SE ME ESCAPA LA VIDA SIN VERLA POR UN CAMINO SIN PRISAS
Hace años hablé con Patxi Andión en el amplio bar del hotel Victoria,
sito en la plaza de Santa Ana de Madrid. La conversación giró alrededor de los múltiples
temas que tienen por protagonista el sentimiento y se inició al saludarle y
participarle mi seguimiento incondicional de su obra. Estuvo muy solícito, aconsejándome,
y atento a mis requerimientos.
Tocamos el tema de la afición a escribir y evoco -salvando las lagunas lógicas
del recuerdo- lo que me dijo sobre ello: “Todo
escrito es como una especie de “estriptís” y el autor es el “estríper”. Un tipo
acostumbrado a desnudarse ante los demás. Un tipo que sin ningún rubor habla de
sus carencias, defectos, adiciones, temores y sueños rotos que, para otra
persona, serían inconfesables. Es un acto de fe, de generosidad creativa de
alcance inusitado en otras artes y, desde luego, mucho más completo. Sucede que
al interpretar el “estriptís”, el autor aparece franco ante quien le lee y queda
retratado por su escrito para siempre. No valen trucos de escenarios, de
remodelaciones corporales o cualquier otra pose. No hay silicona interpuesta.
Cada texto es un íntimo capricho, un pálpito infantil y desmedido. Es
inoportuno y gratuito como todo lo que sintiéndose se expresa. El escritor a
nada se atiene ni se sirve de cosa alguna al margen de su criterio. La personal
y salvaje osadía solitaria le permite construir su obra a pesar del temor al
qué dirán. Al final, como decía el torero Juan Belmonte, todo mi equipaje cupo
en los cuatro picos de un pañuelo...”
Le pregunté por una de sus canciones de amor,”Si la ves”. Reconoció que siempre fue un enamoradizo: “En esa canción busqué el corazón de la mujer
amada desde la distancia, desde el centro de una noche dominada por su ausencia,
como si yo fuera un perro vigía que custodiaba los arcones que creía cerrados.
Hay amores que regresan desde los desvanes del recuerdo. El amor que ya no está
duele aún en las palabras, en la piel de las noches, somete el recuerdo a la
melancolía, sabe a despojo, a cajón apolillado, a memoria de besos y de
hogueras. Durante mucho tiempo guardé un pañuelo, un viejo jersey y una cinta
de pelo de aquel amor perdido que quedó perenne en mi memoria. Dentro de mí hay
vida por todas partes y sin embargo viví jornadas descorazonadoras llamándola
en sueños sin cesar. Sigue ahí, pero el tiempo va pasando. Se va borrando su
perfil acumulado en esas noches de insomnio. Y yo sigo empeñado, resistiendo
con casi nada el embate de su luz sin su mirada.”
Se acercó alguien para requerirle y le respondió: “Un momento, por favor, que ahora estoy con un buen amigo…” Y continuó hablándome sobre el matrimonio y el desamor: “Confundir amor con matrimonio es un error del que, más tarde o más temprano, ninguno de los dos sale indemne. Y es que cuando la pasión decrece, en ese día a día donde el tedio se adueña de la pareja, nada viene a ser lo mismo porque todo son cuentas pendientes, todo toma el tono oscuro del agua estancada. Ahogados en el rencor quedaron los besos, las promesas, todo aquello que en otro tiempo pudo parecer eterno. Y los dos se van quedando como pájaros sin nido, aislados en un corazón enemigo. Los reproches afloran a cada instante tirando a dar, como dardos envenenados, al comprobar que nada fue lo que parecía y todo parece haber sido en vano cuando compruebas amargamente que no es la muerte lo que separa, es la vida...”
Ante un aficionado al toreo como él no dejé pasar la oportunidad de
demandarle sobre su canción “Tabaco y
oro”. “En ella describo el ambiente, el sonido del gentío en la plaza, el
momento supremo del torero enfrentándose al astado; ese miedo que siente a
hacer el ridículo, más que al toro. Prevalece el retrato de un torero humilde
que no triunfa, que percibe el temor de exponer su vida en el inmenso ruedo
ibérico de la maledicencia. Lo que medita el matador descansando fuera del
traje y la plaza, en la soledad de la habitación del hotel: Casi nadie se
percató, pero el bicho ha estado a punto de engancharme y a poco lo logra,
¡malaje!”
Al marcharse me dejó una tarjeta de visita con una dirección de la plaza
de Oriente y un teléfono. Aún la conservo. Tengo que buscarla. El próximo
18/12/2023, se cumplirán cuatro años desde que murió en un accidente de tráfico
en una carretera soriana. El tiempo no vuelve. Se escapa entre los dedos. No
hay forma de atraparlo. Al final del camino espera la muerte: “Cuando me muera no quiero ni coronas de
claveles, ni tierra con lirios viejos que me flagele los dedos. Yo quiero
sentir las olas cubrirme toda la vida, que se me escapa sin verla por un camino
sin prisas. Quiero morirme despacio, quiero morir navegando, quiero morirme
descalzo, quiero morirme cantando…”
Luis García Gil y Antonio Marín Albalate, le escribieron un libro antes
de morir: “Patxi Andión”.
En él recordaba Patxi estas cosas que él me contó y que yo no olvido…
Más sobre Patxi Andión Nostalgia de música y vida.
Miguel
MORENO GONZÁLEZ
14 comentarios:
Como te gustan las canciones de Andion.
Además entablaste una buena amistad con él.
Deberías escribir un libro con tus vivencias.
Jorge García Escudero
Buena conversación de Paxi Andion con Miguel Moreno.
Buenos días Pedro
Chelo Villarin Recio
Excelente entrada la que nos proporciona el Zorro con esta conversación entre Patxi Andión y Miguel, que grande se puede hacer todo cuando las personas lo son, y vosotros lo sois desde siempre. Enhorabuena.
Antonio C.
Cómo me gusta Pachi andion
Rosa Merchan
Grandes vivencias que siempre estarán contigo. 👏👏👏 ¡¡FELIZ JUEVES!! 😉. Luis M. González
Estoy de acuerdo en lo de la escritura pero no en lo del matrimonio. Angel Canillo
Buenos días Pedro que Bonita conversación como siempre lo explicas genial 👏👏
Aurora Ferrera Ruiz
Aurora, en esta ocasión es Miguel quien lo "explica" así de bien. Gracias.
Pedro Alfonso Si muy bien pero perdona tu lo explicas genial a mi me gusta gracias
Aurora Ferrera Ruiz
👏👏👏👏... Palabras "escritas" emocionantes.... como siempre claro. Gran cantante y "poeta"... porque las letras de sus temas, siempre fueron de un gran corazón... ❤️❤️❤️❤️.
José A. Álvarez G. de Guzmán
Muchas gracias por vuestros generosos comentarios.
Magnífica vivencia y excelentemente descrita como de costumbre.
En los comentarios alguien te sugiere que escribas un libro con tus vivencias y yo secundo la moción.
Abrazo fuerte. Pepe Vázquez.
Qué bonito te ha quedado, compañero..
rafael
Hoy me he puesto a leer el material que, salido de tu pluma, se me iba acumulando. Un rato de placer gracias a tus conocimientos enciclopédicos del arte del toreo así como de tus recuerdos y vivencias del y con el gran Patxi Andión, poeta de la vida y portavoz de los sentimientos.
Gracias, don Miguel.
Luis C. Trijueque
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