VÍCTOR Y EL AZUL CELESTE DEL CIELO CADALSEÑO
Víctor es de esa clase de personas en las que los poetas detienen su mirada buscando inspiración para crear su obra. De esos seres mitad humanos, mitad divinos, que se nos quedan fijos para siempre en el recuerdo y en el corazón. Muchas noches hemos caminado y bebido juntos confiándonos sentimientos, emanando nostalgias inmortales, recubriendo con una fina capa de melancolía la amistad que protege nuestras pequeñas cosas.
Mil veces su memoria impactó en la
mía con citas del Quijote o con frases de mis escrititos que yo no recordaba. Porque
uno es distinto cuando escribe y se emociona a cuando vegeta meditabundo por
Y por eso, muchos atardeceres, sigiloso,
le arrojaba por encima del latido de sus perros y de la valla que une nuestros
silencios, humildes composiciones que yo sabía que tanto él como sus padres,
Fela y Ángel, leerían en la habitación de arriba, mirando emocionados el declinar
de los luceros cadalseños; mientras su abuela, morena por el sol de Cadalso,
comentaba cariñosa y entre susurros: “-¡Qué
raro es este hombre!”
No le agradan los tumultos y por eso
en soledad busca níscalos por nuestro cercano valle de Tórtolas, patea los
montes tras alegrías cinegéticas o frecuenta los ruedos taurinos llenos de lamentos
y de “¡olés!”. Sabe que allí, donde
casi nadie ve nada, él intuye la vida apasionada que brota del arte solitario.
Víctor percibe que el mundo es hermoso cuando todo se apacigua y se acompasa a
la belleza de la madrugada. Es entonces que se parapeta tras la brisa tibia de
las conversaciones tomadas en frágiles vidrios soplados por cadalseños. Justo de
ahí toma aliento para explicarnos por qué el cielo sigue siendo azul celeste mientras
la mayoría siguen viéndole gris: “La
luz del Sol llega a la atmósfera de la Tierra y se dispersa en todas
direcciones por los gases y las partículas que se encuentran en el aire. La luz azul se esparce más que el resto
de los colores porque viaja
en olas más cortas, más pequeñas. Este es el motivo por el cual casi siempre
vemos el cielo de
color azul.”
7 comentarios:
Como siempre nostálgico.me falta conocer a Ángel
Antonia Frontelo Morales
Ambos sois de los que dais forma a los sueños.
Un abrazo, Maestro. Luis C. Trijueque
Precioso y muy curioso.
M. Antonia Hernández
Solo hay una palabra para este escrito !Gracias! Me ha parecido precioso
Mis padres políticos Guillermo y Ángela QDEP tenían el Horno del Pan en, un antiguo solar de las Fábricas de Vidrio.😘😘
Maria Eugenia Blázquez Bascuas
Muy bonito Miguel me ha llegado al alma. Es precioso de verdad . Se lo enseñaré a Sofía y a Inés y lo guardaré como un tesoro. Gracias de corazón.
Víctor
Hay que ver como sois los de Cadalso!! Únicos. Recuerdo mis visitas de excursión en la infancia.
Precioso relato que dice mucho del protagonista y del que lo escribe.
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