Callejon de la Iglesia. Pasiones y caricias de adolescencia cadalseña.

Callejón de la Iglesia

Como todos los días, llegó la luz a Cadalso cuando ya las luces de las fachadas empezaban a apagarse y las calles comenzaban a sentir las pisadas de la gente. Siempre me ha gustado contemplar las luces así, desde la ventana, antes de que la mañana llegara con sus luces iluminándolo todo. Es como un ritual que la vida nos viene regalando desde siempre, hoy con más luces que en el pasado, pero con menos sensación de pueblo, ay¡ aquellas bombillas que apenas daban luz a los rincones del pueblo pero que llenaban de pasiones y caricias nuestros años de adolescencia. Pero volvamos al presente y disfrutemos de esta ya clásica imagen que nos transporta a tantas cosas, tan particulares e íntimas, que os lo dejo a cada uno y a vuestra imaginación y recuerdos. Me arrebata Cadalso. Y a ti?

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso