Una vez más el atardecer cadalseño nos muestra toda su
belleza. En esta ocasión los olivares del Pilar sirven para que el sol, en su
descendiente recorrido diario, juegue con las ramas de los olivos, produciendo
unas bellas vistas llenas de luces y colores.
Es el sol con su resplandor el que origina la luz suficiente
para que la imagen tenga luz propia y vida natural, esta misma imagen minutos
después cuando ya el sol se ha ocultado, pierde el color y la belleza
cromática.
El Pilar es una zona de Cadalso cargada de historia, lugar
donde hace siglos los cadalseños plantaron cientos de olivos, aquí decimos
olivas, reforzando los olivares con paredes de piedra y estrechos caminos que a
pesar de los años han llegado hasta nuestros días en un buen estado de conservación,
aunque tampoco les vendría mal alguna pequeña restauración y limpieza, pero
claro, esto es una utopía en el mundo actual en que vivimos.
Al atardecer, pasear por cualquiera de estos caminos es un
auténtico placer para los sentidos, dejarse llevar camino abajo, echar un trago
de agua de la fuente del Pilar, y entablar conversación con las personas que
nos crucemos en este paseo, nos cautivará por su sencillez y nos ayudará a
sentir la vida natural que nos rodea y nuestra propia existencia.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
2 comentarios:
Es un lujo, efectivamente, el encontrarnos contigo, Pedro, y que nos cuentes todo lo relacionado con Cadalso y sus gentes con ese cariño y ese conocimiento con el que tú lo haces. Cualquier camino de Cadalso recibe una gran alegría al saber que lo glosarás con ese amor.
Muchas gracias Miguel, pero tú bien sabes que las personas estamos y nos vamos, sólo Cadalso queda para los que vienen detrás, y así desde los siglos.
Un abrazo.
Pedro
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