres más altas del Macizo
Oriental de Gredos, La Escusa, Lanchamala, Gamonosa, Cabezo, Miravalles y
Torozo que pene fin a este macizo cerca del Pto. del Pico. Y más allá las
alpinas y elevadas cumbres del Macizo central con el impresionante Almanzor,
máxima altitud con sus 2592 mts, altivo a pesar de la distancia.
Abajo queda el Pozo de la Nieve, lugar de tantas noches pasadas en los
vivacs de las estrellas, de charlas en el calor de las llamas junto a la
chimenea del refugio, de partidas de nintendo bajo la luz de los frontales, de
tortillas y croquetas compartidas y de tantos amigos y tantos recuerdos.
Y en la cumbre sólo la soledad, la satisfacción y la alegría de haber
llegado hasta aquí una vez más, esta en solitario, forma que a veces te ayuda tanto a
saber más de tí y a pensar más en los tuyos y en lo que te rodea.
Unos bocados de cualquier cosa, un trago de la fuente que
brota más abajo, una última vista a la Escusa, que casi se toca con las manos,
y al Cabezo que inmaculadamente blanco me ha acompañado durante todo el rato,
es el preludio de esta gozada cumbre.
Luego vendrá el descenso hasta el puerto, la llegada al
coche, atravesar casillas y llegar a Cadalso un poco cansado pero lleno de
grandes sensaciones, que se repiten en mí cada vez que asciendo a esta cumbre
del Cerro Casillas, la cumbre del fondo de Cadalso.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
2 comentarios:
Nunca he subido al cerro Casillas, pero tampoco me imaginaba que desde arriba hay estas vistas y es todo tan bonito.
Un dia me llevas.
Mariano.
Un bonito "paseo" y un poco cansado me imagino, pero bello por las fotos que nos muestras, las flores brotando entre la nieve y esas cumbres nevadas.
Un saludo
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